domingo, 21 de noviembre de 2010

Mucho ruido y pocas nueces


Ha bastado un microscópico cambio en la doctrina vaticana sobre el preservativo para que algunos se precipiten a exagerar hasta el punto de creerse que la iglesia católica está por fin entrando en razón. El cambio es tan mínimo que no supone diferencia alguna, puesto que la doctrina básica no cambia un ápice y sigue insistiendo en que todos los actos sexuales de cualquier clase fuera del matrimonio (¡entre hombre y mujer exclusivamente... no se confundan!) son pecaminosos y suponen faltas gravísimas, una sola de las cuales puede enviar al sujeto a la condenación eterna.

Creerse estas cosas supone también creer que la inmensa mayoría de la humanidad, católicos incluidos, está irremisiblemente condenada, puesto que desde el adolescente que se masturba hasta la pareja que limita la natalidad, todos están en continua contravención de normas de imposible cumplimiento, si no se quieren sufrir graves problemas mentales, afectivos, económicos y de otras clases.

Nadie puede ser tan ingenuo como para pensar que las bajísimas tasas de natalidad de España o Italia, para poner sólo dos ejemplos de países de mayoría nominal católica, se deben al uso de los métodos aprobados por el Vaticano: preservativos, pastillas y casi cualquier otro medio disponen de mucho mayor crédito que la observancia rígida de preceptos arcaicos.

¿Es esto también un ejemplo del "laicismo agresivo" del que tanto se queja su santidad? Creo que es sólo sentido común de una sociedad cada vez más alejada de creencias medievales.

martes, 9 de noviembre de 2010

Trampas del lenguaje


La visita del Papa y sus trentinos discursos ponen de relieve una vez más que los que se oponen a los derechos civiles de la minoría homosexual lo hacen desde puntos de vista dogmáticos religiosos, no racionales y mucho menos civiles. De aquí que el intento de hurtar derechos mediante un cambio de denominación sea lo que es, es decir, una trampa para ilusos que se creen que el cambio de denominación no supone cambio alguno.

El pretexto es que la palabra "matrimonio" es tradicional y se refiere solo a la unión de hombre y mujer, que la extensión del contrato a parejas del mismo sexo resulta "ofensiva" para una parte de la población y que para reconocer los mismos derechos se podría utilizar la expresión "unión civil" o "pareja de de hecho".

Yo estaría de acuerdo si todas las uniones de parejas de cualquier clase fueran denominadas "uniones civiles", porque entonces los católicos podrían reservarse la de" matrimonio" para la ceremonia religiosa, sin prejuicio de que los demás tuvieran los mismos derechos y obligaciones ante el estado, pero del mismo modo que no demando el derecho de celebrar una unión en iglesia alguna, exijo que si lo de unos es "matrimonio" lo de otros también lo sea, puesto que cuando no lo ha sido, es decir, antes de 2005, la desigualdad y la discriminación eran notorias.

El Vaticano y sus secuaces individuales y corporativos ni son inocentes ni benévolos ni basan su actuación en el amor sino en un premeditado cálculo de influencia social y política. La espectacular bajada de la práctica y el abandono real del catolicismo por la mayoría de los españoles hacen peligrar los abusivos privilegios de los que sigue gozando una religión hoy día minoritaria, por lo que son necesarios gestos que sigan consagrando un código moral oficial que hagan creer a muchos que el país sigue siendo católico y la iglesia una autoridad espiritual indiscutida, especialmente en las materias sexuales que afectan a minorías tradicionalmente perseguidas, a mujeres y otra tropa no elegida para la jerarquía, que otra cosa es cuando los pecados clericales asoman su fea cara.

Por supuesto que en materia económica y otras naderías puede haber condenaciones generales que se quedan en eso, puesto que un acusado de corrupción si es fiel cristiano se arrepiente... aunque no devuelva el dinero y puede aspirar al perdón y la gloria.... faltaría más.

¿Cuándo van nuestros líderes a plantarle cara al último poder fáctico que tenemos en España?

lunes, 1 de noviembre de 2010

La gran solución de Rajoy


Tras una atenta lectura de la entrevista que hace "El País" a Rajoy resulta que no tiene plan alguno claro para enderezar la economía, aparte de su admiración por el de Cameron en el Reino Unido, aunque, eso sí, no se ha leído los detalles y no sabe si el también echaría a la calle a 500.000 funcionarios, entre otras medidas. Es decir, que Zapatero es el desastre, pero que él no sabe y no contesta... es de suponer que basta con la desaparición del odiado ZP, unas cuantas expulsiones de gitanos, como parece promover la inefable líder del PP en Cataluña y la reelección del incorrupto Camps en Valencia para que todo vuelva a su cauce.

Lo único que parece tener claro el líder del PP es que no le gusta el "matrimonio homosexual" y que no garantiza sus supervivencia. Aparte de que no existe ley específica para homosexuales, sino que se trata de la extensión de un derecho a una minoría hostigada, no se ve en qué puede beneficiar al país una vuelta atrás que lo pondría en el rango de los europeos atrasados en derechos civiles, pero ya se sabe que a nuestra muy machista derecha esto le importa un comino, puesto que los que se sienten excitados por los "morritos" de las ministras tienen que sentir profunda desazón ante actos contra natura en la base de la crisis económica.

Por otra parte, ya se sabe que de los obispos para abajo se filtran las oportunas órdenes al respecto, aunque este país no sea oficialmente católico y muchos miembros del mismo PP no pisen la iglesia, pero la reacción es tan hipócrita como siempre.

Es verdad que ahora las elecciones no se ganan sino que se pierden, pero el espejismo del PP como solucionador de problemas económicos que sobrepasan con mucho las fronteras nacionales parece deslumbrar a muchos. Veamos si los españoles se castigan a sí mismos.

jueves, 21 de octubre de 2010

Homofobia y violencia


Es horrible, pero no sorprendente el caso del príncipe saudí condenado por asesinar a su criado-amante. Basta ver las imágenes captadas por una cámara de seguridad en el ascensor del hotel donde se produjo el crimen para comprender la naturaleza patológica de la relación y su previsible fin. Dado que el asesino negó sistemáticamente su homosexualidad, aunque compartía cama con la víctima, no es difícil deducir que de una tal esquizofrenia nazcan pulsiones violentas.

Lo más seguro es que el cruel príncipe se odiara a sí mismo por ser lo que era y que necesitara y odiara al tiempo a su víctima que, como sucede en todo maltrato doméstico, sirve de percha de los golpes para el herido ego del maltratador. Proviniendo de una sociedad tan represiva como la saudí, donde tal asesinato se hubiera disfrazado y encubierto, el aristócrata se olvidó de dónde estaba.

Ya se sabe que algunos no son homosexuales... sólo se acuestan con hombres.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Sobre la bisexualidad y lo que se quiere decir con ella


Vaya por delante que yo no niego que haya bisexuales, es decir, personas que se sienten atraídas de igual modo por su propio sexo y por el opuesto; vaya por delante también que yo no he conocido nunca a nadie así, pero que se debe seguramente a la limitación de mis contactos y la natural reserva de muchas personas respecto a su vida privada. No niego nada, pero sí afimro que muchas de las personas que se llaman bisexuales NO LO SON.

Bisexual suele ser una clasificación conveniente para muchos que están saliendo del armario, a los que da miedo todavía llamarse gays a parte entera. Algunos llegarán a salir del todo y renunciarán al Bi, otros no serán capaces de desprenderse de sus miedos o prejuicios y se quedarán siempre a medias y con el cartel puesto, pero los que los observamos desde fuera sabemos que no hay ambigüedad alguna, puesto que siempre buscan lo mismo.

La falsa autoclasificación abunda entre muchos hombres casados y con hijos (como Abraham Lincoln en la foto) que esgrimen esta característica como prueba de su bisexualidad, pero lo único que prueban con ello es su doblez, puesto que funcionar con una mujer y preñarla no significa que se desee verdaderamente al sexo opuesto, sino que se ha buscado una vida convencional, lejos de cualquier alternativa peligrosa. También puede significar que alguien se casó antes de ser plenamente consciente o de entender y aceptar lo que le pasaba. En ningún caso estamos ante un bisexual sino ante un homosexual vergonzante.

Esta falsa demostración es también esgrimida por los fanáticos religiosos que niegan que la homosexualidad exista: "¡Ah, has sido capaz de hacerlo con una mujer y de tener hijos... pueas así debes seguir y apartarte de las fantasías pecaminosas!". Si se trata de una lesbiana ni siquiera tienen que demostrar nada, sólo dejarse hacer con o sin placer. Si se trata de un personaje histórico se puede aducir que "no hay pruebas fehacientes"... como si pudiera haber más que las indirectas.

La bisexualidad seguramente existe, pero del dicho al hecho hay mucho trecho.

lunes, 6 de septiembre de 2010

viernes, 27 de agosto de 2010

Vergüenza (Shame)


Robbie Williams y Gary Barlow interpretan una bonita canción en la que exponen como hay hombres que se pasan toda la vida negando avergonzados lo que son... para sentirse luego muy muy tristes.

lunes, 9 de agosto de 2010

sábado, 7 de agosto de 2010

Mariquitas buenas y malas


La mariquita es un escarabajo bonito, brillante y favorito de los niños, que ven en ella algo así como un juguete, pero ninguno sabe que en el mundo de los insectos es un predador sin piedad, que algunas son venenosas y que pueden producir alergias, aunque otras son vegetarianas y buenísimas las pobres.

Dado que a los homosexuales se los ha insultado con el nombre de "mariquita", aunque no me parece que el origen del mismo sea el insecto, podemos hacer analogías interesantes, aunque lo de bueno o malo sea algo subjetivo. Las mariquitas carnivoras ayudan a eliminar pulgones y otros parásitos, mientras que algunas vegetarianas se comen lo que no deben y son consideradas pestes por los agricultores. Del mismo modo, los homosexuales contestones que reclaman sus derechos, salen del armario y se manifiestan con pancartas o carrozas son considerados malos, perversos, terroristas antifamilia y antiniño y, por lo mismo, merecedores de un amplia panoplia de descalificaciones e insultos, cuando no de ataques físicos, mientras que a los ocultos no los nombra nadie, aunque también los puedan pegar...¡faltaría más!

Los tertulianos de las radios infernales (aunque pretendan practicar o simpatizar con la "religión del amor") suelen empezar sus ataques homófobos con coletillas como "yo tengo amigos homosexuales" o "no tengo nada contra los homosexuales" o, aún peor, "siento el mayor respeto por los homosexuales", para a continuación distinguir entre los malos, es decir los que se ven, y los buenos, es decir los que se quedan bien invisibles en el armario.

Hay incluso homosexuales del tipo privilegiado a la Lagerfeld o a la Elton John o del tipo contradictorio como todos los que practican sexo de noche y se avergüenzan de él de día, que critican a los homosexuales visibles, se horrorizan de las manifestaciones y dan la razón a los que se espantan de cosas como el matrimonio entre personas del mismo sexo... aunque luego sale la ley y la aprovechan, del mismo modo que han aprovechado todas las otras conquistas conseguidas gracias a la visibilidad de "los malos".

No hay que hacer caso de los que nos predican moderación y bondad (como ellos la entienden) porque las victorias que se van obteniendo en un país tras otro (ahora México y nuevamente California) las obtienen los que tienen las ideas claras, no se avergüenzan y van por todas. Algunas mariquitas destilan veneno y producen alergias, pero lo hacen en legítima defensa.

viernes, 23 de julio de 2010

Homosexualidad y enseñanza


No hay día sin que algún jerarca eclesiástico salga con alguna declaración en la que se condena la homosexualidad e indirectamente todo sexo no aprobado, que es muy poquito. Esta beligerancia, que tan bien habría venido para condenar los muchos casos de maltratos diversos a la infancia de los que son culpables los clérigos, no sólo está desviada científica y éticamente, no sólo es desconsiderada y a menudo cruel, sino también en gran parte inútil para lo que se pretende, al menos de boquilla, es decir, para evitar "caer en la homosexualidad".

Viene esto a cuento de la ocurrencia educativa de la Comunidad Valenciana, bendecida por los obispos y presentada como nueva aunque sea muy vieja: sustituir educación sexual por una demonización del sexo que promueva la castidad. Se ha practicado siempre en el pasado y hay constantes nuevas ediciones de la misma no sólo en España. Va de la mano con la oposición a "Educación para la ciudadanía", en la que se objetaba sobre todo a la presentación de la orientación sexual o de los diferentes tipos de familia como algo normal. El tabú antihomosexual es un ingrediente muy importante en la mezcla, como si de la pura información pudieran surgir virus que "contagiaran" la homosexualidad a los inocentes niños en edad escolar.

Los jerarcas y sus acólitos siguen viendo la homosexualidad como "opción", aunque no lo sea, pero no les queda más remedio, puesto que lo contrario sería reconocer que una moral basada en la Biblia es irracional y a veces poco ética. Más aún, ven la libertad individual en estas cuestiones como algo muy peligroso para el monopolio moral que se arrogan y pretenden mantener desinformados y asustados a los más posibles durante todo el tiempo posible.

Estas ocurrencias son malas porque sus resultados serán más ignorancia, más miedo, más contagios venéreos y/o del VIH y más embarazos no deseados, pero en modo alguno la deseada castidad o la sumisión a los mandatos de una jerarquía que constantemente se desprestigia a sí misma con la hipocresía, la doble moral y el silencio ante delitos económicos, ecológicos y administrativos de los que esta misma comunidad es ejemplo flagrante.

jueves, 8 de julio de 2010

Envejecer


Los años no perdonan a nadie; cualquier bello o bella joven se convertirá fatalmente en persona de edad antes de lo que piensa y mucho antes de lo que querría. Sin embargo, hay diferencias en el proceso: mientras que algunos parecen hacerlo con gracia y distinción otros se convierten en burlas de sí mismos, caricaturas afeadas de lo que una vez fueron. A esto se puede llegar por pura genética, pero se consigue más frecuentemente por simple mal gusto. El adolescente que se mira y remira en el espejo hasta corregir el más pequeño defecto, parece perder por completo su sentido crítico con el paso de los años y convertirse en el anciano que se abandona o que pierde la capacidad de ver lo que realmente se refleja en el cristal.

Un modo seguro de conseguir esta miopía es el de apegarse a una cierta imagen exitosa de sí mismo obtenida en algún momento de la vida, sin darse cuenta de que en las diferentes fases de la misma todo debe adaptarse a la edad y los cambios del cuerpo. Basta ver la apariencia patética de algunas viejas figuras del rock cuya vestimenta y cortes de pelo antes revolucionarios y ahora invariables se superponen a pellejos arrugados y ojos sin vida.

Por el barrio de Salamanca de Madrid suele pasearse una mujer que debe andar por los 70 cuya delgadez original se ha transmutado en apariencia esquelética, percha sobre la que cuelga modas atrevidísimas que incluyen breves minifaldas. Debió ser una joven similar a Audrey Hepburn en el tipo y seguramente aún presume de conservar el mismo peso que tenía a los veinte años, pero el resultado a la hora presente es el miedo que sienten los que la observan a que se quiebren los palillos sobre los que camina.

Cuando yo era joven los viejos lo parecían más a base de ropas negras y poco cuidado, ahora hay algunos que por huir de la vejez se refugian en el espanto.


sábado, 3 de julio de 2010

La BMA (British Medical association) condena las terapias reparativas.


La reunión anual de la Asociación Británica de Médicos (BMA) que ha tenido lugar en Brighton, ha votado el 1 de julio por amplisima mayoría (más de dos tercios) una resolución que condena las llamadas "Terapias Reparativas de la homosexualidad". Los médicos británicos repiten más o menos lo mismo que sus colegas norteamericanos, es decir, que la homosexualidad no es una enfermedad y que por tanto no es susceptible de curación, en cuyo caso estas supuestas terapias o bien son claras estafas o bien técnicas de condicionamiento de la personalidad que puede causar graves problemas a los individuos que a ellas se someten.

Mal que les pese a los fanáticos religiosos la orientación sexual no es una elección y no es cambiable, forma parte de la personalidad individual y debe ser respetada. Todo lo que se diga en sentido contrario no es ni científico ni ético, puesto que va en contra del consenso médico profesional y de la dignidad de personas a las que se hace sentir inferiores, cuando no claramente malvadas.

La declaración corrobora la investigación de Patrick Strudwick, periodista de "The Independent", que se dejó tratar como paciente de una de estas terapias para descubrir sus métodos. Los resultados publicados son demoledores para estas terapias, orientadas a personas débiles, culpabilizadas u obligadas por familiares fanáticos y sin escrúpulos a sufrir auténticas amputaciones de su personalidad.

Recordemos que en España hay "profesionales" como Aquilino Polaino, presentado como "experto" por el PP en una comisión parlamentaria, que todavía hablan de enfermedad, curación, normalidad y... por supuesto de moral.

miércoles, 30 de junio de 2010

Un Manifiesto Ateo


Hay en nuestros días un fuerte movimiento contestatario de base que se define como “ateo”, lo que puede parecer innecesario en las muy secularizadas sociedades occidentales, pero su nacimiento, consolidación y ascenso se deben a causas muy concretas: la pervivencia de privilegios para la religión organizada en un medio agnóstico en la práctica; la visión de las iglesias como puras estructuras de poder político y económico; los intentos de las mismas por obstaculizar el progreso científico; la pretensión de arrogarse el monopolio moral al tiempo que se ocultan increíbles delitos propios, etc.


Las Iglesias cristianas gozan de poco crédito en occidente porque la educación generalizada, la libertad individual y la globalización ponen en duda dogmas irracionales y dejan ver el origen muy humano de instituciones supuestamente divinas. La continua reinterpretación de la Biblia para adaptarla a trompicones a la ciencia moderna, tiene su contrapartida en la patética reacción de los literalistas bíblicos, que pretenden todavía hoy que el mundo se creó en séis días y que la evolución de las especies es una simple “teoría”. Estas estulticias serían simplemente curiosidades cómicas, si no fuera porque los que las apoyan se organizan políticamente, infiltran partidos políticos y se valen de argumentos emocionales para “convencer” a no pocos de los que se agarran a cualquier cosa que parezca firme en un mundo inseguro. Los Estados Unidos son un buen ejemplo de sociedad laica y moderna manipulada por poderosos grupos de presión confesionales que ponen grandes trabas a la educación, la investigación y los derechos de las personas con su fanatismo.


El integrismo en Europa, vacunada contra la intolerancia por siglos de guerras de religión, es menos influyente, pero la inmigración de minorías islámicas escasamente secularizadas y con estructuras sociales y mentales premodernas asusta con razón a los que creemos en la libertad y en que la ley debe ser igual para todos.


Los movimientos laicos, llámense ateos o no, están llamados a despertar la conciencia social y a mantener la vigilancia para que haya perfecta neutralidad estatal frente a todas las creencias. El manifiesto del congreso “ateo” de Copenhague del 18 al 20 de junio no deja lugar a dudas. Véase a continuación.


Reconocemos el derecho ilimitado a la libertad de conciencia, religión y creencia, así como que la libertad de practicar la religión propia no debe tener más límite que la necesidad de respetar los derechos de los demás.


Convenimos en que las políticas públicas deben inspirarse en la evidencia y la razón y no en el dogma.


Afirmamos la necesidad de una sociedad basada en la democracia, los derechos humanos y el imperio de la ley. La historia ha demostrado que las sociedades de mayor éxito son también las más seculares.


Afirmamos que el único sistema justo de gobierno en una sociedad democrática se basa en el laicismo: la neutralidad del estado en materia de religión o creencia, sin favorecer a ninguna ni discriminar a ninguna.


Afirmamos que la conducta privada respetuosa de los derechos de los demás no debe ser objeto de sanción legal ni intromisión estatal.


Afirmamos que creyentes y no creyentes tienen el mismo derecho a participar en la vida pública, así como a ser tratados del mismo modo en el proceso democrático.


Afirmamos el derecho a la libertad de expresión para todos, con la única limitación de lo que prescriben las leyes internacionales, leyes que todos los gobiernos deberían respetar y poner en práctica. Rechazamos toda ley antiblasfemia y cualquier restricción al derecho de criticar la religión o las posturas antirreligiosas.


Afirmamos el principio de la igualdad de la ley para todos, sin tratamientos de favor para comunidades minoritarias o jurisdicción de tribunales religiosos en contenciosos civiles o familiares.


Rechazamos toda discriminación en el empleo (excepto para los líderes religiosos) o en los servicios sociales por razón de raza, religión o creencia, género, clase, casta u orientación sexual.


Rechazamos cualquier consideración especial para la religión en la política y en la vida pública, así como las instituciones caritativas, las exenciónes fiscales y la financiación pública que promuevan cualquier religión como contrarias a los intereses de los no creyentes o los creyentes de otras religiones. Nos oponemos a la financiación pública de escuelas confesionales.


Apoyamos el derecho a una educación laica y afirmamos la necesidad de educar en el pensamiento crítico y en la distinción entre fe y razón como guía para el conocimiento, así como en la diversidad de creencias religiosas. Apoyamos el espíritu de libre investigación y de la enseñanza de la ciencia libre de interferencias religiosas y nos oponemos a cualquier clase de indoctrinación religiosa o no.


Declaracion de Copenhague, 20 de junio de 2010.



sábado, 12 de junio de 2010

Una lenta marea


La lucha por derechos iguales nunca ha sido rápida y sin obstáculos, pero podemos decir sin equivocarnos mucho que en nuestro caso estamos llegando a un punto bastante satisfactorio. Dos nuevos hitos acaban de coronarse: por una parte Islandia ha aprobado la igualdad en el matrimonio, con lo que aumenta el número de estados civilizados que reconocen un derecho civil básico, por otra el New York Times, periódico importante no sólo en Estados Unidos sino uno de los principales "hacedores de opinión" de occidente, publicó ayer un editorial en el que toma partido de forma decisiva por la misma igualdad de derechos.

Es evidente que si la homosexualidad no es una enfermedad, no es electiva, no es contagiosa, no es alterable y no inclina al delito, la negación de derechos a los homosexuales es una simple discriminación gratuita y cruel que no se basa en razón alguna, sino en prejuicios de tipo religioso que no deberían de tener cabida en la legislación civil. El artículo del Times describe el fracaso de los testigos presentados en contra del matrimonio homosexual en el juicio actual contra la famosa "Proposition 8" que anuló los derechos conseguidos en California. Los testigos reconocieron que los homosexuales están discriminados y, aún más significativo, que el matrimonio héterosexual no está en modo alguno amenazado por el hecho de que se casen dos personas del mismo sexo. Sentido común negado por el fanatismo religioso.

Resulta indignante que allí donde pueden las iglesias sean los mayores obstáculos para que muchas personas puedan llevar una vida normal, sin miedos y con los mismos derechos que los demás, pero ya se sabe que se puede pretextar amor cuando lo que se difunde es odio... con el único fin de conservar el mayor poder posible sobre la sociedad.

jueves, 10 de junio de 2010

Una exclusión sectaria


El conflicto arabe-israelí está tan enconado que hace salir lo peor de cada uno y resulta difícil hablar de él con calma, pero eso no excusa la extraña y sectaria decisión de los organizadores del desfile del orgullo gay de Madrid de prohibir una carroza en la que estarían representadas varias organizaciones LGTB de Israel. Estas organizaciones no tienen nada que ver con el comportamiento del gobierno hebreo en el asunto de la flotilla, más bien es de sospechar que muchos de sus integrantes no comulgan con la política extremista de Netanyahu & Co., pero tanto si es así como si no se confunde voluntariamente la velocidad con el tocino y se da a la marcha del orgullo un sesgo político determinado y sectario.

Hay gente en nuestro país que mantiene un izquierdismo de catecismo según el cual lo que más o menos arbitrariamente se define como “progresista” debe ser mantenido contra viento y marea, al estilo de la “línea oficial del partido” de la época stalinista. Los críticos de la derecha exageran enormemente cuando achacan sistemáticamente estos comportamientos a otros partidos y organizaciones, pero es verdad que hay algunos más papistas que el papa que creen hacer una gran labor política con gestos tan absurdos como éste. Los miembros de los colectivos LGTB de Israel (un país que los permite manifestarse) se sienten ofendidos con razón, mientras que la exclusión será poco o nada citada fidedignamente en Gaza, dominada por islamistas tan hirsutos como los de Hamás, para los que todos los LGTB sin excepción carecen de derechos como aberración pecaminosa y obscena a extinguir.

Se puede disentir de un comportamiento oficial sin por ello castigar a los ciudadanos del país en cuestión. ¿Qué hubieran pensado los españoles LGTB, si se les hubiera prohibido desfilar en la manifestación del orgullo de París, por ejemplo, porque Aznar se había embarcado en la guerra de Irak? ¿Por qué no prohibir desfilar también a los judíos LGTB españoles que apoyan a Israel, aunque no siempre estén de acuerdo con su gobierno?

Un poco de seriedad y ecuanimidad no les vendrían mal a los que toman decisiones tan precipitadas como cortas de vista. El Orgullo de Madrid se ha merecido un buen puesto en el ranking internacional por su animación e inclusividad, pero el eco de la prohibición ha llegado ya a todas partes y los comentarios son unánimemente negativos…. ¡Piensen!

jueves, 27 de mayo de 2010

Un cura polaco desea quemar a los gays en la hoguera



El sacerdote que aparece en este video considera que la homosexualidad es una "enfermedad curable" y que quien no se quiere curar es un perverso que merece la condena a muerte, en base a las absurdas creencias de su religión. Según él los tiempos de la Inquisición fueron gloriosos y paradisíacos... Ni Renacimiento, ni Ilustración, ni pensamiento científico, ni derechos humanos. Es bastante claro que al menos una parte de la Iglesia Católica no se diferencia nada de los talibanes.

sábado, 8 de mayo de 2010

Hipócritas peligrosos


Los últimos días han sido fértiles en sustos: caída de las bolsas, bancarrota y violencia en Grecia, erupciones volcánicas, mareas negras... pero los hipócritas de siempre siguen erre que erre con sus obsesiones, entre las que homosexualidad y aborto parecen ser las únicas preocupaciones de la humanidad, fácilmente evitables según ellos con prohibiciones y "terapias". El obispo de Porto Alegre (Gay Haven) se ha largado con la afirmación de que "todos los adolescentes son espontáneamente homosexuales" y que hay por tanto que caer sobre ellos y "educarlos" en la dirección correcta, aunque que es lo que él entiende por esto no está claro, especialmente después de las últimas noticias sobre la "educación" que recibían los niños en otros centros católicos. ¿Sería él también un adolescente espontáneo?

Estas afirmaciones tan científicamente paletas provienen en buena parte de fuentes tan sospechosas como el "Family Research Council", institución americana integrista y anti-gay, fundada por James Dobson y George Alan Rekers. Las siglas FRC están detrás de la propaganda sobre la "inexistencia" de la homosexualidad y la eficacia de las "terapias" para revertir a los despistados al buen camino.

Pues, he aquí que el Profesor Rekers ha sido sorprendido en el aeropuerto de Miami de regreso de un viaje a Londres y Madrid, acompañado de un chapero profesional que contrató a través de la web "Rentboy" (Chicos de alquiler), aunque la versión que da el interesado es que lo hizo sólo "para que lo ayudara a transportar el equipaje".

Como ha dicho un comentarista: "si te preocupa mucho la homosexualidad, fundas asociaciones para combatirla y te dedicas a vilipendiar a los homosexuales es que eres gay". Lo malo es que estos canallas son los que dan argumentos para justificar la discriminación, la desigualdad y hasta la violencia.

viernes, 16 de abril de 2010

Una Historia de Miedo


Para los que aún no se convencen de la necesidad de luchar por derechos iguales y de garantizarse protección jurídica antes de que sea demasiado tarde, he aquí una historia que pone los pelos de punta.

Clay y Harold eran una pareja gay que vivía en el Condado de Sonoma en California. Llevaban juntos más de veinte años y todo fue bien hasta que Harold tuvo una mala caída y tuvo que ser hospitalizado. Las autoridades del condado ignoraron completamente a Clay y comenzaron a tratar a Harold como si no tuviera familia. Sin autoridad alguna se incautaron de todos los bienes de la pareja, sin determinar lo que era de cada uno, se quedaron con las cuentas bancarias y subastaron todos los objetos "para pagar las cuentas de hospital de Harold". No contentos con esto, rescindieron el contrato de alquiler de la casa en que vivían y trasladaron a Clay a una residencia de ancianos contra su voluntad.

Harold murió, sin haber podido ver a Clay, tres meses después de su hospitalización, y éste se ha quedado sin nada y con la sola posibilidad de entablar un pleito contra estas terroríficas autoridades para recibir alguna compensación.

Supongo que esto es lo que desean nuestros amigos eclesiásticos y de la ultraderecha que siempre están hablando de los mucho que nos quieren, pero de lo malos que somos y de lo injustamente que pedimos "derechos especiales".

Podéis ver el artículo original en inglés en el vínculo de "Joe my God" a la derecha.



miércoles, 14 de abril de 2010

Aburrimiento


Hay autores que envejecen sin remedio, subversivos, brillantes y renovadores de una época se trocan en palabrería sin sentido en la siguiente. Me temo que Genet es uno de ellos. Ayer tuvimos que padecer yo y unos amigos dos horas cuarenta minutos de aburrimiento asistiendo a la representación de "El Balcón" en las naves del Teatro Español en El Matadero de Madrid.

No es que la burguesía no sea hipócrita y corrupta (véase el Gürtel), ni que los ciudadanos no anden despistados y se dejen engañar por los figurones y los oropeles hoy como hace cincuenta años, pero el planteamiento que se hace en "El Balcón" es rancio y, peor aún, confuso, lo que en su tiempo podía ser provocador (el burdel) resulta hoy banal y los personajes, más bien arquetipos, son a veces casi incomprensibles. Si a esto añadimos un texto farragoso y repetitivo tenemos el aburrimiento garantizado.

El montaje de Ángel Facio es brillante en su concepción del espacio escénico, pero no tanto en la insistencia en hacer participar a unos espectadores aturdidos por explosiones ensordecedoras, obligados a volverse incómodamente hacia el balcón trasero (menos mal que sólo fue un momento) y castigados con discursos decimonónicos y el canto a de "¡A las Barricadas!" durante el bienvenido intermedio... que no fue tal. Un buen número de sufridas víctimas decidió huir y no aguantar la segunda parte, algo mejor que la primera, pero no suficiente para justificar la obra.

Tal vez con grandes cortes y un montaje bien distanciado, puesto que aquí se trata de los arquetipos del poder y no de los revolucionarios, de los que sólo se habla como amenaza, "El Balcón" hubiera sido más soportable, pero lo dudo. Genet conocía muy bien un mundo marginal de su tiempo que pinta con gran habilidad, pero los grandes discursos con pretensiones filosóficas no eran lo suyo y los años los ha convertido en pura arqueología.

Los intérpretes hacen lo que pueden, pero la mala sonoridad de las naves tampoco ayuda mucho cuando los actores hablan simplemente a media voz, lo que contribuye aún más al desastre.

La moraleja es que hay textos que están mejor en las bibliotecas.

martes, 13 de abril de 2010

¡Video Fantástico!

Os recomiendo que veáis este estupendo clip. La canción dice: "Si fuera un hombre me gustaría ser un oso.

Pulsad sobre este vínculo: Pixie Herculon

Os gustará mucho

Viaje a Segovia


Hace pocos días que con el Grupo de Mayores Gays viajé a Segovia. Era Viernes Santo, lo que quiere decir que había muchísima gente en movimiento y que la ciudad estaba más invadida que de costumbre por huestes de turistas nacionales y extranjeros cámara en ristre, niños que se movían con despiste, ancianos que lo hacían con torpeza, padres y madres con angustia, etc.

La ciudad estaba tan bella como siempre y no demasiado afectada por cortes para procesiones. Vimos un amago de una entrando en la catedral, lo que me volvió a confirmar en la idea del horrible cristianismo español, tan lleno de sangre, martirios e inquisidores y tan escaso de esperanza. En casi todos los países cristianos se celebra la Pascua, la resurrección, mientras que en España ésta desaparece tragada por las lóbregas imágenes kitsch de una contrarreforma de la que nadie se acuerda.

Era interesante comparar la masa de gente contemplando imágenes religiosas y el restaurante repleto de la misma gente devorando corderos y cochinillos sin la más mínima preocupación por la famosa abstinencia. Comimos estupendamente en José María y no estuvimos demasiado pesados para caminar hasta el Alcázar y visitar su interior, aunque sin subir a la torre, claro.

El viaje en AVE una delicia, se llega a Segovia sin sentir. La información que se nos dio en el tren: planos, folletos, etc., sólo puede calificarse de excelente. La nueva estación de Guiomar una belleza... Pero el transporte desde allí al centro (6 Kms.) y viceversa un desastre: autobuses repletos, poco frecuentes y con conductores antipáticos poco preparados para recibir turistas. Hasta el precio del billete es surrealista ¡88 cents! Ciertas ciudades históricas deberían hacer un esfuerzo para remediar detalles que afean.

Un buen día en muy buena compañía.

miércoles, 7 de abril de 2010

El Sexto Mandamiento


A la vista de los enormes escándalos de corrupción que se destapan en la actualidad y que afectan al PP de forma directa, me pregunto si los obispos van a sacar a la calle a sus disciplinadas huestes para protestar contra los graves pecados cometidos por todos los participantes contra los españoles en general, pero me respondo inmediatamente que no, apoyándome en el absoluto silencio que guarda la iglesia española sobre aspectos sobre los que habla poco y con la boca pequeña.


No debería sorprenderme, puesto que la “moral” de la educación católica que recibí versaba casi exclusivamente sobre el sexto mandamiento. Había siete pecados capitales, si no recuerdo mal, pero sólo la lujuria era verdaderamente mala y merecía explicarse, la gula, la soberbia, la avaricia, la ira, la envidia y la pereza eran de menor entidad.


Nuestros prelados considerarían sin duda un grave pecado la avaricia de los políticos de turno que les dejaran sin la generosa financiación que no podrían conseguir de sus fieles ni en sueños, pero como de momento este peligro no existe, los únicos pecados que consideran dignos de manifestación son la homosexualidad y el aborto, que tienen relación directa con el sexto mandamiento, sin duda el más serio de todos, menos cuando se considera digno de ocultación o de bula, especialmente si se trata de clérigos o de beneméritos fundadores de asociaciones integristas, como el Sr. Maciel.

lunes, 5 de abril de 2010

Excusas que acusan


La actual tormenta de los abusos pedófilos o "efebófilos" de eclesiásticos está poniendo de manifiesto que la iglesia, que tanto habla de la moral de los demás, es una institución bastante poco ética. Es cierto que no se puede pensar que la mayoría de los sacerdotes es abusadora, pero de lo que se acusa al Vaticano y a los jerarcas que de él dependen no es de abuso, sino de haberlo ocultado sistemáticamente, de haber puesto a más menores en peligro y de no considerar la angustia de las víctimas.

Los medios reaccionarios están llenos de excusas mil veces repetidas: se trata de una campaña anticristiana (promovida por una conspiración (judeo)masónica, según César Vidal), no hay tantos abusados, la culpa es de la revolución sexual, etc. Razones todas tan endebles y tan evidentemente traídas por los pelos que apenas si necesitan comentario.

Más aún, en la operación de camuflaje a que ahora se dedican los poderosos medios proeclesiásticos en todo el mundo, es posible utilizar la situación para desempeñar el papel de víctima, barrer para adentro y seguir arrogándose la superioridad moral lanzando acusaciones sin fundamento, como la de que en el fondo los culpables son los homosexuales, que son todos pedófilos y que se han infiltrado en la iglesia para sus perversos fines. No otra cosa vino a decir Bill Donohue, presidente de una importante asociación católica estadounidense y figura mediática de frecuente aparición en Fox News y otras tribunas ultraconservadoras.

Semejantes sofismas tampoco requieren más contestación que el desprecio. Para la iglesia es más importante que para ninguna otra institución la credibilidad y estas excusas más bien la acusan.

domingo, 28 de marzo de 2010

Pedofilia Estructural


No me alegro en absoluto de la actual tormenta de escándalos que acosa a la iglesia católica. No me alegro porque supone que hay muchos más casos y muchas más víctimas de las que denuncian, especialmente en países que, como España e Italia, tienen sociedades acostumbradas al silencio y judicaturas que más vale evitar. Pero algo puede pasar en algún momento que haga que el silencio se convierta en clamor también en el sur de Europa, porque sería ingenuo creer que los casos de que se habla son excepcionales.
La iglesia católica ha tenido y tiene un grave problema con el sexo, constante motivo de obsesión y pretexto de una moral que es abono para la hipocresía: si todo lo referente al sexo es sucio y vergonzoso, lo mejor es no hablar… pero al no hablar nadie sabe lo que pasa, además, si todo es pecado ¿qué diferencia puede haber entre un pecado y otro?... digamos, entre una masturbación y la violación de un menor.
La demonización absoluta del sexo por un lado y la imposición del celibato sacerdotal a edades impropias por otro son una bomba de tiempo. Muchos eclesiásticos se han criado entre terrores y rechazos, ven en el sexo condenación, no un medio de relación, amor y satisfacción y… prometen abstinencia absoluta cuando apenas si conocen los propios instintos. Lo sorprendente y lo que indica la resistencia del ser humano, es que haya tan pocos casos, porque éstos no son un accidente, sino una consecuencia a esperar, una característica estructural.
Yo estudié en colegio de curas en la época dorada del nacionalcatolicismo y no fui objeto de abusos sexuales, pero hubo compañeros que sí lo fueron, aunque no sabíamos como llamarlo. De lo que sí teníamos plena conciencia era del sadismo y los malos tratos físicos y psíquicos que nos infligían, además de la pobre calidad de la educación impartida por aquellos hombres tan necesitados de terapia, cuya única labor espiritual era la de hacernos rezar mecánicamente hasta el agotamiento.
En España podría hacerse un “Informe Murphy” igual al de Irlanda, sólo habría que ponerse a trabajar en ello.

lunes, 22 de marzo de 2010

A la "Lagerfeld"


Ser gay a la “Lagerfeld” es sensacional, pero espero que su (mal) ejemplo no cunda entre los esclavos de la moda y el ambiente, aunque no creo que haya mucho peligro. No todo el mundo puede permitirse ser personaje de relumbrón, miembro de un grupo privilegiado y habitante de un ambiente enrarecido en el que las dificultades de los humanos comunes se ven como lejanas.


Los gays tipo Lagerfeld rechazan cualquier clase de identidad homosexual, lo que no es extraño, puesto que se trata de personajes que son o se creen especiales en todo. Creo que este literalmente envarado y afectadísimo personaje (sin quitarle sus méritos artísticos) resume la posición de otros famosos similares. Según las declaraciones que ha hecho a la revista “Vice”, el matrimonio es “burgués”. “En los sesenta se reivindicaba el derecho a la diferencia, ahora, de repente, todos quieren una vida burguesa”. He aquí un pretexto progresista que yo he oído a muchos que han pasado a ser conservadores.


Sobre los hijos afirma que “para mí es difícil de imaginar. Uno de los papás trabajando y el otro en casa cuidando a los niños ¿Cómo sería eso para el bebé? Lo que sí veo más es a lesbianas casadas con hijos. Además, creo mucho más en la relación entre una madre y su hijo que entre un padre y su hijo”. El sexismo de esta afirmación es tan evidente y demuestra tan palmaria ignorancia de las muchas familias actuales en que el padre cuida a los hijos, bien por estar solo, bien porque así lo prefiere, que no necesita ninguna discusión.


Lagerfeld tampoco entiende que algunos “hagan un drama” de su homosexualidad. “No lo entiendo. No es un problema. No existe. Para mí nunca lo ha sido. Cuando era un niño y le pregunté a mi madre sobre la homosexualidad, me dijo ‘Es como el color del pelo. Algunos son rubios y otros morenos. Nada más’”.


Lagerfeld, que tampoco ha votado nunca, rechaza cualquier tipo de relación con el movimiento gay y ve la homofobia como algo ajeno a su vida personal. “Nunca he conocido algo así. No me ha pasado a mí ni a nadie que conozca”. ¿A quién le asombra que en el mundo de la moda nadie le haya rechazado nunca? ¿Cómo puede ser objeto de homofobia un personaje que siempre va en limosina y avión privados rodeado de acólitos?


Lagerfeld manifiesta no acostarse nunca con las personas a las que ama. “No quiero hacerlo porque el sexo no puede durar, pero el cariño sí”. Para tener sexo, Lagerfeld prefiere a los prostitutos de lujo. “Creo que es lo saludable. Y los ricos se lo pueden permitir. El resto necesita el porno”. El hombre se retrata en estas afirmaciones con las que compadece a todos los que no son ricos y famosos y confiesa su evidente incapacidad de amar.


Esta postura o una parecida es la que mantienen bastantes homosexuales homófobos que en la política, la iglesia y las artes se expresan de forma similar. Casi todos se sienten incómodos por una publicidad y normalización que tarde o temprano los obliga a manifestarse. Todos se consideran inclasificables, únicos y lejanos del vulgo, por lo que a menudo colaboran con los estamentos más reaccionarios.


Siempre he admirado la creatividad de este hombre como diseñador, pero como suele suceder con actores a los que uno admira cuando dicen las palabras de otros, pero que todo lo estropean cuando pronuncian las propias, más vale no prestar atención a opiniones propias de niño mimado siempre acostumbrado a recibir y nunca a dar.

sábado, 6 de marzo de 2010

La Caridad


Según me enseñaron en el colegio católico, al tiempo que me aterrorizaban hasta la pesadilla, la caridad era la gran virtud cristiana, la mejor y la que subsumía todas las demás.

Yo sabía entonces lo bastante poco de historia como para creerme que la iglesia y sus jerarcas practicaban siempre la caridad, y que ésta consistía, sobre todo, en dar limosna a los pobres y cuidar de enfermos. Estudios y experiencia posteriores me hicieron mucho más escéptico, pero un último hecho tira por la borda cualquier resto de respeto que yo pudiera tener hacia la benevolencia de la institución.

En Washington, capital de Estados Unidos, el parlamento del Distrito de Columbia (distrito federal) ha aprobado extender el matrimonio a todas las parejas, sean éstas de diferente o del mismo sexo. Dado que la jerarquía considera esto una aberración, aunque se trate de una ley civil y no se discuta su dogma, ha tomado medidas al respecto:

A partir de ahora los cónyuges de todos los empleados civiles que trabajan para la iglesia (más de 800) no estarán incluidos en los seguros colectivos de enfermedad y otros que se ofrecen como “benefits” a los mismos.

En los Estados Unidos, todavía sin un seguro general de enfermedad, esto es una medida grave, puesto que pagar un seguro privado es difícil o imposible para la mayoría, con lo que de hecho se condena a mucha gente a no tener cobertura sanitaria (la más importante) alguna.

¡Qué bien! Así ningún malvado jardinero, contable o friegasuelos podrá dar ventajas a su inmoral pareja… en el caso de que sea del mismo sexo, porque como están incluidas todas, para no aparecer como los fanáticos que son, también se quedan sin cobertura las de sexo diferente y casadas por la iglesia.

Caridad pura.

domingo, 28 de febrero de 2010

El autodesprecio


La edad y la experiencia no son obstáculo para que todavía haya gays que se sientan inferiores a los demás y que, por lo mismo, se crean y se dejen dominar por el desprecio que hacia ellos se dirige desde las filas de reaccionarios y fanáticos a los que gustaría volver a 1950 en todos los sentidos.

Los que hoy tenemos más de 60 años crecimos en una época en la que la homosexualidad sólo se entendía como perversión, enfermedad, pecado e irrisión. Yo he oído idioteces tales como que "los maricones tienen tendencia a dar puñaladas en el estómago", o "¿cómo se puede ser homosexual con la cantidad de chicas guapas que hay?". Una iglesia intolerante e hipócrita, el machismo cerril y unas leyes crueles se unían al silencio público más absoluto, la falta de referencias válidas y la voluntaria confusión inducida por algunos médicos y gurús culturales con claros objetivos conservadores, para que en el paisaje social pareciera que la homosexualidad era algo excepcional, raro, monstruoso y sin ninguna característica que la alejara del vicio.

¿Amor? ¡De eso nada! Los homosexuales no aman, sólo desean, son viciosos naturales, la homosexualidad es sólo sexo. Ritornello devaluador adoptado también irresponsablemente por algunos revolucionarios de salón a los que gustaba y aún hoy gusta alardear de transgresión, aunque ya no haya nada que transgredir.

Unos y otros se cierran a la evidencia de que, sea cual sea su origen (cada vez más claro que biológico), es una variable permanente en la condición humana, por lo que hay en todas las sociedades una minoría, que puede llegar al 10% de ciudadanos homosexuales, que no es una condición que se elija, que no se contagia ni se aprende y que no priva del derecho a amar, a casarse y a los demás que tienen los otros que también trabajan y pagan impuestos.

Duele mucho oír prejuicios repetidos en boca de héteros, pero duele más oírlos en boca de gays. ¿Cómo se siente la persona que se considera a sí misma peor, anormal, enferma y viciosa? Da miedo pensarlo.

Seamos comprensivos, porque son ellos sus propias víctimas.

viernes, 5 de febrero de 2010

Viejos y residencias II


En contra de los estereotipos y de las creencias de la mayoría, gays incluidos, es casi inevitable que una buena parte de los individuos LGTB que ahora tienen alrededor de los sesenta termine en alguna clase de dependencia. Las personas que sobrepasan los ochenta, aunque estén en buena salud, son más frágiles y están menos dispuestas a vivir solas y aisladas. Pero dependencia no quiere decir automáticamente RESIDENCIA, siempre que haya otras posibilidades y que la persona se haya preocupado de buscarse las mismas.

Lo primero que se debe pensar es que forzosamente se van a perder muchos de los contactos anteriores: cónyuges y amigos desaparecen, la movilidad disminuye, la curiosidad tiende a embotarse y la paciencia a agotarse. Muchos mayores acaban totalmente solos y, cuando se quieren dar cuenta, es muy difícil salir de esta soledad.
Se debe asumir igualmente que las facultades físicas van a disminuir, por mucho que nos empeñemos en comer bien, hacer ejercicio y no dejar pasar las revisiones médicas de rigor. Habrá cosas que no podremos hacer o que no haremos igual de bien, puede que tengamos que dejar de conducir el coche, de cocinar, de veranear donde solíamos, etc. La mayor longitud de la vida no siempre es gratis y puede venir acompañada de enfermedades crónicas, molestias y discapacidades.

Muchos héteros de nuestra generación aún se creen que sus hijos son la solución y que les echarán una mano y hasta los acogerán si hace falta, pero nosotros no podemos llamarnos a engaño, porque salvo algunas honrosas excepciones sabemos que no podemos esperar nada de nuestras familias, aun en los casos en que nos tratan civilizadamente. Somos nosotros los que tenemos que prepararnos el futuro y eso significa poner ya en práctica un sistema que nos garantice una vida decente en circunstancias menos favorables y durante el mayor tiempo posible.
¿Qué tenemos que planificar entonces? Lo que podríamos llamar la trilogía mágica:

  • Finanzas
  • Vivienda
  • Círculo social y de ayuda

El dinero es fundamental para que todo lo demás funcione. No quiero decir que haya que tener mucho, sino que debemos saber con qué cantidad contamos y donde podemos obtener ayudas externas que suplan lo que nuestros medios no nos permiten. Los mayores de 65 suelen disfrutar de muchos beneficios, pero hay que informarse bien de todos ellos y, a riesgo de resultar pesado, hay que ser insistente y no rendirse ante un primer no a una demanda. Las ayudas a domicilio permiten una gran independencia y una mayor calidad de vida, sin tener que abandonar el domicilio propio.

Puede que si se quiere tener más dinero haya que introducir otros cambios: una vivienda más pequeña puede ser también más barata y la venta de muebles, colecciones y objetos atesorados puede ser un medio de obtener líquido y de librarnos de un capital muerto. La revisión de sistemas de aislamiento, calefacción, refrigeración, etc., es un gasto, pero hay que pensar en el dinero que puede ahorrar a medio y largo plazo. Las cosas no son forzosamente buenas “porque siempre se hayan hecho así”.

Continuaremos en posts sucesivos.