domingo, 23 de diciembre de 2012

EDUCARSE LA VISTA

Uno de los grandes problemas del exceso de imágenes que nos inunda, de la ahogante publicidad y de las técnicas modernas que todo lo afinan, es que acaban por estragar el gusto de casi todos y nos cuelan en el inconsciente un modelo de "belleza" inhumana por ultra-perfecta, ajustada a patrones manidos y convencionales que aproximan las mujeres a la muñeca Barbie y los hombres al soso Ken.

Aunque patrones y modelos han existido siempre como visiones ideales, las imágenes no estaban antes tan omnipresentes, el arte, especialmente el gran arte, enriquecía la realidad con alguna imperfección y el artista, pintor o fotógrafo, siempre intentó ver la belleza patente o escondida en un sinnúmero de variantes, lejos del aburrido standard de un concurso de Miss Universo.

Hay mucha gente bella que sufre por tener alma y no parecerse al plástico inanimado de las maniquíes, pero todos hacemos sufrir al no apreciar lo que tenemos delante, la mujer de curvas generosas con el tipo de ánfora griega, la gracia gatuna de la que es un poco masculina, el chico femenino que se mueve como un bailarín, la solidez de un trabajador esculpido angulosamente y con imperfecciones, el viejo delgado con una nube de pelo blanco y nariz de águila... para el que sabe mirar los seres humanos son admirables en su variedad y casi todos tienen algo que ofrecer, con cualquier tipo y con cualquier edad, más cuanto más tengan dentro.

Hay mucha belleza descabezada por críticos atrabiliarios que se erigen en jueces del gusto ajeno y que actúan como los bárbaros que mutilaron las estatuas antiguas, pero a menudo el más ciego es el que se cree más esteta.

sábado, 15 de diciembre de 2012

EL MATRIMONIO IGUALITARIO ES... ¡UNA AMENAZA A LA PAZ MUNDIAL!

No es realmente una noticia demasiado relevante que el Papa Benedicto vuelva a condenar la homosexualidad, la igualdad de derechos y a los homosexuales, pero sí una llamada de atención a los que se creen que todo está ganado y que ya no hay que luchar más, manifestarse, organizarse y presionar, especialmente cuando coinciden varios sucesos significativos.

El primero son las palabras del papa infalible:

Necesitamos reconocer y promover la estructura natural del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, frente a los intentos para hacerlo jurídicamente equivalente a tipos de unión radicalmente distintos. Estos intentos dañan y desestabilizan el matrimonio en la práctica, al oscurecer su naturaleza específica y su papel indispensable en la sociedad.
Estos principios no son verdades de fe, ni tampoco un simple corolario de la libertad religiosa, sino que están inscritos en la naturaleza humana misma, accesible mediante la razón y son , por tanto, comunes a toda la humanidad. Los esfuerzos de la Iglesia para promoverlos no son, pues de carácter confesional, sino que se dirigen a toda persona independientemente de su filiación religiosa.
Los esfuerzos de esta índole son tanto más necesarios cuanto más se niegan o se malentienden estos principios, puesto que su negación constituye ofensa contra la verdad de la persona humana con grave daño a la justicia y a la paz.

Es decir, los homosexuales, su derechos y sus actos constituyen un grave insulto contra la autoridad de mi organización, que tiene un derecho indiscutible a imponer sus normas morales a todo el mundo, allí donde pueda y donde la dejen... según la "ley natural" que nosotros hemos decretado.

El segundo es que los representantes del PP en el Parlamento Europeo votaron en contra de una serie de recomendaciones dirigidas a todos los estados miembros de la UE para que terminen con las discriminaciones contra las personas LGTB, reconozcan las uniones y matrimonios celebrados en otros estados, etc. Dado que la legislación española reconoce ya todas estas cosas, es de suponer que el PP está en contra de ellas y que, si puede, intentará volver a las prohibiciones, al armario y otras indignidades.

El tercero: un grupito de jóvenes ultraderechistas se dedicó a perseguir y pegar a los que percibían como gitanos y homosexuales en las elegantes calles del Barrio de Salamanca de Madrid. Es de suponer que habían oído a Benedicto, menos de imaginar que sabían algo del Parlamento Europeo, aunque es posible que conocieran a alguno de los representantes homófobos. Algunos están detenidos, pero seguramente no lo estarían con otras leyes más basadas en la "ley natural" propuesta por un papa infalible que dio su bendición a Rebecca Kadaga, presidenta del parlamento de Uganda, que pretende "regalar" a su pueblo una ley antihomosexual que incluye hasta la pena de muerte, pero claro está que esto no es injusto y no ataca la paz.

martes, 11 de diciembre de 2012

PEQUEÑOS DETALLES CONFESIONALES

Hay cosas de las que los españoles no son demasiado conscientes y hay que reconocer que no es culpa suya; no se puede vivir en un ambiente opresivamente católico sin perder parte de la percepción real de las cosas: nombres de calles, de hospitales, de centros de enseñanza públicos y un sinfín de cosas más tienen nombres religiosos, especialmente de las ridículas e idolátricas advocaciones de vírgenes de las que está salpicada la geografía; a casi todo el mundo le parece "normal" recibir continuas felicitaciones de Navidad con motivos píos, y nadie pone en duda que tener belenes en centros y lugares públicos es algo tan tradicional que no merece comentario.

No es, pues, nada extraño que el presidente del Congreso, del inefable PP, esclavo de la jerarquía episcopal, haya enviado una felicitación institucional con virgen incluida... ¿no estamos en Navidad? ¿Qué cosa más natural?... ¡Pero no! Hay que rebelarse siempre contra estos detalles que siguen demostrando la vergonzante confesionalidad del estado. En España hay muchos cristianos que no son católicos ni adoran imágenes, muchos musulmanes, muchos budistas y muchos ateos, y todos son españoles también, aunque no participen de los dogmas vaticanos. Las fiestas de Navidad pueden ser tradicionales, pero ni son exclusivamente católicas, ni siquiera cristianas. El presidente de la cámara que esto hace demuestra ignorancia, pero también falta de respeto a los que no creen en su religión, el mismo respeto que constantemente se pide a los otros en toda ocasión.

¿Falta de sensibilidad? ¿inadvertencia? NO; confesionalismo, nacional-catolicismo e imposición de un dogma a los otros. Solo eso.

jueves, 6 de diciembre de 2012

CONTRARREFORMA

Por si alguno se ha olvidado, la Contrarreforma fue el movimiento que emprendió la Iglesia Católica contra las herejías de Lutero, Calvino y demás reformadores que habían acabado  con el monopolio religioso romano en occidente, puesto que en oriente el cristianismo ya tenía otra cara desde 1050. El protestantismo no fue para atrás, se mantuvo allí donde era fuerte, pero el catolicismo se enrocó en los territorios en los que así interesaba a las poderosas monarquías que lo defendían. Tal vez hubo alguna espiritualidad, pero la reacción contrarreformista fue un movimiento político y militar alentado por poderes terrenales, empezando por el del papa-rey de Roma.

Nuestro inefable ministro Wert parece empeñado en algo parecido al impregnar de ideología algo tan necesitado de reforma y mejora como la educación en España, a la que se recorta en lo esencial, se adorna en lo accesorio y se perfuma de incienso a la mayor gloria de la secta católica y de sus empecinados jerarcas.

Ningún problema real: temprano abandono escolar, enseñanza anticuada, programas irreales y obsoletos, universidad de baja calidad,, divorcio entre estudio y sociedad, etc., etc., se resuelve con menos dinero y mayores dosis de religión, pero esto es lo que parece, solo parece, creer el ministro Wert y el gobierno que lo apoya y se vale de la mayoría absoluta que tan tontamente se le ha concedido.

Digo que parece, porque en realidad no se lo creen, lo que se transparenta de verdad es que la educación de la mayoría les importa realmente un bledo, porque en la única que creen es en la suya: sus retoños irán a caros colegios privados y pueden aspirar a estudiar en alguna buena universidad  anglosajona. Tienen dinero y mandan, los que deben obedecer cuanto más tontos mejor. Así a lo mejor hasta se vuelven cristianos otra vez, aunque esto es más dudoso.

¡Qué gran victoria! parecen también creer los obispos, que restauran así las verdaderas creencias en contra de los impíos incrédulos que hasta hace poco gobernaban; nuestro partido nos ha obedecido en esto a la espera de que el ambiente esté dispuesto para más obediencias... ¡pronto habrá que entendérselas con esos maricones!... ¿Servirán las nuevas normas para que la gente vuelva a llenar las iglesias?... En realidad no y los señores de morado también lo saben, pero eso no les importa demasiado porque de momento tienen la influencia, el dinero y el poder que necesitan, bien servidos por sus lacayos laicos infiltrados. Cuando todo vuelva a cambiar y alguien quiera mejorar de verdad el sistema, educar a más gente, difundir la ciencia y atacar prejuicios y supersticiones ya se ocuparán ellos de dar muchas voces, convocar muchas manifestaciones y pretextar que defienden la libertad para seguir imponiendo su oscurantismo