lunes, 30 de marzo de 2015

LEYES, CRETINOS Y MALVADOS

Michael Pence, gobernador del estado de Indiana en los Estados Unidos, acaba de firmar una ley mezquina que so pretexto de “libertad religiosa” permite no servir, es decir discriminar, a todas las personas por razón de su orientación sexual en cualquier negocio.
La ley es cruel, una venganza contra las personas LGTB por la obligación de aceptar el matrimonio igualitario que viene impuesta al estado por sentencias judiciales, pero también es tonta y chusca porque ¿cómo se distingue quién y quién no es LGTB? Cuando se pretenda celebrar un matrimonio del mismo sexo es fácil, pero en la mayor parte de los casos no lo es, lo que sin duda, dará lugar a situaciones ridículas y embarazosas para no pocos que pueden ser tomados por lo que no son.
El cretinismo de raíces religiosas está en la base de medidas como ésta, que utilizan la palabra “libertad”, tan cara a los reaccionarios norteamericanos, para quitársela a las personas que detestan. Se trata de discriminar, meter en el armario, hostigar y perseguir a individuos no gratos por cualquier causa y no sólo por razón de su orientación sexual.
Las leyes no lo pueden arreglar todo, incluso si el Tribunal Supremo de la Unión decide que las prohibiciones de matrimonio igualitario son inconstitucionales, veremos mucha resistencia y muchas otras leyes como ésta en otros estados de electorados retrógrados, por eso no hay que asombrarse de que la lucha por la igualdad real nunca se termine, aunque se disfrute de la legislación más avanzada posible.
Las declaraciones de derechos y las primeras constituciones liberales en Estados Unidos y Francia, todavía en el siglo XVIII, garantizaban la igualdad de todos los seres humanos, pero la esclavitud sólo fue abolida en general en la segunda mitad del siglo XIX ¡y en Francia las mujeres no obtuvieron el voto hasta 1946! Los derechos LGTB no han hecho más que empezar su andadura y el camino es aún largo, no hay que rendirse.

miércoles, 25 de marzo de 2015

ÉTICA, POLÍTICA Y ESTÉTICA

Hay muchos escépticos que piensan que ética y política son cosas incompatibles, especialmente en épocas en las que salen a relucir múltiples escándalos que hacen hasta dudar de la democracia o descalificarla, pero los críticos fáciles se olvidan de que sin prensa libre y libertades los abusos simplemente no saldrían a la luz y, como mucho, se quedarían en rumores nunca demostrados. No es malo que haya políticos procesados, sino una muestra de que con todas sus imperfecciones las leyes se aplican y la justicia, aunque tardía y renqueante cumple con su función. En Rusia o en China cuando alguien es condenado por “corrupción” se está ante la venganza política de un gerifalte contra otro, sin que pueda creerse nada más.
Lo malo es que la política no puede reducirse a ética, porque por su propia naturaleza requiere precaución, desvío, táctica y discreción. Un buen político puede intentar ser ético y hasta puede conseguir acercarse a ello, pero alguien que siempre dice toda la verdad, incluso lo que piensa realmente de los demás, que nunca hace favores a nadie y que se comporta como un severo maestro con justicia perfecta tiene muy poco futuro político, si es que llega a empezar. Los votantes se quejan mucho cuando les mienten, pero se quejan igual cuando les dicen la verdad con todas las letras, porque en general les gusta que les digan sólo lo que quieren oír.
También se puede pensar que estética y política no tienen nada que ver, pero en nuestro mediatizado mundo es más que evidente que tienen mucha relación. Es antiestético mostrar el obsceno enriquecimiento de algunos mientras otros se empobrecen, pero también lo es tener mala imagen, no dar bien en la pantalla o difundir el mal gusto vestimentario, económico e intelectual, que no es único, puesto que lo que a algunos parece exquisito a otros les puede parecer repugnante.
Sería erróneo creer que el ciudadano medio es muy racional y vota siempre meditadamente en las democracias, porque la visceralidad puede con frecuencia más que la razón y los sentimientos son guiados por imágenes, sonidos y otros estímulos bastante pavlovianos contra los que cifras y razonamientos pueden poco. Es decir, que la estética es más importante de lo que parece, aunque también se equivocaría quien igualara estética con belleza, porque a veces lo que se elige es justo lo contrario, la fealdad que parece ética, aunque sea antiestética.

viernes, 20 de marzo de 2015

NO ENTIENDEN

Hay muchas clases de inteligencia y no todos tienen todas, de aquí que Dolce&Gabanna hayan sido sorprendidos dIciendo tonterías y que Madonna les haya dicho, con razón, que “hay que pensar antes de hablar”, pero no es sorprendente que hayan hablado desde un país como Italia, que vive aún en una ensoñación familiar arcaica, aunque sí lo es que tengan una ignorancia tan absoluta de la evolución biológica y social, indigna de personas que se suponen listas y ligeramente cultas.
D&G caen en el error de considerar la orientación sexual como algo exclusivamente genital, equivocación típica de sociedades en las que el armario es la regla y la doble vida la obligación, es decir, que no importa lo que uno haga, siempre que no se hable de ello, aunque todo el mundo lo sepa. Pero, más aún, hay todavía bastante gente que no se ha dado cuenta de que sexo, reproducción, género, orientación y familia son conceptos independientes y sin los mismos vínculos obligatorios de antes.
En las sociedades tradicionales varón y hembra tienen una orientación sexual dependiente de sus genitales de nacimiento, se comportan de acuerdo a los convencionalismos culturales de su género biológico, se relacionan sexualmente o se casan casi obligatoriamente y tienen hijos por accidente o voluntariamente, al margen de que sean buenos padres o no.
El problema es que hoy biología y evolución social permiten que:
  1. Los genitales de nacimiento sean sólo una característica, pero no obliguen ni a una orientación sexual, ni a una identificación de género ni a una identidad sexual determinada.
  2. La reproducción sea un acto voluntario porque puede ser controlada activa o pasivamente, es decir, que puede impedirse en todos los casos o puede provocarse mediante técnicas de reproducción asistida.
  3. La familia no tenga casi en ningún caso la antigua estructura ideal de Padre único proveedor y Madre ama de casa dedicada a la reproducción y la educación de los hijos. Hoy trabajan los dos y tienen roles más difuminados.
  4. Los homosexuales no han tenido casi nada que ver con esta evolución, favorecida por la comunidad científica y toda la sociedad, mayoritariamente heterosexual, que es la que ha buscado las técnicas reproductivas modernas. Que algunos homosexuales se aprovechen ahora de ellas es un efecto secundario, pero de ningún modo la causa principal.

D&G tienen tanto derecho a sus opiniones como cualquiera, pero cuando demuestran ignorancia, prejuicios, no entender nada y vivir en su particular burbuja, desde la que se atreven a lanzar admoniciones morales, están sujetos a crítica, burla y exposición a la vergüenza pública, y nadie puede rasgarse la vestiduras por esto.

sábado, 14 de marzo de 2015

GAIS HOMÓFOBOS

¿Es esto posible? se dirá más de uno. No sólo es posible sino frecuente. Menos en estos tiempos que en el pasado, pero no tan raro en sociedades que más que aceptar toleran poniendo mala cara.
Viene esto a cuento por las tontas declaraciones de los famosos modistos Dolce &Gabanna, antes pareja, siempre socios y con evidente inclinación a los jóvenes musculosos, sexys y bien dotados.
Casi nunca hay que tomar demasiado en serio las opiniones políticas o sociales de famosos y famosillos, aunque son el material de que se nutren los medios más cutres, pero desgraciadamente tienen un eco desmesurado entre las gentes más desinformadas, a las que confunden más de lo que están.
Los antedichos han afirmado que la adopción por parte de gais es una aberración porque todos los niños deben tener papá y mamá y, además, ellos están en contra de niños producto de la química o procedentes de gestación subrogada. ¡Pobres criaturas, sin una MAMMA que les sirva la pasta recién hecha! Un poco más y se flagelan en público repitiendo las mismas tonterías irresponsables y crueles que salen de la boca del obispo de Alcalá.
Aparte de confundir química con biología y genética, estos dos señores demuestran ser perfectos productos de un país en el que la influencia vaticana, la tradición machista y el familismo mediterráneo alcanzan grados tan altos que se ha convertido en una isla en Europa Occidental.
Pero no hay que pensar que Italia es una excepción, se trata sólo de una cuestión de grado: el horror por la pluma, el armario virtual, la falta de enstusiasmo por las leyes igualitarias y la reducción de orientación sexual a puro roce anónimo están bien presentes entre nosotros, sin que muchos se den cuenta hasta qué punto todo esto es pura homofobia disfrazada a veces de estética y otras de ética.
Sin embargo, no hay ética alguna en negar protección a niños que de no ser adoptados no la tendrían, ni derechos a personas que demuestran tener una vocación de padres que muchos que lo son por casualidad u obligación no tienen.

viernes, 13 de marzo de 2015

DISCRIMINADOS POR EDAD

Una de las cosas más molestas del actual discurso político en España, y ambién fuera de ella (véase Francia), es que la pasión, los viejos clichés y el sectarismo sustituyen a la razón con lo que se hace imposible un análisis de los problemas reales, que tienden a verse a través de un prisma tan deformante que toda verdadera solución se aleja.
Nadie pone en duda que las sociedades europeas, pero no sólo ellas, sufren un proceso acelerado de envejecimiento: los jóvenes son cada vez más escasos dada la bajísima natalidad, mientras que la edad media se alarga, así como la buena salud de la mayor parte de las “personas de edad”.
Estas tendencias hacen simplemente imposible el mantenimiento de sistemas de retiro y pensiones como han sido hasta ahora. Bastan unos simples cálculos para darse cuenta de que sostener a los que se retiran a veces a los 55 años durante 40 o más años sobre los hombros de los activos que cotizan, en un mercado laboral menguante y sometido a profundos cambios tecnológicos, es absurdo.
Sin embargo, cuando se proponen medidas tan lógicas como terminar con los límites obligatorios a la edad de jubilación se levantan enseguida voces indignadas que califican tal medida de “neoliberal”, “retrógrada” “en contra del empleo de los jóvenes”, etc. Obsérvese que no se trata de obligar a nadie a trabajar indefinidamente, sino de permitir que pueda hacerlo quien lo desee.
No ganamos nada con aferrarnos a ideas, palabras y dogmas antiguos. La jubilación a una cierta edad podía ser una conquista en tiempos pasados para albañiles de andamio obligados a morir en el tajo, pero no tiene el mismo sentido para empleados de mesa y pantalla con cobertura de seguro médico en oficinas con calefacción. Seamos realistas y discutamos de los problemas con lógica y sin prejuicios.
Muchos mayores son más productivos que los jóvenes por experiencia y conocimiento, y una sociedad más productiva y más rica también proporcionará más puestos de trabajo, porque éstos no son una cantidad fija, como algunos parecen creer. No existe relación directa alguna entre los mayores empleados y los jóvenes desempleados, como se empeñan en decir demagogos que también han criticado en el pasado el empleo femenino que iba “contra el empleo de los padres de familia”.
Una advertencia: ni los puestos de trabajo y sus salarios, ni las pensiones dependen exclusivamente de voluntades gubernamentales o de la magia contable, sino que tienen que estar basados en sólidos fundamentos económicos y hacendísticos. La idea de que esto se puede obviar con “voluntad política" es primitiva y obedece a ciertas propagandas populistas… destinadas a desprestigiarse al contacto con la realidad, pero no sin antes causar tanto o más más sufrimiento que los toscos recortes de los “señoritos”.

miércoles, 4 de marzo de 2015

PISOS Y CURRÍCULOS

Como dije en mi post anterior, la jerarquía eclesiástica española parece vivir en un mundo irreal en el que lo que importa son los privilegios por encima de cualquier otra cosa. Resulta chocante que cuando se anuncia que apenas hay sacerdotes y que la edad media de los mismos es tan elevada que se corre peligro de colapso, el Cardenal Rouco se esté reformando un piso de gran superficie con alto coste para pasar su dorado retiro.
No soy de los que cree que los altos cargos deban vivir espartanamente, esto es una simpleza igualitarista y poco realista, pero hay límites para todo y creo que los fondos para tanto lujo no son propios del cardenal, lo que excusaría bastante, sino de una institución siempre quejosa de lo poco que se le da a costa de todos, creyentes, no creyentes y otros.
Este cardenal es perfecto representante de una jerarquía que nunca aceptó verdaderamente el Vaticano II y que volvió a encontrarse bastante cómoda con Juan Pablo II y Benedicto XVI, para encontrarse nuevamente incómoda ahora, pero sin ninguna conciencia ni social ni de la época. Con menos fieles cada día, sin prestigio intelectual o moral, sin personal y sin planes, su actividad se limita a intentar una nueva e inmoral reamortización, a presionar a sus sirvientes políticos para que impongan un currículo religioso ridículo en un intento desfasado de proselitismo y a tratar obsesivamente de los únicos puntos “morales” que le interesan: aborto, homosexualidad, etc.
No es de extrañar que a una iglesia semejante, encerrada en sí misma, la sociedad le dé la espalda, cuando no la señale con el dedo como un mal ejemplo a no seguir. Tal vez no se pueda ser feliz, como se dice en su tonto currículo, sin alguna clase de dios, pero desde luego se puede ser muy feliz lejos de la iglesia.

lunes, 2 de marzo de 2015

DEMOCRACIA E IGUALDAD

Libertad, Igualdad, Fraternidad es el viejo lema de los revolucionarios franceses, aún muy atractivo para algunos, pero siempre mal comprendido. La palabra “libertad”, por ejemplo, puede entenderse de formas más variadas de lo que se piensa y aplicarse a objetivos muy diferentes. No se les cae de la boca a algunos nacionalistas, aunque lo que quieren decir con ello es que desean privilegios especiales y poder discriminar a otros, también abusan de ella los que quieren seguir persiguiendo a minorías sexuales y de otras clases mediante leyes injustas que les den la “ ibertad" de rechazar y sentirse superiores.
La fraternidad es aún más general, pero su uso legal es muy limitado y no tiene importancia política.La igualdad es otra cosa, porque de ella se habla constantemente, directa o indirectamente, especialmente al tratar de la desigualdad, creciente según algunas medidas en la globalizada economía moderna y, por tanto, una amenaza para la democracia y sus valores.
Efectivamente, una desigualdad excesiva puede ser un problema cuando una gran parte de la población está descontenta y se hace desafecta a un sistema de libertades del que no ve las ventajas. Pero muchas democracias han vivido y medrado con considerables grados de desigualdad, como los Estados Unidos, por ejemplo, siempre que se ha visto como posible una posibilidad de ascenso social, aunque ésta haya sido más teórica que real.
El problema de los países menos afectados por principios calvinistas es que se tiende a poner igualdad y libertad al mismo nivel, se confunden ambos términos y se pone a la igualdad como condición sine qua non de la democracia. Graves errores todos porque la libertad auténtica supone siempre desigualdad. Igualar a todos por abajo es lo que se ha hecho a menudo en regímenes totalitarios, sin que ello haya supuesto mayor libertad, sino todo lo contrario.
Solidaridad y atención a los menos favorecidos no quiere decir igualación obligatoria, aspiración de envidiosos, frustrados y enemigos de una libertad que ven con la enemistad del que no la sabrá usar. La “Egalité” de los revolucionarios franceses significaba que no habría privilegios de nacimiento, que se abolía la división artificial entre nobles y plebeyos y que todos serían ciudadanos; nada más y tampoco nada menos.

domingo, 1 de marzo de 2015

RELIGIÓN Y EDUCACIÓN

Para prueba del mundo irreal en el que vive la Iglesia Católica Española basta su disgusto con el tratamiento dado a la clase de religión en las leyes educativas. Resulta que para la jerarquía episcopal el gobierno trata mal, pero que muy mal la "educación" religiosa en currículos y programas(¡?), pero dado que el actual partido gobernante es el más propenso a obedecer a la jerarquía y el más inclinado a someterse a sus dictados, resulta bastante chusco que se proteste una reglamentación que va a durar lo mismo que la ley Wert, es decir bastante poco o que, en el caso de que el PP vuelva a gobernar con alianzas indefinidas y la antedicha ley se mantenga mal que bien, se piense que tendrá apoyos para reformar la ley en el sentido integrista que demandan los mitrados.

En una sociedad cada vez más alejada de creencias y obediencias, con un clero decrépito y niveles de credibilidad y confianza bajo mínimos, estas pretensiones son absurdas, pero muestran la considerable ceguera que aqueja a una organización y una jerarquía que han vivido mayoritariamente de espaldas cuando no en contra de la mayoría social. Las afirmaciones que se hacen en el currículo publicado en el BOE y su redacción misma son prueba fehaciente de prepotencia, orgullo y falta de realismo, con una voluntaria confusión entre religión y educación, como si ésta fuera imposible sin aquella, y entre moral católica y ética, como si la segunda fuera dependiente de la primera.

Después de muchos siglos de comportarse como ahora lo hacen los islamistas más bárbaros y desaforados, y tras la debacle que supuso la lenta separación de iglesia y estado a lo largo de los últimos 200 años, el Vaticano y otras organizaciones afines quieren aparecer como lo que no han sido, es decir, tolerantes, dedicados a la caridad y origen de la democracia y los derechos humanos. El marketing en este sentido es intenso, repetitivo y a veces inteligente, pero mentiroso y deformador de la historia, sin que quepan demasiados subjetivismos. Las iglesias nunca condenaron la esclavitud, la pena de muerte o la guerra hasta el siglo XIX y las siguieron excusando hasta más tarde, persiguieron a herejes, no creyentes y minorías varias con ferocidad, mantuvieron a la mujer como ser inferior y destruyeron incontables obras de arte por "idolátricas", igual que los salvajes que aparecen en el vídeo de Mosul. Es una suerte relativa que el vídeo sea una invención moderna, pero hay abundantes pruebas de la barbarie sin necesidad de imágenes.

Claro que siempre hubo cristianos más humanos y comprensivos y que las barbaridades no son exclusivas de las iglesias, pero esto no es una excusa y no explica nada. La sociedad civil puede entenderse perfectamente sin religión, la educación ética y científica no tiene nada que ver con ella y los intentos de imponer currículos confesionales directa o indirectamente a toda la población deben denunciarse como intromisiones injustificadas, cuando no como claros atropellos. Claro que, según los obispos España es un estado confesional, pero no laico, extraña diferencia que se traduce como: La Iglesia Católica tiene privilegios adquiridos y las demás deben ser solamente toleradas.... igual que los no creyentes, a los que hay que ignorar y silenciar en lo posible

La instrucción religiosa no tiene lugar alguno en la escuela; ya es bastante grave que haya padres que fuercen dogmas en las mentes infantiles sin reparar en las consecuencias.