miércoles, 31 de julio de 2013

ONDAS DE VIOLENCIA

Hay personas poco conscientes y muy amantes del deporte que se enfadan cuando se anuncian boicots a juegos y eventos por "razones políticas", porque "deporte y política no tienen nada que ver." Esto es, por supuesto, falso: no hay tiranía que no haya hecho del deporte un medio de propaganda, ni país que no vea en él un modo de prestigiarse, a veces de manera muy infantil. La sociedad actual es esclava de la imagen, el marketing y los mitos; lo era ya hace mucho tiempo y eso no va a cambiar.

La actual campaña de boicoteo del Vodka Ruso y de los Juegos de Sochi el 2014 ha sido atacada por los habituales "neutrales" como exagerada, fuera de lugar, porque "¿qué pueden importarnos las leyes rusas?", después de todo ya se sabe que Rusia es un país menos civilizado y que, de todos modos los visitantes no serán molestados en general, a no ser que se empeñen en "hacer política", manifestarse o mostrar banderas del arco iris. Decir a estas personas que su indiferencia es racista, homófoba e incitadora a la violencia cae en oídos sordos, porque no hay mejor sordo que el que no quiere oír.

Las leyes rusas contra la "propaganda homosexual" (casi cualquier cosa), legitiman la violencia, del mismo modo que las manifestaciones en Francia contra el matrimonio igualitario han abierto una puerta que se creía cerrada. Si las personas LGTB resultan nuevamente sospechosas de algo, aunque sea de forma vaga y poco precisa, todos los energúmenos a los que mueven frustraciones, inseguridades, nacionalismos y odio genérico tienen un perfecto chivo expiatorio al que atacar. Como la piedra que cae en el estanque, el resultado puede ser mayor o menor, pero las ondas que se ensanchan llegan hasta la orilla y afectan a todos.

El COI es culpable si mantiene los juegos en un lugar tan hostil, pero también lo son todos los neutrales a quienes nada importa lo que les pase a los rusos, LGTB o no.

sábado, 27 de julio de 2013

¡AMENAZADA POR LOS HOMOSEXUALES!

Así es como se siente la presidenta del PP vasco, que ha tenido la falta de inteligencia de decir lo que verdaderamente piensa, para poner en evidencia la absoluta falta de lógica y los prejuicios del discurso ultraconservador de su partido. Esta señora, como muchos de sus partidarios, cree que el matrimonio solo es posible o solo puede llamarse así si se produce entre un hombre y una mujer y, si alguien piensa lo contrario, "se siente atacada", quien pretenda extender el derecho a otros lo hace "contra ella" o ellos o quien sea. Por su cabeza no pasa el hecho de que para ellos NO CAMBIA NADA. Eso no importa, puesto que si se dan derechos a otros ellos ya no son privilegiados, mejores moralmente, buenos, santos y apuestos. Resulta que la gentuza puede hacer algo que antes no podía y eso, claro, es un insulto contra ella, que es heterosexual y cree en la única religión verdadera.

Es interesante que la persecución que se pretexta consista en que no se persiga o se discrimine a los demás. Es como si se dijera: "si no pegas al maricón de al lado yo me siento ofendida... porque yo soy una chica como Dios manda y quiero que le pegues una paliza para que se dé cuenta de que es subhumano..." o algo parecido.

El PP español vive en la prehistoria y se complace en la ignorancia.... pero alguien dijo que su gran ventaja era que nunca había caído en la corrupción.... ¡Vaya!

lunes, 22 de julio de 2013

NI A RUSIA NI A DUBAI

Mientras los derechos LGTB y los de las mujeres progresan en occidente, hay lugares en los que se sigue utilizando el viejo truco del chivo expiatorio contra unos y otras para tapar problemas o complacer un machismo brutal reforzado por religiones oscurantistas. Harvey Fierstein ha publicado en el New York Times un excelente artículo sobre la Rusia de Putin, en la que una ley de dureza desconocida puede meter en la cárcel a casi cualquiera que sea simplemente "percibido" como LGTB, sea ruso o turista. Parece que ya hay tres holandeses acusados de algo en la lejana ciudad de Murmansk, con las dificultades y falta de garantías que son de esperar en ese país.

Por otra parte, todos nos hemos quedado de piedra ante las surrealistas leyes de Dubái, capaces de enviar a la cárcel por inmoral a una mujer ¡por haber sido violada!... tal vez porque un verdadero macho tiene la obligación de acosar a cualquier hembra que se le ponga por delante y, si consigue su objetivo, se debe a que ella lo tentó de forma insoportable y no resistió con la suficiente fuerza, lo que quiere decir que se lo buscó o que incluso lo deseaba. Leyes tribales de un lugar con mucho dinero y muchos rascacielos, pero donde la cultura, el derecho y las mentalidades están aún por detrás de los códigos de Justiniano del siglo VI, mientras que las mujeres valen menos que las ovejas o los camellos.

¿Cómo el Comité Olímpico Internacional puede favorecer eventos internacionales en lugares como estos? Pero ya se sabe que las decisiones del C.O.I. son opacas y siempre sospechosas de favoritismos y corruptelas. Para los estados en cuestión suponen buena imagen, publicidad turística y prestigio y por eso todas las personas conscientes deben oponerse no solo a que allí se celebren, sino a cualquier actividad que favorezca la buena imagen de lugares en los que se aplican tan bárbaras leyes.

¿Qué puede pasar en los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi? Cualquier atleta, acompañante, familiar o espectador "percibido" como LGTB puede acabar en la cárcel, de modo que yo recomiendo a todas las personas decentes se priven de ir allí, a no ser que sus negocios los obliguen con absoluta necesidad, pero no solo a  Sochi sino a toda Rusia. Hay muchos lugares bellos en el mundo y, salvo si a uno le gusta el peligro o la humillación, es mejor no ir a sitios semejantes. Las mujeres, por su lado, así como todos los hombres que crean en sus derechos, deberían igualmente alejarse lo más posible de esos países en los que son poco más que ganado.

Tampoco basta con no ir, hay que denunciar y aprovechar todas las ocasiones para desprestigiar lugares en los que se persigue gratuitamente a seres humanos y se los trata con enorme crueldad y con la hipocresía propia del Sr. Putin: miembro activo de la atea KGB soviética, que ahora se come los iconos y se arrodilla ante los patriarcas ortodoxos de la Santa Rusia.

domingo, 21 de julio de 2013

IDEOLOGÍA, REALIDAD Y CIENCIA

Voy a hacer una afirmación inicial y tajante: oponerse hoy día a las personas LGTB, calificarlas de básicamente desordenadas, desviadas, inmorales y negarles derechos de protección e igualdad es un problema ideológico y dogmático, es siempre irracional, homófobo y absolutamente acientífico, a lo que podría añadirse también que denota mezquindad y crueldad gratuita.

Viene esto a cuento porque desde las habituales posiciones integristas se ha acuñado el concepto de "ideología de género", como si se tratara de una doctrina o corriente de opinión teórica que contradice las "verdades" de la "ley natural", mantenida por algunas iglesias como regla de oro desde Alberto Magno y Tomás de Aquino. Parece que si se niega la validez de lo que a fin de cuentas no es más que una escuela filosófica que sirve de apoyo a una teología particular, se está proponiendo una escuela contraria, perfectamente articulada e igualmente teórica. Se quiere hacer aparecer así para indicar que los proponentes de la doctrina son un lobby, partido, grupo de presión, etc., que intentan imponer su ideología (antinatural) a la sociedad y que los que se les oponen no lo hacen solo por razones de dogma, sino porque así defienden una sociedad amenazada de decadencia y degeneración en su misma base.

En una entrevista al obispo de San Sebastián, Munilla, publicada hace unos días en El País, éste, que parece un hombre más abordable y menos arrogante que otros, aunque tan integrista como todos, vuelve a incidir en el ritornello y a repetir lugares comunes que no tienen en realidad ni pies ni cabeza: los gays que se manifiestan en el orgullo no son todos, solo los que están imbuidos de la "ideología de género", hay muchos que quieren ser castos y buscan ayuda... eclesiástica, el amor entre dos personas del mismo sexo "se limita" al afecto, pero el amor de verdad es otra cosa... y demás vaciedades repetidas hasta que parecen tener sentido, cuando la verdad es que no lo tienen más que si se está dispuesto a obedecer sin rechistar, odiarse a sí mismo, humillarse pidiendo perdón por haber nacido con los instintos equivocados y malvivir negándose todo afecto.

No existe ninguna ideología de género más que en la fantasía reaccionaria y dogmática de los que niegan los avances que demuestran que sexo, género, identidad y orientación son más complejos, fluidos y difíciles de clasificar de lo que se aprendía en las sociedades campesinas precientíficas. Ideológico es en cambio definir la castidad como virtud absoluta, convencer a individuos asustados de que lo que sienten está mal y someterlos a lavados cerebrales disfrazados de terapia para que se sientan aún peor, pero sigan siendo seres obedientes y aterrorizados, cuando no retorcidos que sacien sus frustraciones con sadismo, masoquismo y otras prácticas susceptibles de tratamientos psiquiátricos más auténticos.

Muchas personas aún no se dan cuenta de que virginidad, castidad o santidad son conceptos que se aprenden con una carga cultural cristiana o postcristiana de tal magnitud que no deja pensar que debajo puede haber frustración, neurosis, psicosis, hipocresía, represión, envidia y hasta retraso mental. Son conceptos de una ideología dogmática muy concreta y debemos valorarlos desde nuestro punto de vista racional, no como lo hace el dogma al que pertenecen.


lunes, 15 de julio de 2013

CONTRADICCIONES DE MARCA

Los franceses tienen muchos defectos, de algunos de los cuales me he hecho eco en posts anteriores, pero tienen una gran virtud: Francia es un concepto cuasi-sagrado, no discutible y alrededor del cual se unen todos, sea cual sea el gobierno de turno. La "Marca Francia" es obra de todos los franceses. Esto también puede ser un problema cuando se exagera, pero me caben pocas dudas de que la actitud de los españoles es más problemática, porque en este extraño país se cultiva la desafección como una virtud, cuando se trata más bien de una neurosis autodestructiva que se regodea en el pensamiento de que si aplasto (o solamente humillo) a mi enemigo todo vale, aunque yo también acabe perjudicado y arruinado. La desafección incluye banderas, formas de gobierno, himnos y, sobre todo, personas e individuos odiosos u odiables, pero a menudo no peores que sus críticos.

Es normal que bastantes individuos se sientan identificados exclusivamente con un equipo, pero no de fútbol, sino de gobierno, y que si no gobiernan los suyos ataquen indiscriminadamente el país, casa común, sin pararse a pensar si la destrucción del edificio no los va a dejar también sin hogar. El Sr. Aznar se hizo tristemente famoso por esto mientras gobernaba el Sr. Zapatero, pero ni es el único ni su partido tampoco, aunque cae en las mismas contradicciones.

¿Cómo puede ser que la web de la "Marca España" (patrocinada por el gobierno y a cargo de personalidades vinculadas al PP) presuma del esplendor de las fiestas del orgullo gay de Madrid, como ejemplo internacional de tolerancia y apertura, cuando un ayuntamiento que la capital no se merece, bajo una alcaldesa reaccionaria, integrista y muy poco profesional, ha hecho todo lo posible por obstaculizarlas, oscurecerlas (literalmente) y desprestigiarlas?... Queda muy bien presumir ante los de fuera ¿pero cuando se van a poner las peras al cuarto a los de adentro? Me consta que la mayoría del PP no comulga con las ideas retrógradas de Los Legionarios de Cristo, el Opus Dei o los Kikos, pero ¿cuándo, entonces van a llamar la atención a su sector ultramontano?... Porque si no lo hacen tienen tanta culpa como ellos, lo que se demuestra cuando la Asamblea de Madrid se niega a contemplar el acoso a los alumnos LGTB en las escuelas, cuando se vuelve a poner la religión como evaluable o cuando se presenta una ley del aborto impresentable.

No se puede querer un país a imagen y semejanza de los propios prejuicios, enteramente alineado a la ideología que nos gusta, porque eso es patrimonio exclusivo de dictadores. El PP presume de liberal, pero si realmente lo fuera se parecería más al Partido Conservador británico o al FDP alemán y menos a un tentáculo del Vaticano. La marca-País es importante, pero no se puede fomentar solo con anuncios. Una buena percepción es difícil de crear y se puede destruir en un momento; si se quiere recibir en Madrid el World Gay Pride en 2017 y las olimpiadas en 2020 más vale que se actúe con coherencia y no con el asco que demuestra una derecha que no puede liberarse aún de su pasado. En un país libre se puede ser muy católico sin obligación alguna de ser gay, de contraer un matrimonio homosexual o de abortar, además de poder educar a sus hijos en el integrismo si así se desea. Todo lo que se diga en contra es visceral, no racional.

viernes, 5 de julio de 2013

PERSIGAMOS... LO QUE NO EXISTE

La Iglesia también estaba en posesión de la "verdad" cuando condenó a Galileo 


¿Saben Ustedes que la homosexualidad no existe? Las multitudes que desfilen estos días por las calles de Madrid y otras muchas ciudades civilizadas con banderas arcoiris, los barrios como Chueca y las personas del mismo sexo que se aman y hasta se casan son "gays", es decir, rebeldes, pecadores y más bien malvados que no aceptan la "verdad" absoluta que es la que algunas iglesias proponen. La orientación sexual homosexual es una falacia, una idea difundida por los partidarios de la "ideología de género", porque lo único que hay son tentaciones, atracciones por el mismo sexo que pueden ser fácilmente combatidas, redirigidas con la terapia y las oraciones adecuadas y, si no se puede, lo que tienen que hacer los (anormales) que padecen la desviación es guardar castidad absoluta.

En muy pocos días y como consecuencia de las fechas que vivimos y las derrotas en Francia y los Estados Unidos, toda una panoplia de pesos pesados vuelve a cargar contra los derechos ajenos y en pro de la vuelta a una moralina dogmática que intenta restaurar la hipocresía, la apariencia y la desigualdad. El primero el papa Francisco, que con la encíclica Lumen Fidei, parece que más bien escrita por Ratzinger, repite que el único verdadero matrimonio es el católico, indisoluble y entre un hombre y una mujer, después el Padre Paul Scalia, hijo de uno de los jueces más reaccionarios del Tribunal Supremo de Estados Unidos, que estuvo naturalmente en contra de la reciente sentencia que declaró inconstitucional la Defense of Marriage Act. Scalia hijo afirma tajantemente que la homosexualidad no existe. Por último hoy me llega una entrevista a Wojciech Giertych, teólogo vaticano de origen polaco que pone la guinda sobre el pastel afirmando que "a los gays hay que decirles la verdad", y esta verdad, la suya, es que son unos degenerados y rebeldes iguales a los comunistas soviéticos que querían cambiar la sociedad... más todo lo que se encierra en el primer párrafo de este post.

Es interesante que todos siempre ponen por delante "que hay que tratar a los homosexuales con dignidad", "que ellos no son homófobos" y otros pretextos similares a los de los racistas, que siempre empiezan con la frase: "yo no tengo nada contra los negros, judíos, gitanos, etc... PERO...." El pero suele ir seguido de descalificaciones directas o indirectas que justifican la discriminación, la injusticia o el maltrato. En el caso de la artillería que apunta a los homosexuales se hacen referencias a la defensa del matrimonio en abstracto, de la familia teórica y de unos pobres niños a punto de quedarse huérfanos (¡no me quitéis a mi mamá y a mi papá!), desastres que acechan tras cualquier concesión a los "poderosos lobbys" internacionales que socavan en estos momentos la cultura occidental.

La insistencia en estos temas se ha convertido en obsesiva para determinadas instancias y se ha visto considerablemente animada por por el relativo éxito de las protestas en la no tan laica Francia, en la que una derecha en almoneda ha alentado irresponsablemente a los grupos más extremistas. El asunto no es baladí porque el resultado inevitable es el resurgimiento y legitimación de la homofobia, con violencia y acoso incluidos: ¿cómo no defenderse ante la invasión de los anormales? se dicen algunos sujetos que oyen estas cosas de gentes tan santas y con tanta autoridad.

Es curioso que esta sea la misma institución que pretende hacer santo al pontífice anterior, que tanto y por tan largo tiempo cerró los ojos ante conductas como las de Marcial Maciel y otros como él, pero ya se sabe que si se es creyente o se aparenta serlo todo es diferente.

miércoles, 3 de julio de 2013

DERECHOS Y PERSPECTIVA

El revés y el derecho dependen de cómo se vean las cosas: si se considera que los seres humanos uno a uno no valen mucho y que están sometidos a un gran plan divino, a una comunidad identitaria, al estado, a la única religión verdadera, a la raza o a cualquier otra abstracción, hablar de derechos individuales no tiene demasiado sentido o más bien sentido alguno y, a pesar de sus protestas en contra, esto es lo que hacen los que se oponen a los derechos LGTB, a los de las mujeres y a los de los niños, aunque pretexten a veces exactamente lo contrario.

La racionalidad de la Ilustración y los progresos políticos y económicos de las sociedades occidentales crearon un marco favorable al individuo, pero la conquista de derechos ha sido lenta y contradictoria porque la inercia social es recalcitrante y los humanos básicamente conservadores. Sin embargo, vistas las cosas con la perspectiva que nos da el tiempo, se puede apreciar que la irracionalidad esencial de toda oposición a los derechos y la felicidad individuales se hace siempre desde desde principios abstractos y fortalezas ideológicas que suelen ocultar intereses de clase, corporativos o de grupo. Un somero análisis de las "razones" esgrimidas en contra del matrimonio igualitario, por ejemplo, nos muestra que se trata de prejuicios dogmáticos, sociales y culturales de iglesias y grupos que quieren seguir manteniendo un control social que se les escapa y seguir "educando" a los sectores que dominan en una visión del mundo particular.

Lo mismo puede decirse de la aversión o pura criminalización del aborto: desde un punto de vista ilustrado puede considerarse que la mujer es un individuo con derechos, entre los que está el de equivocarse, capacidad de decidir y autonomía para hacerlo, o puede afirmarse tajantemente que una vez aparecido un embrión o una sospecha del mismo éste tiene mas derechos, aunque esté lejos de convertirse en ser humano, no sea viable fuera del útero materno durante muchos meses o incluso no sea viable en absoluto.

Los diputados, ministros y funcionarios reaccionarios pueden frenar durante un tiempo el progreso social, pero difícilmente pueden impedirlo en estos tiempos de información generalizada, redes sociales y desmitificación de ídolos antes sagrados. El aparcamiento de la reforma del aborto en España es un ejemplo claro: volver atrás en algo que goza de amplio respaldo social y que iba a causar muchísimos problemas legales, penales y judiciales no es electoralmente sano. Debemos preguntar a estos señores, sin embargo, si alguna vez les han importado de verdad los derechos y el bienestar de las mujeres reales, en vez de preocuparse por seres en potencia, principios vagos y obediencia a archimandritas con ropas talares.