domingo, 27 de julio de 2008

La obsesión pederástica


Es muy aburrido, pero las personas y asociaciones que no tienen nada mejor que hacer, siguen erre que erre diciendo que los gays de este mundo tienen como principal misión la de captar niños a los que corromper y de los que abusar.

¡Cuidado con los obsesos!Da igual que la mayoría de los casos de abuso infantil se produzcan en la propia familia o el entorno inmediato de la criatura, que la mayoría no sean homosexuales y que la abrumadora mayoría de los gays no haya estado nunca ni lejanamente conectada con algún caso de pederastia, según los supuestos “datos” de que disponen los gurús de la homofobia, uno de los principales puntos de la malvada “agenda gay”, conspiración tan auténtica como la que defienden el diario “El Mundo” y la emisora católica contra toda evidencia, es la de la conversión de los niños en desviados, que es lo que son los homosexuales.

Esta vieja idea, de cuando se pensaba que todo apartamiento de la rígida moral burguesa era signo de enfermedad y delincuencia, no se sustenta más que en prejuicios, el más tonto y probadamente falso de los cuales es el del “contagio”: un niño a quien se obliga a practicar, ver o sospechar actos homosexuales caerá fatalmente en la desviación para toda la vida.

Los que esto afirman son generalmente hipócritas, pero en el caso de que ellos mismos se lo crean, parecen afirmar que el placer homo es tan superior que borra toda tendencia hétero para siempre, lo que es claro, una interesada gilipollez. Las verdaderas víctimas de abusos de cualquier clase suelen quedar más bien traumatizadas por la experiencia y con un fuerte disgusto por el abusador y sus prácticas nada conducente a una conversión. Sensu contrario, ¿cuántos pobres gays a los que se dice que sus prácticas son perversas han intentando cambiar sin éxito?

De hacer caso a estos fanáticos, la heterosexualidad es algo que se puede perder en cualquier momento, para caer en una homosexualidad muy difícil de reformar ¿qué es lo más natural, entonces?

Habrá que pensar que los que esto dicen con tanta seguridad poseen tan fuertes inclinaciones homosexuales reprimidas, así como tan marcado gusto por los impúberes, que creen ver en todos lo que sólo a ellos afecta.