
jueves, 16 de agosto de 2018
AL DELITO POR LA OBSESIÓN

viernes, 21 de noviembre de 2014
LEVANTANDO LA ALFOMBRA

sábado, 1 de septiembre de 2012
¡QUE NIÑOS TAN MALOS!

- El abuso al menor se produce por iniciativa del menor.
- Publicar el abuso demuestra la desvergüenza del menor y su falta de consideración por la iglesia, cuando no su clara inclinación al ateísmo.
- El deber del clero es echar tierra sobre el asunto para proteger la buena fama del mismo.
- El clérigo víctima del abuso debe ser ayudado a ocultarse para evitar las iras de los descreídos.
miércoles, 7 de abril de 2010
El Sexto Mandamiento

A la vista de los enormes escándalos de corrupción que se destapan en la actualidad y que afectan al PP de forma directa, me pregunto si los obispos van a sacar a la calle a sus disciplinadas huestes para protestar contra los graves pecados cometidos por todos los participantes contra los españoles en general, pero me respondo inmediatamente que no, apoyándome en el absoluto silencio que guarda la iglesia española sobre aspectos sobre los que habla poco y con la boca pequeña.
No debería sorprenderme, puesto que la “moral” de la educación católica que recibí versaba casi exclusivamente sobre el sexto mandamiento. Había siete pecados capitales, si no recuerdo mal, pero sólo la lujuria era verdaderamente mala y merecía explicarse, la gula, la soberbia, la avaricia, la ira, la envidia y la pereza eran de menor entidad.
Nuestros prelados considerarían sin duda un grave pecado la avaricia de los políticos de turno que les dejaran sin la generosa financiación que no podrían conseguir de sus fieles ni en sueños, pero como de momento este peligro no existe, los únicos pecados que consideran dignos de manifestación son la homosexualidad y el aborto, que tienen relación directa con el sexto mandamiento, sin duda el más serio de todos, menos cuando se considera digno de ocultación o de bula, especialmente si se trata de clérigos o de beneméritos fundadores de asociaciones integristas, como el Sr. Maciel.
lunes, 5 de abril de 2010
Excusas que acusan

Los medios reaccionarios están llenos de excusas mil veces repetidas: se trata de una campaña anticristiana (promovida por una conspiración (judeo)masónica, según César Vidal), no hay tantos abusados, la culpa es de la revolución sexual, etc. Razones todas tan endebles y tan evidentemente traídas por los pelos que apenas si necesitan comentario.
Más aún, en la operación de camuflaje a que ahora se dedican los poderosos medios proeclesiásticos en todo el mundo, es posible utilizar la situación para desempeñar el papel de víctima, barrer para adentro y seguir arrogándose la superioridad moral lanzando acusaciones sin fundamento, como la de que en el fondo los culpables son los homosexuales, que son todos pedófilos y que se han infiltrado en la iglesia para sus perversos fines. No otra cosa vino a decir Bill Donohue, presidente de una importante asociación católica estadounidense y figura mediática de frecuente aparición en Fox News y otras tribunas ultraconservadoras.
Semejantes sofismas tampoco requieren más contestación que el desprecio. Para la iglesia es más importante que para ninguna otra institución la credibilidad y estas excusas más bien la acusan.
domingo, 28 de marzo de 2010
Pedofilia Estructural

No me alegro en absoluto de la actual tormenta de escándalos que acosa a la iglesia católica. No me alegro porque supone que hay muchos más casos y muchas más víctimas de las que denuncian, especialmente en países que, como España e Italia, tienen sociedades acostumbradas al silencio y judicaturas que más vale evitar. Pero algo puede pasar en algún momento que haga que el silencio se convierta en clamor también en el sur de Europa, porque sería ingenuo creer que los casos de que se habla son excepcionales.
La iglesia católica ha tenido y tiene un grave problema con el sexo, constante motivo de obsesión y pretexto de una moral que es abono para la hipocresía: si todo lo referente al sexo es sucio y vergonzoso, lo mejor es no hablar… pero al no hablar nadie sabe lo que pasa, además, si todo es pecado ¿qué diferencia puede haber entre un pecado y otro?... digamos, entre una masturbación y la violación de un menor.
La demonización absoluta del sexo por un lado y la imposición del celibato sacerdotal a edades impropias por otro son una bomba de tiempo. Muchos eclesiásticos se han criado entre terrores y rechazos, ven en el sexo condenación, no un medio de relación, amor y satisfacción y… prometen abstinencia absoluta cuando apenas si conocen los propios instintos. Lo sorprendente y lo que indica la resistencia del ser humano, es que haya tan pocos casos, porque éstos no son un accidente, sino una consecuencia a esperar, una característica estructural.
Yo estudié en colegio de curas en la época dorada del nacionalcatolicismo y no fui objeto de abusos sexuales, pero hubo compañeros que sí lo fueron, aunque no sabíamos como llamarlo. De lo que sí teníamos plena conciencia era del sadismo y los malos tratos físicos y psíquicos que nos infligían, además de la pobre calidad de la educación impartida por aquellos hombres tan necesitados de terapia, cuya única labor espiritual era la de hacernos rezar mecánicamente hasta el agotamiento.
En España podría hacerse un “Informe Murphy” igual al de Irlanda, sólo habría que ponerse a trabajar en ello.
viernes, 2 de octubre de 2009
¿Efebófilo o pornógrafo?

Apenas dichas las tonterías del cardenal Tomasi citadas en el post anterior, he aquí, que pocos días después de que se emitiera una orden de busca y captura contra él, se entrega a la policía canadiense Raymond Lahey, obispo católico de Antigonish, Nueva Escocia, que dimitió recientemente al ser acusado de posesión e importación de pornografía infantil, encontrada por casualidad en su ordenador, en ocasión de una comprobación de seguridad en el aeropuerto de Ottawa. El prelado había mediado recientemente en un acuerdo por valor de 15 millones de dólares para compensar a las víctimas de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes de su diócesis.
El ex obispo queda ahora a la espera de juicio en Noviembre, confinado en un monasterio trapense de Rogersville.
Es interesante notar que este señor solía predicar contra la pedofilia y también contra la homosexualidad… ¿pero sería él uno de esos gays infiltrados en la iglesia?... haz lo que digo, no lo que hago.