lunes, 24 de enero de 2022


RECHAZO AL CAMBIO


Estamos en un gran cambio de era, en una transición que está transformando la Tierra, la forma de vivir en ella, y que abre nuevos horizontes de exploración y colonización interplanetaria. El problema es que hay una gran número de humanos que no lo entienden, que no lo aprecian y que no lo aceptan. Conceptos políticos, religiosos y económicos están siendo también transformados y muchas de las ideas o razones aducidas en el pasado no tienen ahora sentido o cambian hasta hacerse irreconocibles.

Esta transición produce sobre todo miedo y en muchos casos rechazo, pero es que este rechazo es no querer reconocer la realidad, porque el tiempo y su evolución no se adaptan a doctrinas, creencias o deseos, son los humanos los que tienen que adaptarse a los inevitables cambios.

Justo por este rechazo, hay mucha gente que se deja llevar de supersticiones, ideas conspiranoicas y diferentes fábulas, que no hacen sino despistar y dar más miedo todavía, porque el problema de estas creencias es que parece que no se tiene control alguno sobre la evolución, lo que en parte es verdad, pero en parte también una exageración.

La diosa de la razón, Atenea o Minerva, según la nombremos en griego o en latín, no suele estar presente en estos grupos de gente que cree que hay una élite malvada que dirige todos los cambios, o que Hillary Clinton es una sacerdotisa de Satán, en cuya existencia creen por ser la encarnación del mal y el que lleva a todo lo que no gusta....aunque algunos sean ateos.

domingo, 26 de julio de 2020

EL ODIO QUE SE DISFRAZA DE "CRISTIANO"

En los últimos años tenemos en España una serie de organizaciones inspiradas en otras de Estados Unidos especialmente, que se denominan “cristianas” de una u otra manera, pero que a lo que se dedican es a fomentar el odio, es decir, a practicar el cristianismo de la Inquisición contra los acusados de herejes o contra los “judaizantes", de los que quemaban vivas a pobres mujeres acusándolas de brujería, o de los que expulsan demonios de personas que no tienen ninguno.
Los “abogados cristianos”, son una de estas organizaciones que no pierden ocasión de llevar a los tribunales a instituciones o particulares por cualquier causa, incluso la más nimia; la última la de denunciar la bandera del arco iris en un ayuntamiento, hazaña que va a salvar a la ciudad y al país de la corrupción y el contagio. Las afinidades de estas organizaciones con la ultraderecha y sus organizaciones políticas son evidentes y sus objetivos los mismos, es decir, la imposición de una armadura ferrea a la sociedad, en la que la diversidad racial y sexual permanezca oculta y se castigue más o menos atrabiliariamente cuando se vea.
El ideal de estos enemigos de los derechos humanos y de la verdadera libertad es la Rusia de Putin, la Turquía de Erdogan o la Polonia del presidente Duda, es decir, una vuelta a un pasado poco glorioso, opresivo e hipócrita, en el que lo que no se ve no existe, o se hace como si no existiera, para mantener unos “valores” teóricos que hacen caso omiso de la ciencia, que ha demostrado una y mil veces que la orientación sexual no se aprende, no se contagia y es incambiable, valores que para nada tienen en cuenta la felicidad individual y que van orientados a mantener el patriarcalismo más rancio, con las mujeres en teoría respetadas y en realidad sometidas.
Cristo fue muy criticado por los fariseos porque se sentaba a comer con prostitutas, con publicanos (agentes tributarios) y demás ralea detestada por las élites de su tiempo, pero él, que era en gran parte un revolucionario, no rechazaba a nadie y no se le oye predicar el odio más que contra el odio mismo. Resultaría cómico, si no fuera trágico, que muchos de los que dicen ser sus agentes ahora se comporten exactamente igual que los fariseos del evangelio.
¿Qué le puede importar a un ciudadano cualquiera que ondee la bandera del arco iris durante unos días? A no ser que odie, nada. Los no católicos, no cristianos o no creyentes tienen que soportar las siniestras procesiones kitsch de la Semana Santa con sus vírgenes llorosas y enjoyadas, y a nadie se le ha ocurrido llevarlas a los tribunales, cuando para no pocos ciertas devociones “cristianas" son realmente ofensivas.
Como siempre en la historia, los reaccionarios intentan volver a tiempos pintados como maravillosos que no fueron tales, como siempre en la historia, es una batalla perdida por múltiples razones, de las que la más importante en la actualidad es el despego progresivo de una gran parte de la población de la religión dogmática y autoritaria, tan lejana ella del “amor” que se dice la califica.

viernes, 14 de febrero de 2020

FALSO LIBERALISMO

Es curioso que los que se autodenominan liberales lo sean sobre todo en cuestiones económicas, pero no en lo que se refiere a la libertad individual. No hay partido de derechas que no se diga “liberal”, pero esto se hace siempre en contra de una izquierda a la que se tilda de dirigista e intervencionista en cuestiones económicas, además de acusarla de malgastadora, pero en cuanto se habla de establecer derechos de la persona la idea de libertad desaparece para ser sustituida por la imposición más clara.
Tiene mucho que ver que estos partidos a veces se denominan cristianos y siempre han tenido una relación con ideas dogmáticas, pero la izquierda en general, que también ha sido en ocasiones dogmática y autoritaria, ha aprendido que la libertad individual es algo valioso y respetable, entre otras cosas porque dar derechos no significa quitárselos a nadie ni, como hacen los contrarios, obligar a hacer cosas que no se desean.
Basta ver que el reflejo inmediato de todos los partidos conservadores ha sido oponerse a los derechos LGTBIQ, con argumentos especiosos de “decadencia”, “corrupción" y “degeneración”, que obviamente no se han materializado en nada, y negarse a una mínima información con “pines parentales” y otros instrumentos, con el fin de mantener una apariencia social monolítica en la que no cabe la diversidad natural real.
Resulta indignante que se acuse a la diversidad de ser artificial e inducida, cuando no hay nada más falso que la imagen social que se cultiva, aplastantemente binaria y extraordinariemante hipócrita, pero esto también tiene mucho que ver con los deseos de conservar el patriarcado, con menos derechos para las mujeres y ningún derecho para los “diversos”… pobres, porque los ricos siempre han podido hacer los que les ha venido en gana.
El automatismo se ha vuelto a producir con motivo de la presentación de la ley de eutanasia. una ley bastante timorata y llena de cautelas, con afirmaciones que lindan con el ridículo y claramente con la mala fe, como que se trata de “ahorrar en pensiones”, como si fuera mandado eliminar a las personas a partir de cierta edad, aunque a nadie se le va a obligar ahacer uso de la ley y más bien va a ser difícil y requerir mucha voluntad el poner fin con fecha a la propia vida.
Algo que tiene amplia aceptación social en una sociedad muy secularizada debe regularse de forma racional y no dependiente de creencias dogmáticas impuestas, esta vez sí, por la religión mayoritaria, aunque hoy día sólo la practica una minoría.
No puede llamarse liberal quien no acepta el libre albedrío de los demás, de modo que haremos bien en pensar que el liberalismo de estos señores se reduce a la conservación de sus privilegios económicos y sociales y poco más, es decir a su libertad particular, pero no a la de sus conciudadanos.
En cuanto a los argumentos eclesiásticos más vale no hablar, porque son completamente irracionales.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

OBSESIÓN ANTI

Los reaccionarios diversos siguen en España y en otros países dale que dale con las condenas a la diversidad sexual, intentando revertir derechos y procurando que lo diverso sea invisible, que es la mejor manera de demonizarlo. Quieren que el sexo esté obligatoriamente aliado a la reproducción y que la sociedad siga siendo machista, es decir, patriarcal, con las mujeres como seres de segunda clase, lo que sin duda creen que ennoblece a los machos que no tienen nada más para enorgullecerse que sus genitales.
Si exceptuamos a los malvados que propalan estas ideas para conseguir poder personal, los cretinos que las siguen o bien son machos frustrados, o ignorantes supinos o fanáticos de algún color, cuando no las tres cosas a un tiempo, porque el hecho es que la diversidad y su reconocimiento no amenazan a nadie, y que la igualdad de derechos sólo suma no resta, mientras que en un mundo superpoblado la reproducción porque sí es sólo una idea antigua, muy alejada de la verdadera necesidad de menor población, mejor educada y menos saqueadora de los recursos naturales.
Se siguen leyendo noticias sobre ataques de machos enfebrecidos a personas LGTB o que son percibidas como tales, sin que haya mediado ninguna provocación personal, lo que demuestra que, aparte de tontos y brutos, estos energúmenos siguen recibiendo la propaganda de iglesias y fascistas de diferente marca, que aún ven a la sociedad como era hace cien años o más, y que siguen sorprendiéndose de que haya “tantos” diversos, con la visibilidad actual, lo que les hace suponer que es algo que “está de moda” o a lo que se han convertido jóvenes incautos captados por homosexuales aviesos, porque no se creen que identidades y orientaciones sean innatas e incambiables, sino que las consideran “elecciones”, malas por supuesto, de perversos o descarriados.
La realidad es que cuando la ciencia ha dejado claro que las minorías sexuales son algo plenamente natural y no “contra natura”, como se decía antes, la vuelta atrás plena es imposible, lo que no quita que se pueda hacer sufrir mucho a muchas personas por la maldad de unos pocos y la ignorancia de muchos.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

LIBERALES INTOLERANTES

Es sorprendente la cantidad de tonterías que los extremistas chillan contra la diversidad sexual, cuando desde el punto de vista científico no hay duda de que es “natural”, es decir, que no se la ha inventado nadie para fastidiar, como parecen creer los republicanos en Estados Unidos, los fundamentalistas católicos y protestantes y los inenarrables miembros de Vox, que por ser locales y hablar en español resultan aún más irritantes.
Claro que, para estos señores y señoras, los derechos individuales han presentado siempre problemas y que, desaparecido en la práctica el sovietismo, puesto que Corea del Norte y Cuba no son más que fósiles, la izquierda en general ha aceptado la realidad, a veces con bastante dificultad, todo hay que decirlo, porque para los machos recalcitrantes de cualquier ideología y las hembras que los veneran, la idea de que un hombre pueda querer a otro es un insulto.
Hasta el Papa, con su cambio de actitud, ha advertido contra la mentalidad de odio, aunque poco puede hacer contra los innumerables obispos y párrocos que braman contra los diversos y siguen creyendo que homosexualidad y transexualidad son contagiosas y deben ocultarse, aunque luego sus costumbres privadas y bien ocultas dejen mucho que desear.
Por eso es tan oportuna la declaración de la AMA, asociación de médicos de los Estados Unidos, que recomienda la prohibición de las mentirosas y peligrosas “Terapias reparativas”, que nunca han cambiado la orientación de nadie, pero que si han llevado a muchos al suicidio después de sacarles sustanciosas cantidades de dinero.
Lo que siempre me sorprenderá, especialmente de los que abusan de la palabra “libertad” para discriminar e imponer sus prejuicios, es la evidente intolerancia que muchos supuestos liberales lucen contra la diversidad, que parece ser les irrita sobremanera, lo que desmiente su supuesto liberalismo, puesto que nada ni nadie los obliga a cambiar de orientación, identidad o gustos. ¿Por qué no pueden respetar lo que no les gusta o lo que no entienden?
La respuesta es que en realidad no son liberales más que para ciertos asuntos, especialmente económicos, pero no para el resto, puesto que tienen aún una visión del mundo y de la sociedad metidos en un patrón que ellos creen “eterno” e incambiable, aunque todo esté evolucionando aceleradamente y cada vez tenga menos sentido el modelo único en el que creen.

martes, 5 de noviembre de 2019

CON VISTAS A LAS ELECCIONES

He encontrado este artículo mío de 2016 que es bien actual ahora
.

En estos días de votaciones en toda Europa y en el mundo, no está de más recordar que es conveniente votar con la cabeza y no dejarse llevar por las emociones empujadas por eslóganes tan fáciles como engañosos.
No son elecciones sin importancia ni en Gran Bretaña, ni en España ni en los Estados Unidos, se trata más bien de momentos decisivos en los que se juegan muchas cosas básicas y, en tiempos de inflexión, desperdiciar el voto o utilizarlo negativamente se puede tildar de irresponsable.
Llamo voto negativo al que se lanza como piedra contra algo o alguien sin reparar en las consecuencias, como el que muchos ingleses se preparan a hacer contra una EU que les han hecho ver como el coco con mentiras o medias verdades, sin considerar los daños que hacen a su propio país o a la economía mundial, ni apreciar que una EU desestabilizada es un peligro general, pero muy especialmente para el Reino Unido.
Negativo es también optar por extremismos varios con ánimo iconoclasta: “elijamos al más exagerado para dar una bofetada a los que gobiernan”, “¡Que ven lo que es humillación!”…. Pero los votos vengativos pueden abrir la puerta a gobiernos que en realidad no se desean por bisoños, irresponsables o irracionales.
Es una pena que las campañas políticas de los partidos se basen más en despertar la emoción que la razón, pero una lectura cuidadosa de programas y de las críticas de los mismos puede dar una idea mucho más clara de lo que pretenden hacer los elegidos, aunque tampoco se ajusten nunca al 100% de lo programado.
Votar con la cabeza requiere a veces no hacerlo por lo que sería ideal, sino por lo que es más posible, porque los grandes cambios históricos nunca son repentinos sino que se producen más bien por pequeños incrementos que se suman. Un conocimiento superficial de la historia puede convencer de que una gran revolución supuso una transformación total, pero un conocimiento profundo revela que siempre tras las revoluciones hubo una larguísimo período de ajuste con numerosos retrocesos y considerables sacrificios, porque una sociedad compleja no puede dar un salto en el vacío sin pagar un alto precio por ello. Y esto cuando la revolución en cuestión triunfó de verdad aunque fuera parcialmente, porque ha habido otras que, como la soviética en Rusia, sólo trajeron sufrimiento y opresión para acabar en un caudillismo nacionalista sin libertades reales al que nadie envidia.
La democracia es un sistema delicado, lento y contradictorio, pero en eso residen justamente sus garantías y la base de las libertades de las que goza la mayoría, pretender “que ganen los míos” se puede, pero siempre que se sepa que “los otros” también van a estar allí, que no son eliminables, aplastables o despreciables… y que pueden ganar en otra elección más tarde.
En una democracia caben todos y los verdaderos demócratas saben que también tienen que defender y dejar su sitio a los grupos e ideas que no son de su agrado, porque lo contrario sólo lleva tarde o temprano a la tiranía.

lunes, 4 de noviembre de 2019

NO HAY QUE CREERSE LAS RAZONES DE LOS QUE ODIAN

Una de las cosas con las que hay que lidiar ahora es con el hecho de que   muchos odiadores no quieren aparecer como tales, y protestan inocencia cuando se los acusa, aunque esté muy claro que detestan virulentamente a gente de otras razas, otras orientaciones sexuales u otras tendencias políticas. Así los de VOX dicen no tener nada contra los homosexuales, pero dicen también que “no deben publicar su orientación”, que esto es algo privado que nadie tiene porqué saberlo, lo que significa que ellos creen que está mal, muy mal, que es un defecto a esconder, porque la sociedad es sólo de una manera determinada, que es, por supuesto, la que ellos dicen.
Como esta gente también está en contra del matrimonio igualitario, de las marchas del orgullo y de las mujeres en general, no sé a quien pretenden engañar, puesto que lo que quieren de verdad es que todo el mundo vuelva al armario, que lo que se salga del catecismo no se vea, o aparezca como algo monstruoso y anormal, que los adolescentes que se reconozcan diferentes se avergüencen de sí mismos y se encuentren tan a disgusto que se suiciden, con lo que su “perfecta” sociedad no pierde nada, ya que son gente que no vale nada, en comparación con los machos que cazan, juegan al fútbol, van a los toros y violan mujeres igualmente sin valor, puesto que ya se sabe que una fémina que aduce violación es una embustera sinvergüenza que no ha resistido bastante, por o decir nada de las que pretextan malos tratos, cuando si el marido les da bofetadas es porque seguramente se lo merecen, sin entender que la mujer está para servir al hombre y permanecer calladita, como se les recomienda en todas las sagradas escrituras de religiones varias desde que el mundo es mundo.
No hay que hacer caso de las protestas de inocencia de semejantes individuos y grupos; cuando se manifiestan en contra de los inmigrantes es porque los odian, no por otra razón. Los odian porque son más oscuros de piel, o porque son musulmanes o porque son pobres.
Se ve en Francia, con la ridícula polémica que resurge periódicamente sobre las mujeres que llevan velo. Que se trate de un país laico no quiere decir que la gente no pueda llevar signos de su religión o de sus costumbres, puesto que no se le imponen a nadie; que haya ciertas normas sobre no llevar la cara cubierta en sitios públicos no quiere decir que no se pueda llevar el pelo tapado.
En realidad estamos ante el odio que se siente por musulmanes a los que una buena parte de la población no considera franceses, aunque fueron ellos los que los trajeron a trabajar, pensando que siempre se quedarían como semi-esclavos a los que se podría manejar o incluso expulsar.
No nos engañemos: los que odian no pueden disimularlo y jamas debemos hacer caso de sus protestas de inocencia, ni aceptar sus excusas, porque nadie los malentiende sino que está muy claro lo que realmente quieren, es decir, expulsar, maltratar o denigrar a ciertas minorías, sólo eso.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

EDADISMO ESTÚPIDO

La obsesión de muchos políticos españoles de todos los partidos, jaleados por una tanda de periodistas y tertulianos más o menos irresponsables o ignorantes, es la de dar toda clase de ventajas a la juventud en abstracto, voceando e inflando constantemente las altas cifras de paro juvenil y propugnado toda clase de medidas, incentivos y desgravaciones fiscales para que los jóvenes encuentren empleo, pero sin analizar las causas profundas de un paro estructural, siempre elevado, que se agudiza en tiempos de crisis y que tenderá a hacerse peor en el futuro super-técnico que se avecina.
Esta obsesión subraya un problema olvidando otro: el de las muchas personas mayores de 45 años que han perdido un empleo y que no son de fácil colocación, pero para las que no se dan facilidades ni incentivos de ninguna clase y que parecen no existir para los “preocupados” comentaristas y gurús que se rasgan las vestiduras. Es como si ya hubieran tenido su oportunidad y la hubieran perdido, sin que a nadie le importen las consecuencias.
Las causas del desempleo en España y concretamente del juvenil son complejas, pero uno de sus principales factores es la deficiente formación, con lo que no quiero decir hoy día analfabetismo absoluto, pero sí algo que se le aproxima en el casi 30% de alumnos que no terminan la ESO y que son los más castigados por el paro. Junto a ellos hay un número considerable de otros chicos que estudiaron más, pero cuyas habilidades no tienen simplemente demanda; muchos sociólogos, historiadores o licenciados en políticas han salido de las múltiples universidades creadas en todas las ciudades de alguna importancia, para encontrarse que su salida son unas reñidas oposiciones a escasos puestos administrativos o trabajar de cualquier otra cosa.
Hay que decir que estos licenciados tienen, sin embargo, la oportunidad de estudiar más y seguir formándose para adaptarse a otros puestos y que muchos lo hacen, mientras que los que se aproximan al analfabetismo no la tienen por falta de ambición y costumbre.
La emigración es otra posibilidad, pero la posibilidad de hacerlo es más reducida de lo que la gente piensa, despistado el público nuevamente por las grandes proclamas y los siniestros titulares de periódicos. Hoy día, la emigración tipo años 60 de trabajadores españoles a fábricas del extranjero es prácticamente nula, porque no hay demanda, excepto de personal para restaurantes en algunos países; hay alguna demanda de personal sanitario bien formado, y mucha demanda de ingenieros y técnicos, pero estas dos categorías tienen también mucha más posibilidad de encontrar trabajo en España y las anécdotas que se cuentan de desempleo entre sus filas suelen ser de casos individuales o están bastante exageradas en cuanto al número.
El paro juvenil resistente es sobre todo el de los chicos mal formados o con una formación desajustada a la demanda en un mundo cada vez más técnico, en el que los sectores que necesitan mucha mano de obra necesitan cada vez menos.
Las soluciones no son ni fáciles ni a corto plazo, pero tienen mucho que ver con tomarse en serio la educación y formación práctica de todos, incluyendo los más desfavorecidos, y no discutir sobre el sexo de los ángeles y la religión en la escuela, por ejemplo.
¿Y los mayores? porque en ellos no se piensa, cuando muchos tienen experiencia acumulada y también son capaces de aprender…¿o se cree que a partir de los 45 años se tienen obstáculos insalvables? La formación continua es una de las condiciones del mundo presente y muchos mayores pueden aprender, menos impedidos por hormonas y calores juveniles, lo que se les quiera enseñar.
En vez de esto se plantean estupideces como la “jubilación obligatoria” a toda costa y a una edad fija, como si la salida del trabajo de unos fuera a dejar la puerta abierta a otros, lo que no tiene porqué ser así en ningún caso, además de privar a la empresa u organismo de personas con conocimientos y experiencia y cargar aún más los gastos de pensiones que más pronto que tarde van a ser impagables, porque ¡ay! Resulta que cada vez hay más personas mayores y menos jóvenes, y la solución no es fomentar familias numerosas en un mundo superpoblado, sino plantearse seriamente nuevos equilibrios socioeconómicos.
Mientras tanto dar gritos, mesarse los cabellos y hacer juvenil-populismo ni arregla problemas ni posiblemente da votos, porque los mayores también votan más.