martes, 18 de agosto de 2015

IMPACIENCIAS

Un error que se comete fácil y frecuentemente en todas las sociedades es el de legislar “en caliente”, es decir, con precipitación ante señales de alarma social. Da igual que se trate de democracias o dictaduras, porque en las primeras los dirigentes del momento temen perder elecciones, mientras que en las segundas cuesta poco establecer medidas populares y populistas.
Pero las leyes son sólo una parte del cambio social y no producen efectos inmediatos, aunque sí pueden producir rápidamente efectos secundarios que no se ven en el momento de establecerlas. Las dura legislación anti-droga en los Estados Unidos, por ejemplo, ha llenado las prisiones hasta un punto imposible, con gente que en su mayor parte no sería considerada delincuente en otros lugares, pero no ha impedido que se sigan consumiendo estupefacientes y euforizantes sin tasa.
Es también muy irreal pretender que una legislación positiva, como la que existe sobre la violencia doméstica y de género, suprima radicalmente estas lacras. Ni el más optimista puede imaginar una prevención y una vigilancia tales que eviten siempre los brutales actos de los energúmenos que cometen uxoricidios, infanticidios y otros crímenes.
Aunque hemos progresado mucho, la desigualdad de género sigue siendo una realidad, y todas las sociedades, incluso las más avanzadas, están aún impregnadas de un machismo patente o sutil que sólo con mucha educación,  mucha constancia y mucha militancia se puede ir limando hasta que desaparezca…. y no olvidemos que los sentimientos agresivos de algunos machos (a menudo porque se sienten inferiores en otros ámbitos), tienen su correspondencia en los sentimientos de inferioridad de muchas mujeres, educadas desde niñas para someterse.
Está bien indignarse cuando se leen noticias de esta clase, pero no basta con echarse las manos a la cabeza, sino que hay que seguir insistiendo para que la sociedad entera vea estos hechos como reprobables siempre, y expulse de su seno a los que así actúan.
Desgraciadamente esto no sucederá de la noche a la mañana y aunque seamos muy intolerantes con el delito, tenemos que ser muy pacientes en nuestra lenta labor día a día, porque impaciencias y gritos sólo dan sensación de impotencia. Paso a paso, gota a gota, las sociedades cambian… si todos nos empeñamos en ello. 

domingo, 16 de agosto de 2015

EL DONUT EN LA OREJA

John Riccardo, sacerdote norteamericano que predicaba en unas sesiones para “ex-gais”, se ha lucido con el razonamiento más absurdo que he oído hasta ahora para demostrar que las relaciones entre personas del mismo sexo son “antinaturales”
¨¿Os meteríais un donut por la oreja?" dijo a sus sorprendidos oyentes, para concluir: "Pues eso es lo que hacen las personas que tienen relaciones con otra del mismo sexo… porque emplean sus órganos de forma no natural.”
Queriendo demostrar una cosa, el bueno del Sr. Riccardo demuestra exactamente la contraria: meterse un donut por la oreja produce dolor y sordera, es lo contrario de placentero, mientras que si dos personas del mismo sexo disfrutan juntas sus órganos responden maravillosamente.
Es aburrido el empeño de los orates religiosos en reducir el sexo a reproducción y cría, culpabilizando y condenando todo lo que no entre en límites ridículos. El Sr. Riccardo y otros como él, a lo mejor piensan que las relaciones en parejas casadas de distinto sexo se reducen a las puras reproductivas, en postura de misionero y con uso “correcto” de los órganos en cuestión, pero si pudieran saber lo que la mayoría hace no dirían las tonterías que predican.
Es interesante que se haya filtrado la estupidez a través de un grupo de “ex gais”, es decir, de seres acomplejados y asustados que pretenden “curarse” de lo que no es enfermedad o vivir vidas célibes rechazando la tentación. Hasta entre ellos alguno debió pensar que aquello era demasiado tonto y lo sacó a relucir para irrisión general.
¿Cuándo se darán cuenta los dogmáticos de que la naturaleza no se corresponde en absoluto con “la ley natural” de Tomás de Aquino, un gran sabio….. del siglo XIII?

viernes, 14 de agosto de 2015

COMPLEJIDAD Y CEGUERA

Vivimos en un mundo imperfecto y yo no dudo de que haya que mejorar muchas cosas, aunque, siento decepcionar a pesimistas, nostálgicos y románticos porque nunca antes tanta y tan numerosa gente ha vivido tanto y tan bien; lo que se demuestra con datos objetivos, que suelen desmentir las ideas fijas basadas en clichés, memoria selectiva y prejuicios a los que no se quiere renunciar.
Claro que hay puntos del planeta, poblaciones e individuos que viven miserablemente, que mueren antes de tiempo y que sufren lo indecible y que hay que luchar para aliviar o eliminar guerras, odios e injusticias, pero quien piense que esto es fácil, cuestión de un día y que se consigue sin efectos secundarios es más bien infantil, simple o, tal vez, fanático.
Casi todas las religiones han paliado los sufrimientos del presente prometiendo milagros, magias, vidas de ultratumba y otras improbabilidades, pero han sido y son a su vez pretexto para atizar odios, identitarismos y desesperanzas varias. La extensión del escepticismo respecto a ellas es más bien lento y a menudo sólo deja vacíos y anomia donde antes hubo certezas y obediencia ciega.
Si las religiones no resuelven el problema, menos aún lo han hecho ideologías de ánimo totalitario: fascismos, comunismos y nacionalismos extremos, pueden hacer comulgar con ruedas de molino durante un tiempo, pero al final tienen que recurrir a la compulsión, la delación, la expulsión y la supresión, cuando se demuestran incapaces hasta de proporcionar una mínima vida decente, lo que supone también un grado de libertad y no un simple plato gratuito de lentejas.
El resumen puede ser que un mundo grande y paradójicamente cada vez más pequeño, globalizado, técnicamente avanzado y muy complejo no se presta a análisis y soluciones simples sean éstas del color que sean. Poner nuevas fronteras, levantar nuevas banderas o esperar mesías físicos, mentales o ideológicos con soluciones instantáneas o muy rápidas para nuestros problemas sólo nos llevará a la frustración y a perder el tiempo que podíamos haber empleado en resolver la complejidad… o una parte de ella, porque la utopía no es humana, es sólo peligrosa por totalitaria

lunes, 10 de agosto de 2015

LET'S BE STUPID

It’s beyond me how the U.S. GOP has come to be totally dominated by fundamentalist Christians (Christofacists) anti-science nuts, greedy super rich tycoons and ignorant male chauvinist men and women. Can one of these frightening individuals ever be elected to the presidency? The possibility is terrifying for the U.S. and the world as a whole. It won’t probably pass this time, but it could be possible in the future if prejudices, ignorance and decadence continue unabated.
I believe that at least some of the GOP candidates are not as ignorant or stupid as they make themselves appear, and I believe that most of them would not be totally absurd if they came to occupy the Oval Room, but the problem is that they have to fake stupidity, ignorance, bigotry and plenty of bias if they ever want to be taken seriously in the primaries.
How has the U.S. arrived to this point?…. Decadence may be? The answer is not that simple. Ignorant and biased people have been there all the time, as they are everywhere, but deindustrialization, globalization, rising inequality and racial diversity have opened the door to an extremism that preaches simple solutions for complex problems, and as it’s always the case, uses old ideas and patriotic clichés to move emotions instead of reason.
Mr. Trump is not really stupid, at least not as much as Sarah Palin, but he can utter insults, falsities and exaggerations with the security that all those angry white folks (and some non-white too) will believe he has the magical key to go back to a brilliant past that never really existed.

domingo, 9 de agosto de 2015

LIBERTAD, BOICOT Y CRÍTICA

Una de las libertades más preciadas de la democracia es la de expresión. Sin libertad de palabra, obra, creación artística etc., no hay posibilidad de ejercer una libertad real. Pero esto quiere decir que la tienen todos, tanto los de nuestra tendencia como los de la contraria.
Yo creo que esos desagradables obispos que hablan contra derechos y personas deben tener la libertad de expresar sus reaccionarias ideas, y los que las defienden de atacar sus sinrazones. Prohibir una idea, por mala que sea, es peligroso, porque se sabe donde se empieza, pero no donde se termina, de aquí que las exageraciones de la corrección política puedan suponer a veces autenticas camisas de fuerza que reprimen expresiones que no por reaccionarias dejan de ser legítimas.
La creación artística debe ser también libre, incluso cuando se hace una película o se escribe un libro que interpreta hechos históricos. Se puede discutir la obra y su interpretación del pasado, pero lanzar un boicot contra ella sólo porque no nos gusta o porque pensamos que es una interpretación errónea supone en la práctica contraponer un dogmatismo a otro.
Viene esto a cuento de la reciente tormenta desatada por el trailer de la película “Stonewall”, que narra los hechos de la famosa rebelión de 1969 en Nueva York. Parece que ha producido mucho enfado en algunos sectores que no se ponga como exclusivos protagonistas a varios transexuales de piel oscura, y que la figura central parezca ser un chico blanco, personaje más o menos de ficción.
La película no es un relato totalmente histórico porque falta documentación detallada sobre hechos y personas de aquellos días, es absolutamente favorable a la causa LGTB y pretende hacer entender cómo y porqué la comunidad LGTB se concienció y comenzó a actuar políticamente. Seguramente no es exacta, seguramente es una interpretación de su autor…. ¿pero eso quiere decir que hay que boicotearla porque no ensalza suficientemente a varias drag queens de piel oscura?
Estamos nuevamente ante reacciones excesivas y enfados que conducen a muy poco. Es meritorio que un autor haya hecho algo así y, desde luego, podemos discutir lo que ha hecho, pero entre discutir y derribar hay una gran diferencia.

jueves, 6 de agosto de 2015

HUMANIDAD

“Con la Iglesia hemos topado” es la famosa frase de Cervantes por boca de Don Quijote, y se repite cada vez que alguien se encuentra con algún obstáculo levantado por la institución contra lo que le disgusta como tal o lo que enfada a sus jerarcas.
Viene esto a cuento del joven transexual gaditano a quien se impide ser padrino de bautizo de su sobrino por ser, en boca del obispo local, algo así como casi no humano, además de “estar impedido para las leyes del amor”, por definición del obseso obispo de Alcalá.
Todos sabemos que el bautizo es hoy día sobre todo una ocasión festiva tradicional, que ser padrino del mismo apenas tiene obligaciones, y que el joven en cuestión las tiene de todos modos por ser tío carnal del bebé….Es decir, que no importaría mucho, además de pasar desapercibido, que el padrino nació con el sexo biológico equivocado.
¡Pero qué magnífica ocasión para entrar al trapo y recordar a todos que la institución cree absolutamente en la “ideología de género” inventada por ella misma! Biología, ciencia y evolución social son cosas que se pueden ignorar cuando se ha erigido un castillo dogmático basado más en prejuicios medievales y machistas que en escrituras supuestamente divinas, puesto que en éstas no se preveían cosas como la transexualidad.
Una prueba más de que, a pesar del amor que se pretexta, el sufrimiento individual no es importante cuando se trata de defender altos principios, aunque éstos sean crueles y absolutamente inhumanos.