domingo, 31 de mayo de 2015

NEUROSIS DE PERFECCIÓN

Se está ponendo de moda entre los gurús que deciden lo que está bien y lo que debería estar mal en el mundo gay el concepto de “dadbods”, es decir, “cuerpos de maduros” o “cuerpos de papis”, con lo que se quiere describir el cuerpo de la inmensa mayoría de los que están por encima de los 30, lejos de las esculturas vivas de anoréxicos o de gimnastas profesionales a los que nos tiene acostumbrados una publicidad absurda.
En este caso no me meto con la publicidad de marcas de ropa, que tienen que lucir sus productos sobre maniquíes, porque quien se crea que esos cuerpos son reales no sabe lo que pueden hacer focos, enfoques y photoshop, sino con la peligrosa publicidad indirecta que promete milagros mediante regímenes, drogas maravillosas, suscripciones a gimnasios y otras cosas…”para tener un cuerpo perfecto”, lo que lleva a amuchos al autodesprecio y a la neurosis obsesiva por no cumplir los engañosos requisitos estéticos de la supuesta perfección.
Los gais padecen en este caso los mismos males que siempre han castigado a las mujeres, a las que que se ha querido moldear con corsés, fajas, regímenes y dos números menos de calzado con el fin de hacerse deseables para sus amos y tiranos.
Muchas mujeres han despertado y se niegan hoy día a aceptar estas imposiciones de críticos crueles, insensibles y atrabiliarios y los gais harían bien en tomar ejemplo y negarse a seguir estas majaderías que les someten a una esclavitud sin motivo, puesto que su deseabilidad raramente depende de detalles tan superficiales… a no ser que se quiera ligar profesionalmente.
¿”Dadbods”?… ¿Resulta que son deseables para muchos?… ¡Qué gran sorpresa! Si la mayoría nos hubiésemos creído la simpleza de que sólo se puede ligar con un Adonis, todos estaríamos solteros, solitarios y amargados. ¡Qué bien que nos fijamos en hombres normales, del montón y con defectos!… Gracias a ello somos felices.  

martes, 26 de mayo de 2015

DOGMAS Y REALIDAD

Es interesante observar que bastantes estados que reconocen el matrimonio igualitario son mayoritariamente católicos: Bélgica, Luxemburgo, Francia, España, Portugal, Eslovenia, Argentina, Brasil y México son católicos en alto porcentaje, pero también lo es y mucho Irlanda, donde la masiva aprobación referendaria no deja lugar a dudas.
Esto puede interpretarse de varias formas, la primera sería que la doctrina católica hace mayor énfasis en la igualdad que muchas protestantes de origen calvinista, que priman la predestinación y que orientan a la competitividad, pero esto, que no deja de ser una teoría, no es tan fundamental hoy día, porque lo que realmente sucede es que el occidente católico simplemente ni escucha ni comprende lo que viene de Roma, que es básicamente lo mismo que ha estado viniendo desde el Concilio de Trento, por poner un punto histórico determinado.
Pocas iglesias han codificado de forma tan exacta unos principios morales concretos: pecados veniales, pecados mortales, la forma exacta en que se comete un pecado, la forma de perdonarlo, quién lo perdona, la penitencia a pasar… y muchas más cosas que sólo unos pocos iniciados conocen realmente.
Seguramente esto era útil en un momento en que los clérigos gozaban de autoridad real, la ciencia era sólo una palabra, la mayor parte de los fieles analfabeta o cerca de serlo y los cultos muy pocos, censurados y metidos en una sociedad enteramente impregnada de las mismas normas.
No es que la moral católica sea básicamente mala, pero su extraordinario detalle, su obsesión antisexual, su elevación a dogma absoluto y su progresivo divorcio de realidad social y avance científico la han convertido en un fósil, algo que han reconocido al mismo tiempo L’Osservatore Romano, periódico oficioso de la Santa Sede y el Primado de Irlanda con palabras muy similares: la población de estos países, especialmente los jóvenes, no toma en consideración reglas y normas que se ven como arcaicas, arbitrarias o contra el sentido común. Normas que ni siquiera respetan los clérigos encargados de aplicarlas.
Ninguna organización puede vivir tan de espaldas a la realidad social sin sufrir las consecuencias: abandono, indiferencia, falta de personal propio y escasa motivación del mismo. El Papa Francisco lo sabe, pero un verdadero “aggiornamento” de tan vetusta institución no se ve demasiado probable, así que lo más seguro es que siga un descenso que puede ser muy largo, pero del que caben pocas dudas.

sábado, 23 de mayo de 2015

CONGRATULATIONS!

Hay que felicitar a Irlanda en el día de hoy por la masiva aprobación del matrimonio igualitario. El pequeño país ha hecho historia al ser el primero que aprueba la medida mediante referéndum popular, método que quita cualquier posibilidad de protesta o manipulación por parte de los contrarios. Sin embargo, el hecho da lugar a varias reflexiones en nuestro día de reflexión.
Someter derechos humanos y civiles a referéndum es peligroso. En Irlanda ha habido que hacerlo porque para implantar el matrimonio igualitario era necesaria una reforma (mínima, pero reforma) de la constitución, pero los derechos humanos no deben o deberían depender de la opinión cambiante del electorado porque no son opinables. La igualdad ante la ley no puede abrogarse por referéndum más que para implantar una tiranía.
En los estados en los que el matrimonio igualitario ha sido implantado por mayoría parlamentaria la legitimidad es la misma: no hay superioridad de una ley aprobada por referéndum a una aprobada en un parlamento democráticamente elegido. En el caso de España la aprobación fue doble, puesto que el parlamento decidió y el Tribunal Constitucional sentenció que no se oponía a ningún principio constitucional. El método de aprobación no altera la legitimidad, siempre que se haya hecho de acuerdo a las reglas democráticas y constitucionales.
Los españoles debemos estar legítimamente orgullosos de que España fuera uno de los primeros estados (¡hace ya 10 años!)  en los que se implantó esta medida que, junto a algunas otras, pone al país entre los más progresivos del mundo en derechos civiles, desmiente una supuesta intolerancia esencial y demuestra, como en Irlanda, que la decadencia de la influencia de una iglesia retrógrada es evidente.
Estas reflexiones no quitan ni un ápice de valor a la decisión de los irlandeses, a los que felicito de todo corazón.

domingo, 10 de mayo de 2015

VERDUGOS CON RESPETO

P. Y sobre aquella frase de “quién soy yo para juzgar a los gais” ¿Está de acuerdo el Opus con este tipo de mensajes de comprensión hacia, por ejemplo, los homosexuales?
R. Está en plena coherencia con lo que dice San Pablo: sólo Dios juzga. Esa frase no implica relativismo, sino respeto total y absoluto por cada persona; que el Opus Dei comparte porque forma parte de la doctrina cristiana. Lo que el Papa completa diciendo que está en contra de los Lobbys. Cuando el tema de la orientación sexual se convierte en ideología y en presión social, ahí si hay elementos criticables.
Así dice Mariano Fazio, Vicario General del Opus Dei en la entrevista que le hacen en El País del domingo 10 de Mayo. Parece que “La Obra” quiere presentar una cara más amable y menos siniestra de la que ha presentado hasta ahora, especialmente por el cambio de estilo del Papa Bergoglio, pero, aparte de otras afirmaciones increíbles que aparecen en esta entrevista, no hacen falta alforjas para tan breve viaje, porque la respuesta es una pura trampa semántica.
“Respetamos a los homosexuales” es una frase vieja, mil veces repetida por nuestros peores enemigos, pero es evidente que el respeto se termina y la persecución empieza en el momento en que los homosexuales se unen, luchan por sus derechos o pretenden disolver los prejuicios mantenidos por las iglesias y las sociedades patriarcales por ellas apoyadas durante milenios.
Estamos ante la conocida táctica de aparecer como víctima cuando se es perseguidor, parte de la cual es definir como “ideología” lo que contradice los principios dogmáticos propios. Es decir, que los homosexuales son respetables (no hostigados oficialmente) cuando permanecen bien invisibles en el armario, resignados a su ciudadanía de segunda y con la clara conciencia de que sus inclinaciones son desviadas, perversas o, para los muy magnánimos, “inferiores”.
“Ideología” es en cambio:
Enseñar que existe la diversidad sexual. Terrible herejía de la “Ideología de Género”. A los niños hay que enseñarles que todo lo que no se ajuste a la más rancia heteronormatividad patriarcal es pecado, enfermedad y defecto.
Pedir igualdad de derechos como poder firmar contratos matrimoniales, adoptar niños y trabajar en cualquier clase de empleo sin miedo a la expulsión. Estos son ataques directos a la familia según la entiende la ortodoxia.
Criticar las creencias en las que se han basado y se basan las discriminaciones y condenas a todos los diversos. Se parte del principio de que hay fes buenas, verdaderas y dictadas por la divinidad, mientras que las opiniones contrarias son “ideologías”, aunque estén fundadas en la ciencia y no en la creencia.
Creo que con esto basta… por si alguien se creía la inmensa humanidad y la caridad de “La Obra”.

sábado, 2 de mayo de 2015

MÁS DE 70

Cuando a mis 30 años pensaba en los 70 los veía como una cifra teórica, algo adaptado a viejos de barba blanca y viejas encorvadas con bastón, pero no para mí… que siempre tendría más o menos 30 años o pocos más. Ya entonces me sorprendía y me enfurecía el hecho de que en los sitios de encuentros gais los treintañeros fueran considerados “maduros” o “daddies”, puesto que los únicos gais deseables y posibles eran los chicos de 18 a 25 con más de 1,75 de estatura, 65 kgs. de peso, depilados y de belleza convencional.
Ni yo entraba en esas medidas ni los que entraban me gustaban lo más mínimo, pero en épocas menos críticas no había bastantes voces que desmontaran lo que no era más que marketing de profesionales u opiniones de petronios a la Lagerfeld, es decir, de tiranos que imponen su gusto a cretinos que se lo creen. Ni el aspecto, ni el tamaño ni la edad tienen límite alguno no sólo para amar sino también para la estética, porque igual que no puede decirse que el arte barroco sea el único aceptable, por ejemplo, tampoco es de recibo afirmar que haya un tipo de belleza humana que eclipse a las demás. La gordas celulíticas de Rubens pueden no estar de moda, pero son bellísimas si se las sabe mirar, igual que los anoréxicos aparentes de Modigliani.
Ahora, cuando me miro al espejo, con la experiencia de la edad y la sabiduría adquirida, me río de mis complejos anteriores y me entristezco por los sufrimientos a los que aún se exponen jóvenes muy bellos que se creen feos sólo por no entrar en los parámetros vulgares que deciden los cursis de turno.
Si de algo vale la edad es para darse cuenta de que lo que de verdad importa: el amor, la amistad, la salud y el bienestar, no dependen para nada de las superficialidades difundidas por escritores de tres al cuarto, revistas horteras y modistos momificados, sino de lo que uno lleva dentro. Quererse a uno mismo y hacerse cada día mejor como persona es una receta que nunca falla. Si, además, intentamos ser generosos y escuchar a los demás, la receta será todavía mejor.
Puedo decir que nunca he sido más feliz que ahora con siete décadas tras de mí… Lo que venga después no importa, porque todo tiene que tener un fin y, más aún, está bien que así sea.