jueves, 27 de septiembre de 2007

Bienvenido "Público"


Tenemos que alegrarnos de la salida de este nuevo diario. Su orientación parece defender nuestros derechos, es fácil de leer, barato y bien presentado. Su página web es gratuita y me he permitido añadir su vínculo en mis recomendados. Viene bien un poco de competencia en la prensa española, demasiado alineada últimamente en grupos de poder y económicos muy cerrados.

Ahmadinejad en Columbia

He aquí a un genio que afirma que "En irán no hay homosexuales como en los Estados Unidos".

Cierto: matan a todos los que encuentran.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Adelanto y atraso


España tiene sin duda una de las legislaciones más avanzadas del mundo en cuanto al reconocimiento e igualación legal de todas las personas LGTB. La reforma del código civil para permitir el matrimonio de personas del mismo sexo con todos los derechos y la ley de identidad de género que permite a los transexuales el cambio de todos los documentos legales, sin que haya sido necesaria la cirugía, son los dos instrumentos más importantes que permiten a todos los ciudadanos, sin distinción de orientación sexual, el ejercicio de sus derechos. Esto es, desde luego, motivo de satisfacción para nuestro colectivo y de legítimo orgullo como españoles.

El peor atraso es el de las personas LGTB que van contra sí mismasSin embargo, no debemos engañarnos respecto a la pervivencia en el seno de nuestra sociedad de mucha desinformación, arraigados prejuicios y minorías homófobas a veces muy influyentes. La jerarquía católica y otros grupos religiosos se siguen tomando estas leyes como insulto personal, como si con ellos se los persiguiera directamente. Hay muchos indicios que muestran que en las fuerzas armadas en general hay aún muchos individuos que siguen practicando el más rancio machismo, pero no sólo en ellas, sino en clubs de fútbol, oficinas, talleres, fábricas y un sinfín de otros lugares. Todo esto es de esperar, puesto que la ley no puede cambiar actitudes muy enraizadas que han gozado del beneplácito social durante mucho tiempo. La situación actual es en parte un regalo que ha hecho el gobierno y sólo en parte también una conquista de la sociedad civil y las organizaciones LGTB.

El atraso peor, sin embargo, es el de muchos gays y lesbianas, especialmente de cierta edad, que aún tienen problemas de aceptación y hasta se pronuncian públicamente en contra de algo que les favorece. También resulta comprensible porque hasta hace muy poco tenían el hábito del secreto y la vergüenza y su práctica sexual no estaba reñida con la hipocresía. Algunos, asustados, todavía creen que se les tolera mejor si son discretos, otros que su identidad reposa sobre un tipo determinado de hedonismo, reñido con el "aburguesamiento" que supone la pareja o el matrimonio. Unos puede que se eduquen con el tiempo, otros no tienen remedio y lo mejor es ignorarlos.

martes, 4 de septiembre de 2007

A vueltas con la hipocresía


Resulta chocante que a estas alturas haya todavía policías en los Estados unidos dedicados a "cazar" homosexuales en los aseos públicos o semi públicos. Las puritanas leyes de aquel país persiguen la "indecencia" en lugares en los que se supone que puede haber personas susceptibles de sentirse "amenazadas": se supone que heterosexuales indefensos y niños que, como bien se asusta, son las víctimas preferidas de cualquier depredador sexual. Por supuesto que esto no es más que hipocresía, ya que los que buscan ligar en algún aseo son en nuestros tiempos, con contadas excepciones, personas muy apuradas, frecuentemente en el armario, casados, respetables y con muchísimo miedo, además de que por lugar y circunstancias se deben limitar a algo rápido y, desde luego, plenamente consensuado.

Esta vez las malas leyes se aplican a quien las haceResulta también chocante y risible que uno de estos policías se haya encontrado con que uno de éstos era nada menos que todo un senador de los Estados Unidos que, además, pertenece al Partido Republicano y se ha distinguido por su posición contraria a todos los derechos de los gays.

La "amenaza" gay es por supuesto un pretexto canalla aducido por personas que quieren justificar así sus prejuicios, pero parece justicia divina que un vocal representante de los que tanto nos atacan haya sido descubierto como un perfecto hipócrita y, una vez más, como demostración de que los que más gritan son los menos de fiar.