lunes, 1 de noviembre de 2010

La gran solución de Rajoy


Tras una atenta lectura de la entrevista que hace "El País" a Rajoy resulta que no tiene plan alguno claro para enderezar la economía, aparte de su admiración por el de Cameron en el Reino Unido, aunque, eso sí, no se ha leído los detalles y no sabe si el también echaría a la calle a 500.000 funcionarios, entre otras medidas. Es decir, que Zapatero es el desastre, pero que él no sabe y no contesta... es de suponer que basta con la desaparición del odiado ZP, unas cuantas expulsiones de gitanos, como parece promover la inefable líder del PP en Cataluña y la reelección del incorrupto Camps en Valencia para que todo vuelva a su cauce.

Lo único que parece tener claro el líder del PP es que no le gusta el "matrimonio homosexual" y que no garantiza sus supervivencia. Aparte de que no existe ley específica para homosexuales, sino que se trata de la extensión de un derecho a una minoría hostigada, no se ve en qué puede beneficiar al país una vuelta atrás que lo pondría en el rango de los europeos atrasados en derechos civiles, pero ya se sabe que a nuestra muy machista derecha esto le importa un comino, puesto que los que se sienten excitados por los "morritos" de las ministras tienen que sentir profunda desazón ante actos contra natura en la base de la crisis económica.

Por otra parte, ya se sabe que de los obispos para abajo se filtran las oportunas órdenes al respecto, aunque este país no sea oficialmente católico y muchos miembros del mismo PP no pisen la iglesia, pero la reacción es tan hipócrita como siempre.

Es verdad que ahora las elecciones no se ganan sino que se pierden, pero el espejismo del PP como solucionador de problemas económicos que sobrepasan con mucho las fronteras nacionales parece deslumbrar a muchos. Veamos si los españoles se castigan a sí mismos.

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