miércoles, 16 de noviembre de 2011

El laicismo como asignatura pendiente


Resulta sorprendente e irritante que con ocasión de las próximas elecciones se pongan en duda conquistas como la igualdad ante la ley civil (matrimonio para todos con independencia de la orientación sexual) o la libertad para decidir en caso de embarazo no deseado.


Las discusiones sobre estos temas no son realmente serias en los estados libres, a pesar de la apariencia científica o filosófica que a veces se les quiere dar, porque están irremediablemente contaminadas de dogmatismo religioso. ¿Qué le puede importar a un héterosexual que dos homosexuales se casen? Su matrimonio no queda afectado y sus convicciones tampoco. A los que sí les importa son a los jerarcas eclesiásticos que quieren imponer su tutela a toda una sociedad, sin que le importen las convicciones o la libertad de los demás.

En España, como en Italia y muchos otros países, la teórica aconfesionalidad se encuentra limitada por tratados que hay que denunciar y por los privilegios históricos de una iglesia que se cree con derechos especiales que sigue imponiendo sobre una población cautiva. Da igual que la secularización real avance, porque mientras se sigan respetando estas situaciones arcaicas habrá que seguir comportándose como súbditos de un poder extraño y "agradeciendo" que nos "concedan" el derecho a amar o incluso existir, porque, de salirse con la suya, toda mención a la diversidad sexual sería eliminada de la educación... para no pervertir a los pobres niños, cuya orientación sexual es susceptible de cambio con la sola mención del tabú.

El anticlericalismo parecía cosa del pasado, pero hay muchas razones para él en el presente. Los obispos no deberían sorprenderse de su reaparición y de sus consecuencias, que nunca serán buenas, ni para ellos ni para nadie.

viernes, 4 de noviembre de 2011

¡Destituido!

Parece que el infame artículo del señor Daniel Ávila comentado en el anterior post, en el que venía a decir que los homosexuales son creados por el mismísimo demonio, ha resultado excesivo incluso para la jerarquía católica. La diócesis de Boston ha dado marcha atrás, retirado el artículo y pedido excusas por el desatino, mientras que el Sr. Ávila ha dejado de ser "consejero" de asuntos relacionados para la Conferencia Episcopal, no es claro si por dimisión o destitución.

No creo que la jerarquía lo haga por convicción alguna, sino porque la indigesta mezcla de ciencia y teología reflejada en este artículo era causa de ridículo y de más sonrojo que el habitual.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Ley natural?... ¡El demonio la cambia!

En un artículo publicado el 28 de octubre en la edición electrónica de "The Pilot", órgano oficial de la diócesis de Boston, Daniel Ávila, consejero de asuntos matrimoniales del subcomité para la protección del matrimonio y la familia de la Conferencia episcopal de los Estados Unidos, lanza la siguiente teoría "científico-teológica":

"Más de una vez se me ha hablado de católicos molestos con la Iglesia por la insistencia de esta en que las relaciones sexuales deben limitarse al matrimonio entre hombre y mujer. ¿No fuerza esta norma moral a vidas de soledad a las personas con atracción por el mismo sexo? ¿Si han nacido así, por qué deberían ser castigados con una restricción que no toma en consideración su condición innata?"

"Dios no es la causa de la atracción hacia el mismo sexo.... de modo que ¿qué es lo que produce esta inclinación, si aparece temprana e involuntariamente y, de haber alguno, quién es el responsable? En cuanto al "qué", la hipótesis científica más ampliamente aceptada apunta a desequilibrios aleatorios en los niveles hormonales maternos e identifica como la causa principal y más probable sus efectos disruptivos prenatales."

"En otros términos, la evidencia científica de como aparece la atracción por personas del mismo sexo proporciona una base creíble para una explicación espiritual que acusa al demonio.... En consecuencia, cuando causas naturales obstaculizan un desarrollo biológico típico en todo lo demás y conducen a los principios de una atracción hacia el mismo sexo que no ha sido elegida individualmente, la responsabilidad a nivel teológico es y debe ser imputada al maligno no a Dios. Aplicar este aspecto de la fe católica a la interpretación de los datos científicos es más lógico porque no coloca a Dios en la incongruente posición de bendecir dos realidades mutuamente incompatibles: la diferenciación sexual y la atracción por el mismo sexo."

"Nacer con una inclinación causada de modo no controlable no es suficiente prueba de que la condición haya sido causada por Dios o de que satisfacerla se ajuste a los objetivos divinos."

Todo este "razonamiento" va directamente en contra de la ciencia pretendiendo aceptarla pero, más aún, destruye los mismos manidos argumentos de la Iglesia sobre la "Ley Natural", puesto que esta se respeta cuando interesa y no en todos los casos. ¿Por qué hay una contradicción entre la existencia de dos sexos biológicos y la atracción por el mismo sexo?... Estos señores están tan obsesionados con el sexo exclusivamente como medio reproductor que no se paran a pensar en sus otras funciones, empezando por la placentera, pero despreciando el afecto o las otras funciones sociales que puede cumplir. Por otra parte ¿si Dios permite todo esto quién es el causante él o el demonio?