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domingo, 26 de junio de 2016

EUROIGNORANTES, EURORREACCIONARIOS Y EUROTONTOS

Tras el Brexit y el aluvión de opiniones desatado, conviene calmarse un poco, mirar con cierta lejanía y no dejarse llevar por excesivos pesimismos. Lo que han votado los ingleses (especialmente ellos y no tanto los escoceses, por ejemplo) está muy mal, pero son los más desaventajados de entre ellos, justamente los que más han creído las mentiras populistas del UKIP, los que lo pagarán caro, pero tal vez esto sirva para que los líderes y los votantes europeos se den cuenta de que las alternativas a la EU simplemente no existen y que sus más feroces críticos lo son justamente porque pretenden medrar en río revuelto y encerrar a Europa en fronteras, alambradas, orgullos nacionales y ensoñaciones soviéticas. Muy útil para determinados partidos, muy peligroso y empobrecedor para los ciudadanos.
Los enemigos de la unidad europea (FN, FPÖ, AfD, 5 STELLE,  IU) cultivan la ignorancia de los más, achacando a una imaginaria Bruselas los problemas  cotidianos de cada país, sin distinguir entre lo común y lo local, pero no hay que disculpar a los que “no saben”, porque la información está en todas partes y los que no saben es porque no se quieren enterar. Que los reaccionarios típicos: fascistas, neofascistas, racistas, ultranacionalistas, etc. odien a la UE y lo que significa no es novedad, pero con frecuencia se pasa por alto que hay también reaccionarios que se apuntan a la “izquierda”, con el ambiguo significado que esta palabra adquiere más cada día, porque sabemos perfectamente lo que es “derecha”, pero lo contrario está desdibujado y hay más de un ingenuo que apenas se da cuenta de que la manipulación del lenguaje no le deja ver más allá. Comunistas, neocomunistas y nuevos populistas de otras siglas, repiten viejos eslóganes de la época soviética, como si se pudieran aplicar ahora, critican la “falta de democracia” de la UE, su base en el capitalismo y otras generalidades sin mucho análisis, para atacar al euro, a la comisión europea, al BCE ya lo que se tercie, aunque no ofrecen alternativa viable alguna, ni explican que podrían ellos ofrecer: ¿la economía soviética? un régimen dictatorial, tiránico, de escasez y racionamiento, fracasado y enterrado. ¿Los populismo latinoamericanos? ensayos aún más primitivos de algo muy parecido a la economía franquista. En realidad no ofrecen nada porque se trata de reaccion contra algo que molesta y que se odia, igual que muchos ingleses han votado contra Londres y la élite financiera internacional de la capital. 
La UE es imperfecta, burocrática, lenta y a veces desesperante, pero su alternativa es la de economías más pobres, más cerradas, menos competitivas, con más paro, pobreza y escasez y, peor aún, con renovados peligros de militarismos, imperialismos y guerras… ¿Queremos realmente esto? ¿o preferimos quedarnos como estamos y luchar por una reforma de las instituciones europeas, mayor unidad y mayor solidaridad?
En Europa, como en todas partes, hay muchos tontos y no hay nada peor que un tonto leído y resentido,es decir alguien que odia algo que le supera, que no entiende o a lo que se siente inferior, y que lee lo que le interesa para demostrar lo que cree sin pruebas. No dejemos a los eurotontos aprovecharse de la situación.

jueves, 3 de septiembre de 2015

FASCISMOS CON CARETA

En estos días dramáticos en los que se ahogan y son maltratados miles de refugiados, en los que Europa se juega su futuro y se replantea su estructura y su razón de ser, cuando es evidente que el cambio climático está aquí para quedarse y que mares y océanos suben de nivel y amenazan las costas, con una China cada vez más poderosa, más en crisis y por tanto más agresiva, con la democracia en cuestión en todas partes y cambios tecnológicos y económicos difíciles de entender y de asimilar, resulta que la gran solución para todos los problemas, al menos para los catalanes, es…. ¡la independencia! o, con otras palabras, más nacionalismo y más de lo mismo. Resultaría ridículo si no añadiera un problema gratuito a una situación europea y mundial con pocas soluciones evidentes. Aunque lo más evidente es que los nacionalistas de las barras no quieren solución alguna alternativa, será sí o sí con mayoría, con minoría o por la fuerza, sin que pueda atisbarse el mínimo indicio de respeto por normas democráticas que se invocan pero que no se obedecen porque todo debe someterse al principio indiscutible de que Cataluña debe ser independiente.
Mucha gente ingenua aún se cree que fascismo es sólo lo que se confiesa como tal y se reviste de camisas negras, pardas o azules, pero los hay con muchas apariencias y en diferentes grados, aunque lo que caracteriza a todos es la falta de elección real: ponemos urnas, pero sólo puedes votar lo que nosotros digamos. En algunos te juegas la vida o la cárcel, en otros la exclusión social, en todos la libertad real desaparece para ser sustituida por un simulacro o por algo peor.
Hay también numerosos crédulos y bienpensantes que intentan hacer equilibrios, repartir culpas y establecer simetrías, pero estos ejercicios no valen de nada contra el nacionalismo, especialmente si éste es cada vez más étnico, excluyente y atado al dogma como la religión. Muchos de estos bienpensantes culpan al presente gobierno de España de la “situación” y algo de culpa tienen éste y agunos anteriores, pero no por lo que se suele decir sino por todo lo contrario, es decir, por haber contemporizado excesivamente y no haber dado importancia a lo que siempre ha sido un objetivo claro de un nacionalismo con mezcla de complejos de superioridad e inferioridad, enteramente impermeable a casi cualquier razonamiento, bien diferente del exagerado enemigo, que lleva muchos años intentando ser inclusivo y respetuoso hasta con los que  le insultan.
Poner fronteras donde no las hay es hoy completamente irresponsable, especialmente cuando se disfruta de libertad, elevado nivel de vida y reconocimiento de la diferencia. Dice muy poco de un supuesto europeismo del que tanto se ha presumido en el pasado para despreciar al vecino, pero dice mucho de los futuros proyectos de un pueblo, una lengua y un proyecto obligatorios, porque con él no hacen falta camisas de colores y los que queden excluidos de él tendrán que callarse o marcharse.
Los dioses castigan a veces concediendo lo que más se desea. Es posible que tras las nuevas fronteras los patriotas se encuentren con que tienen que gastar mucho más recursos en cosas en las que antes ni pensaban, que ciertas industrias prefieran otros pagos menos aislados y que los sueños de convertirse en la Dinamarca de la fábula se transformen en pesadillas de déficits, desempleo, divisiones y un enorme aburrimiento solipsista.
Es hora de que los que creen en el progreso y la evolución superen el atasco ideológico y salgan de la trampa sectaria de pensar que unos nacionalismo son mejores que otros sólo por el hecho de haber estado contra la dictadura en el pasado. Muchos todavía no se dan cuenta de que la mayor debilidad de la verdadera izquierda es seguir instalada en ideas y símbolos antifranquistas, cuando esto ya no tiene utilidad alguna y pone anteojeras para reconocer las nuevas tiranías que se pergeñan o que ya están aquí con caretas diversas.

martes, 14 de octubre de 2014

RECTIFICACIÓN

Tengo que recoger velas, al menos parcialmente, porque el Ministerio de Justicia respondió a mi queja sobre el Certificado de Matrimonio, con explicaciones coherentes. Parece ser que el Certificado PLURILINGÜE está hecho de acuerdo a un modelo europeo pactado en tratados y que no puede ser reformado unilateralmente. La solución es pedir un Certificado Literal en español, hacerlo traducir y presentarlo así-

Mi crítica no va dirigida esta vez sólo contra el Ministerio español de Justicia, que hasta se ha dignado responder a una pregunta, sino a las autoridades de todos los estados europeos que tienen en sus leyes el matrimonio igualitario y que se han movido poco o nada para hacer aceptar otros modelos.

El resultado es más gasto: no sólo hay que pedir un nuevo Certificado, sino que hay que hacerlo legalizar, ponerle la Apostilla de la Haya, etc.... Molestias que una pareja de chico y chica no tiene que sufrir.

sábado, 30 de agosto de 2014

PELIGRO Y CEGUERA

España es un país relativamente grande, el segundo en extensión de la UE después de Francia, es también un país pacífico, como todos los de la UE, y libre, a pesar de las exageraciones negativas que sobre esto se vierten de vez en cuando. España es también un país rico, aunque esto les parezca mentira a muchos que ahora sufren las consecuencias de la Gran Depresión, porque riqueza no significa siempre igualdad, justicia social o lo que se quiere entender a veces por esto, pero la mayoría de su población disfruta de infraestructuras, servicios, viviendas y vida material superiores a los de la mayor parte del mundo, gracias a un crecimiento que ha ido a mayor o menor velocidad según los años y los lustros, pero que ha sido notable durante más de tres generaciones.

Distancia física y mental, desconocimiento, complacencia y una considerable dosis de provincianismo producen lo que podríamos llamar ceguera internacional, enfermedad que hoy no es exclusivamente española como puede observar cualquier persona viajada, pero que se suma a las pasividades europeas ante los acontecimientos presentes y a la falta de respuesta adecuada a los peligros que acechan a estas sociedades alegres a ratos, quejosas casi siempre y confiadas en que lo peor que puede pasar es que gane las elecciones el adversario o que aumente el desempleo.

Anestesiados por una larga paz, considerable bienestar y la autocomplacencia de saberse los más modernos, tolerantes y a la moda, españoles y europeos todos parecen no percatarse de que el peligro que siempre ha estado allí crece y se desborda por las mismas causas que siempre en la larga y sangrienta historia de la humanidad: luchas tribales por el territorio, los recursos y la hegemonía.

Que a estas alturas La UE no disponga de una defensa y de una acción internacional unificadas es una debilidad aún más seria que la reticencia de sus estados a una verdadera unión económica. Una simple mirada al mapa nos muestra que una Rusia lejos de la democracia e impregnada de nacionalismo revanchista está más que dispuesta a una guerra abierta o de desgaste en las fronteras orientales, que el castillo de naipes político del Medio Oriente ya se ha derrumbado con resultados salvajes e imprevisibles, que movimientos de población continentales sacuden África y desbordan las fronteras del sur y que el centro económico se ha trasladado a Asia y al Pacífico, alejándose cada vez más del Atlántico..

Pensar que se puede continuar como siempre ante este panorama es de ilusos, que se puede ahorrar en diplomacia, defensa y esfuerzos de integración o incluso fomentar individualismos, nacionalismos y separatismos es de suicidas. El pasado no permite predecir el futuro como piensan algunos simples, pero si enseña algo es que no hay que confiar en que nada se arregle por sí mismo, justamente porque la historia se escribe diariamente por sus protagonistas y no por unos hados lejanos e incontrolables.

Se puede renunciar al futuro por centrarse demasiado en un presente impregnado de pasado, pero la realidad no perdona y más pronto que tarde podemos encontrarnos con que son los bárbaros o la barbarie los que están ante nuestras puertas. Tenemos mucho que perder, pero sólo lo apreciaremos cuando ya lo hayamos perdido.

miércoles, 30 de julio de 2014

EL NACIONALISMO COMO TRAMPA

No creo equivocarme al decir que el mayor peligro que acecha a la idea de Europa y a la muy necesaria reforma y mejora de la UE es el nacionalismo. La creencia en que las fronteras nacionales protegen de todo lo que no se desea, es decir, inmigrantes, globalización, crisis económicas y calentamiento global es evidentemente absurda y tan ridícula como suena, pero hay politicastros y gentecilla diversa que juega con sentimientos viscerales de odio y miedo mientras fomenta la ignorancia y echa tinta de calamar sobre las causas de los mayores problemas actuales y sus posibles soluciones. No hay ni milagros ni soluciones mágicas para ningún problema humano, pero el nacionalismo los complica todos al colocar enormes anteojeras que distorsionan, dividen y despistan, especialmente cuando se presenta como una panacea redentora y salvífica aprovechando el vacío de otras ideologías.

La idea de que hay nacionalismos "buenos" y "malos" es tan tonta como si se aplicara al cáncer, por ejemplo. Cierto que algunos son más agresivos que otros, pero ninguno es exactamente deseable, y en la Europa actual las células malignas empiezan por la división, la desconfianza y la falsa doctrina de la "vuelta a las esencias" patrias propias, como predican el UKIP en el Reino Unido o el Frente Nacional en Francia. No creo que nadie en estos países piense que estos partidos son "progresistas", ni siquiera sus propios partidarios, enemigos de la modernidad, los cambios sociales y deseosos de regresar al pasado imaginario de sus mitologías de pureza racial, por eso resulta tan chocante que en España aún haya pazguatos que se dejen llevar por el marketing de los nacionalismos periféricos y los vean como mejores o excusables, sólo por el hecho de oponerse al estado central o a un gobierno que no les gusta: poner nuevas fronteras, buscar privilegios económicos e imponer pensamientos únicos no es ni será progresista jamás; buscarlo "pacíficamente", es decir, sin actividad terrorista manifiesta, es mejor que hacerlo de forma violenta, pero si al final se quiere imponer de una forma o de otra, sin dejar otra opción, es igualmente inmoral y evidentemente antidemocrático.

En un artículo claro y conciso en "El País" de hoy, Francesc de Carreras expone con crudeza cómo se ha impuesto en Cataluña una forma de pensar que no permite opciones y que identifica cualquier crítica a personas, políticas e instituciones nacionalistas con anticatalanismo, lo que quiere decir que al final nadie puede hablar y que todo lo que no sea la solución única, es decir, la independencia, está mal, es "españolista" y ya se sabe que España es mala, inferior, ladrona etc....

Hay que admirar el marketing hecho a lo largo de tantos años para no dejar ver que este nacionalismo, como todos, es reduccionista hasta el extremo: todo lo de aquí es bueno, lo de fuera es malo o peor; no estamos mal, pero solos estaríamos mejor, nos queremos separar, pero somos "más" europeos que "ellos", y así hasta el aburrimiento. No se explican ni se quiere hacer los enormes problemas políticos y económicos a los que se enfrentarían y los que crearían a los demás, el hecho de que cualquier división en la Europa actual resta, complica y no suma y, más aún, las imposiciones étnicas y culturales que se derivan de cualquier nacionalismo triunfante convertido en religión única. La idea de que al día siguiente la vida continuaría igual para todos los habitantes del nuevo estado es tan beata como falsa. El postulado de que "esto es lo que quieren los catalanes" es igualmente falso, puesto que prácticamente no se les deja otra opción.

Hablar está bien, pero hay que partir de una base común y dejar las cosas muy claras. Yo soy absolutamente partidario de la unidad, de toda Europa a ser posible, pero hay muchos en España (o en "El Estado", como les gusta decir a algunos) que nos estamos cansando de tanta acusación de "incomprensión", del desprecio manifiesto y de la búsqueda constante de "especialidad", porque al final resulta que hay territorios que parecen tener más derechos que otros y personas de más valía que otras por el solo hecho de haber nacido en un lugar concreto... aunque se demuestre una y otra vez que todos tienen la misma tendencia humana a burlar la ley y a defraudar por muy "honorables" que sean. Además, con o sin independencia los territorios tienen una molesta tendencia a quedarse donde están, no pueden ser trasladados a otros sitios, de modo que sin posibilidad de lindar con la perfecta Suecia, por ejemplo, habrá que seguir entendiéndose con los imperfectos vecinos, y que me digan que país puede ser completamente autárquico hoy día para agua, energía y hasta el aire que se respira, especialmente si sus iluminados "líderes" practican un derecho a decidir unilateral y traumático.

miércoles, 21 de mayo de 2014

EUROPA

A pocas horas de las elecciones al Parlamento Europeo mi vista ha caído sobre un cartel electoral de un pequeño partido de ultraizquierda que seguramente no recogerá votos suficientes para tener un solo representante, pero cuyo lema es: ¡FUERA DEL EURO, FUERA DE LA UE, FUERA DE LA OTAN!... Y fuera de algo más que no recuerdo, todo en beneficio de más oportunidades de trabajo y de las clases más desfavorecidas.

Es bastante significativo que los ¡FUERAS! sean prácticamente idénticos a los de la más extrema derecha, poco representada electoralmente en España, pero mucho en otros países: el FN francés o el partido de Wilders en Holanda dicen cosas parecidas, aunque partan de posiciones sociológicas e ideológicas aparentemente distintas. Ellos creen estar a un continente de distancia, pero en realidad los separan escasos centímetros, porque si algo caracteriza a los extremos es su desprecio o desconfianza por el proceso democrático, su aversión al cosmopolitismo y la reducción de problemas múltiples, complejos y globales a simplicidades catetas, pero muy eficaces para agitar el descontento entre los que están mal y los que se perciben peor.

Los problemas de España y Europa son serios, pero el huir de ellos hacia un pasado imaginario o un futuro utópico solo los agravará. Los europeos no son conscientes de que siguen viviendo mucho mejor (españoles incluidos) que la gran mayoría de los habitantes del mundo y que la abstención o el voto a partidos insignificantes, absurdos o nihilistas abre el camino a extremismos diversos, especialmente a un nacionalismo con tendencias fascistas que solo empeorará su situación.

El "Euroescepticismo", tonta calificación de lo que no es más que nacionalismo o ignorancia, hunde sus raíces en las derechas más recalcitrantes del continente, la rancia propaganda soviética bien asimilada por los PCs y sus herederos, el anticapitalismo dogmático y el fascismo sociológico; ¿les parece un coctel suficientemente indigesto?... Pues a ello hay que sumar las excusas de gobiernos que echan la culpa a Bruselas de las medidas impopulares o de su propia incompetencia y el desencanto de ingenuos que esperan  (o esperaban) imprecisos manás no suficientemente materializados o abundantes.

Con una guerra casi abierta en Ucrania, una Rusia revanchista, un Medio Oriente en permanente ebullición, una China cada vez más segura y agresiva, en medio de un cambio tecnológico y climático sin precedentes ¿qué solución puede ser encerrarse en las fronteras nacionales o abstraerse en posiciones de pureza democrática ofendida?

Algunos aún no entienden que la democracia es un proceso permanentemente inacabado, imperfecto, lleno de contradicciones y no siempre justo para todos, pero que sigue siendo el menos malo de los regímenes posibles. Atacarlo porque no es "real" o despreciarlo porque no alcanza inmediatamente los objetivos soñados, en vez de luchar para que mejore solo abre la puerta a sus enemigos.

Europa está en la encrucijada, pero hay que empujarla en la buena dirección, no hacer que se quede atascada en un bache del que no pueda salir nunca y en el que acabe descomponíendose. En el cartel al que hacía referencia al principio de este post falta un ¡fuera!... ¡FUERA DEL MUNDO!


miércoles, 14 de mayo de 2014

EL NACIONALISMO COMO ENFERMEDAD

Las personas medias saben poca historia y la poca que saben suele estar reducida a unas pocas fechas, unos cuantos personajes y unos pocos mitos manipulados para aparecer como hechos incontrovertibles, aunque sean más que dudosos. Una de las ventajas de estudiar historia en serio, tal vez la única, es que introduce un escepticismo muy sano sobre hombres grandes y pequeños y las hazañas reales o supuestas que se les atribuyen.

Es preocupante ver cómo la historia solo se ha utilizado y se sigue utilizando cuando y como conviene para justificar las realidades políticas existentes, como si hubiera tendido a un fin concreto, o para justificar secesiones, identidades y victimismos con objetivos claros para sus manipuladores, pero voluntariamente oscurecidos para las verdaderas víctimas de la manipulación, es decir, la masa de medio ilustrados a los que se fanatiza en una dirección determinada con eslóganes, mitos y verdades a medias, dirección que siempre es el nacionalismo identitario más estrecho posible, con ánimo revanchista y excluyente.

Quien crea que esto solo pasa en Cataluña se equivoca: Escocia, Flandes, Hungría y un largo etcétera, por no hablar de la destrozada Yugoslavia, son ejemplos relevantes en nuestros días, pero tampoco hay que echar en saco roto los reverdecimientos nacionalistas en Francia, Holanda, Finlandia, Dinamarca, etc. Es como si los europeos estuvieran olvidando que de lo que se trata es de eliminar fronteras no de crearlas, de superar el localismo y de unirse por encima de mezquindades varias.

No se trata solo de evitar las terribles guerras del pasado, sino de una pura cuestión de supervivencia; Europa como mosaico de naciones-estado no puede competir con las grandes unidades mundiales ni política ni económicamente. La Federación Rusa, con muchos menos habitantes y riqueza, puede lanzar un órdago sin respuesta a una congregación de gobiernos confusos, divididos y en perpetua contradicción. Si Rusia lo puede hacer ¡qué no podrán los otros!

Me hace reír por ridícula y llorar por sus consecuencias, la idea de que la identidad es algo sagrado que debe defenderse al máximo, subrayarse y respetarse, porque solo desde una identidad perfecta se puede colaborar con los demás. Algunos que se las dan de progresistas caen en esta trampa, sin darse cuenta de que esas identidades están predefinidas por cenáculos de santones políticos y culturales y de que no describen lo existente sino que fabrican un molde al que la población castigada debe ajustarse mediante una educación sin alternativas o mediante la violencia física o psíquica cuando hace falta.

La estupidez de Dª Esperanza Aguirre descrita en el post anterior tiene su perfecta correspondencia en las airadas reacciones al escepticismo independentista de alguien tan poco sospechoso de anticatalanismo como Raimon, porque ya se sabe que si se es catalán (o se habla catalán) hay que ser catalanista, anti-español, anti-lengua castellana y pro derecho a decidir, que solo quiere decir independencia, porque si no es, por supuesto, inválido ... lo contrario se considera imposible.

Los nacionalistas son como los 3 cerditos del cuento, que se hacían su casita de juncos y otros materiales endebles, pensando que esto los protegería del lobo, pero cuando llegan los resoplidos del cambio climático, con la subida del nivel del mar, la globalización, los enormes cambios tecnológicos, las migraciones, etc., esas endebles construcciones no resuelven ningún problema serio, solo el de élites y partidos que mantienen así su monopolio... mientras puedan, que no será siempre.

¿Y las sagradas identidades?... Siento decir que hay muchas en el cementerio de la historia y que habrá muchas más, porque otra de las cosas que se aprenden si se estudia de verdad es que ninguna es ni fija ni eterna.

domingo, 29 de diciembre de 2013

2013 UN AÑO CLAVE

No creo exagerar cuando digo que en el futuro 2013 será considerado un año clave en el progreso de los derechos LGTB, pero también por muchas otras razones que podemos resumir en lo siguiente.

China da señales de querer convertirse en una gran potencia política y militar con una nueva zona de exclusión aérea. Lo ha hecho con mucha torpeza, pero el hecho es indiscutible: estamos ante la gran potencia de la 2ª mitad del siglo.

La UE parece consolidarse y durar junto a la moneda única, pero sin ilusión ni proyectos claros. Los sucesos de Ucrania son una señal de que la UE resulta más atractiva fuera que dentro, que Alemania manda pero no dirige, que Francia da vueltas sobre sí misma y de que el Reino Unido se dirige a la autoexclusión.

La crisis alcanzó su punto álgido en España, pero la irresponsabilidad colectiva, la falta de solidaridad de "Europa" y la inoperancia y sectarismo del gobierno han ayudado a profundizar las dificultades económicas y precipitado una crisis de estado con el artificial problema catalán. Creo, sin embargo, que los años venideros volverán las aguas a su cauce, aunque sea sin una Cataluña sin la que España puede perfectamente subsistir. El caso es poder hablar racionalmente de los problemas y no enfangarse en discusiones emocionales sin lógica ni solución. Todo es reformable y adaptable, nada hay permanente y sagrado. En cuanto a los secesionistas de cualquier región o color, hay que decir que el empleo de la pantalla nacionalista para garantizar el poder permanente y esconder otros problemas es un arma peligrosa: la secesión es posible, pero en absoluto gratis y sus resultados imprevisibles, porque los dioses suelen castigar concediendo lo que más se desea.

Los progresos de los derechos LGTB en Europa y América han sido decisivos para que no haya fácil vuelta atrás. El haber llevado la discusión a Rusia y a Uganda, a pesar de las aparente derrotas, es otra señal de que el asunto no podrá nunca más esconderse bajo la alfombra y de que, una vez reconocida la condición LGTB como natural y no delictuosa o patológica el progreso vendrá por sí mismo.

Por último, la elección del papa Francisco es un cambio favorable en la estructura de la Iglesia Católica, institución muy influyente aunque no se crea en ella. No son esperables revoluciones, pero la nueva actitud muestra que este viejo poder está en proceso de adaptación a un mundo al que ha vivido de espaldas desde 1789.

2013 ha sido un año histórico por muchas razones.

jueves, 12 de diciembre de 2013

SOCHI COMO ESCAPARATE


La Rusia de Putin hace como todos los estados autoritarios: mostrar una imagen halagüeña al exterior que oculte las miserias internas, la opresión, la arbitrariedad y la corrupción esencial de estos sistemas sin control ni prensa libre, pero en esta ocasión también serán una escaparate en el que exhibir la decencia o la simple responsabilidad de los jerarcas occidentales que a ellos acudan.


Con una decisión que le honra, Joachim Gauck, Presidente de la República Federal Alemana, ha anunciado que no asistirá a un evento que se hace en un estado que pisotea los derechos humanos, entre los que se incluyen de modo muy significativo los de los LGTB. Viviane Reding, luxemburguesa, y comisaria europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía desde 2010, también ha dicho que no asistirá y, es de esperar, que pronto veamos un goteo de personalidades que se apuntan a este no declarado boicot, unos más claramente que otros, claro está.

Me gustaría equivocarme, pero no creo que veamos ninguna declaración semejante por parte del gobierno que los españoles se dieron a sí mismos en un momento de trastorno mental. La derecha española y su prensa cavernaria están bastante de acuerdo con las leyes a la Putin y bastante en desacuerdo con muchos derechos fundamentales, entre los que se incluyen los LGTB. Entre conservadurismo y despiste en política internacional, lo más seguro es que veamos a varios figurones ibéricos sonriendo en las tribunas preferentes y haciéndose fotos con el gran líder, a quien tanto le gusta posar descamisado. ¿A quién se le ocurre que se pueda protestar en unos juegos olímpicos?... ¡El deporte es neutral!... Aquí se viene a competir no a armar un escándalo... Hay que respetar las leyes del país al que se va.... Todo esto lo leerán ustedes repetido hasta la saciedad, si se toman la molestia de hojear los "comentarios" de la gente bienpensante.

A fin de cuentas ¿de qué hay que protestar? ¿De una ley que protege a los niños de los probables ataques de maricones? Ya han afirmado los muy fiables señores del COI que eso no va contra los atletas o los visitantes, ni siquiera contra los homosexuales decentes, que son los que se callan, se aplastan contra la pared y ceden el paso a la gente decente... que no tiene porqué aguantar la presencia ni las imposiciones de individuos defectuosos, ¡faltaría más!

miércoles, 29 de mayo de 2013

MARIANNE EN EL SOFÁ

Desde mi balcón luxemburgués se divisa Francia, apenas a 15 Kms., identificable por una alta antena y las nubes de vapor que salen de la central de Catenom, pero no se siente la esquizofrenia que aqueja a la sociedad francesa más que como rumor lejano. Desde la tranquilidad de este país tan pequeño y familiar menos aún se entienden la división, la frustración y el odio que hacen aparecer viejos y peligrosos esqueletos nunca del todo enterrados, pero que parecen cobrar nueva vida. ¿Cómo es posible que se vean banderas monárquicas en la calle? ¿Por qué aparecen curas católicos de sotana agitando a las masas? ¿Qué lleva a tantos burgueses conservadores a lanzarse a la calle hasta con niños pequeños por un problema que no les afecta en absoluto?

Algunos responderán que es el matrimonio igualitario (o "mariage homo", como ha sido tantas veces mal descrito en la prensa francesa), pero se trata nuevamente de tomar un síntoma, el malestar que grupos minoritarios y confesionales sienten al ver desafiada su homofobia, por una causa, puesto que una reforma legal que no cambia sustancialmente la vida de nadie no puede despertar estas pasiones.

Muchos comentaristas están de acuerdo en que el asunto le ha servido de pretexto a la derecha más tradicional para montar una campaña de desprestigio y desgaste contra un gobierno que no les gusta, pero quedarse ahí no lo explicaría todo. Hace tiempo que el país entero tiene una profunda crisis de identidad que no hace sino agravarse con el paso del tiempo, la progresiva decadencia y la creciente insignificancia internacional. La crisis económica actual y la constatación de que el modelo francés no funciona o funciona mal, el paro creciente, la desindustrialización, el racismo y la sensación de falta de control actúan como fuerzas centrífugas que lanzan a sectores enteros de la sociedad hacia los extremos.

Un español no encontraría nada nuevo en estos problemas, pero hay una gran diferencia a uno y otro lado de los Pirineos: al sur no se tiene conciencia de grandeza alguna, más bien lo contrario; los españoles suelen considerarse peor de lo que son objetivamente, ven su historia con ojos excesivamente negativos y han interiorizado prejuicios ajenos como propios con un complejo de inferioridad nunca superado y reverdecido ahora; los franceses, en cambio, han sido educados en la conciencia de una superioridad absoluta o relativa, prácticamente nadie duda en Francia de que la cocina local es la mejor, el vino insuperable, París no tiene igual, los mejores escritores, artistas y poetas son franceses y ¿qué decir de la gracia, la elegancia, la moda, la belleza?... En cuanto a la libertad, bien, es la cuna de las libertades, de los derechos del hombre... y así podríamos seguir con una serie de certezas autoalimentadas y reforzadas por estereotipos mil veces repetidos también por foráneos papanatas. ¿Cómo, pues, el mejor país del mundo puede estar como está?

No se puede ser lo mejor y lo peor a un tiempo y la adquisición de una nueva identidad más moderada es algo difícil. Sería deseable que hubiera psiquiatras de países igual que los hay de personas y, de hecho, la linda, pero neurótica Marianne se encuentra hace tiempo sobre el sofá de la consulta, aunque sin garantía alguna de curación por el momento. Lo que hay que esperar es que no le den espasmos o se vuelva violenta, porque estas enfermedades abruman al que las sufre, pero también a sus vecinos.

viernes, 17 de mayo de 2013

UN LARGO CAMINO


En el día internacional contra la homofobia y la transfobia debemos pararnos a considerar lo ganado y lo que queda por hacer, que es aún mucho. En el mapa de Europa publicado por la ILGA, no hay ni un solo estado que cumpla el 100% de los requisitos para considerar que las personas LGTB han alcanzado completa igualdad y reconocimiento, sin contar con que incluso si se alcanzara no garantizaría la desaparición de la homofobia de ciertas minorías.


Francia reconoce hoy por medio de su Consejo Constitucional que no hay ya obstáculos para la promulgación de la ley de matrimonio igualitario, que será firmada por el presidente Hollande mañana. Un paso importante, sin duda, pero un aviso de las luchas que aún están por venir, puesto que en este país, supuestamente laico, los elementos más reaccionarios, acaudillados por la Iglesia Católica, han mostrado la cantidad de odio de la que son capaces y que no están dispuestos a reconocer nada que vaya contra el monopolio moral que se arrogan.

Los derechos no son todo: en muchos países europeos, incluso en los más tolerantes, hay un aumento preocupante de los ataques contra personas LGTB, convertidas en blanco fácil por la visibilidad y en chivo expiatorio de las frustraciones personales, sociales y económicas. El machismo suele ser el refugio de varones primitivos y/o con sentimientos de inadecuación, alentados por algunas mujeres confusas, cuando no un síntoma de homosexualidad no aceptada, pero sus resultados son violentos y peligrosos.

No hay que pensar que a partir de ahora todo será fácil, sino continuar luchando, apoyando a las personas y movimientos que siguen en la brecha y no olvidar que las conquistas también se pierden.

miércoles, 6 de febrero de 2013

PASO A PASO

La aprobación por abrumadora mayoría en la Cámara de los Comunes del matrimonio igualitario para Inglaterra y Gales marca un hito que refuerza una tendencia occidental ya imparable. Es significativo que la iniciativa haya partido del Partido Conservador y, si bien hubo algunos diputados conservadores más que votaron en contra de los que votaron a favor, la proporción estuvo cerca del 50%, lo que pone la oposición a la norma en el conjunto del espectro político y del Reino Unido en una cantidad muy minoritaria. Escocia prepara su propia ley y un reciente sondeo muestra que en la República de Irlanda casi el 75% de la población está a favor de una norma similar.

Los debates en los comunes han sido pintorescos y a veces vivos, pero lejos del extremismo y la radicalización de los que tienen lugar ahora en la Asamblea Nacional francesa. Después de todo la ley británica de uniones civiles concedía ya prácticamente todos los derechos, a diferencia del muy limitado PACS francés, y la opinión pública de las islas ha evolucionado muy rápidamente desde el puritanismo de los años 50, ciertamente más que en Francia, al menos por lo que ve en la superficie. Sin embargo, la mayoría socialista garantiza también la aprobación final de toda la ley en el hexágono, y caben pocas dudas de que la mayoría de la población tampoco se opone realmente.

Con Inglaterra y Francia, a los que se suman el pequeño Gales y próximamente el aún más pequeño Luxemburgo, el matrimonio igualitario queda sólidamente implantado en toda Europa occidental, en lo que puede verse como una ola que va de oeste a este.

La historia es paradójica y contradictoria: Alemania fue el país donde antes, más y mejor se habló de homosexualidad a partir de 1850 y uno de los lugares más tolerantes hasta 1933, pero hoy día se ha quedado sola con Italia entre grandes y pequeños países, aunque tenga también una ley de unión civil algo más amplia que la francesa. El conservadurismo de CDU y CSU es la causa, pero tiene fecha de caducidad, porque la sociedad alemana no tiene casi ningún prejuicio en contra. El caso de Italia sabemos que es más difícil, con el Vaticano interfiriendo en la política interior, pero incluso allí se ven indicios de deshielo que veremos en un próximo post.

Entre tanta mala noticia económica y política hay que alegrarse de los progresos de los derechos civiles, que no deben nunca olvidarse o posponerse con pretextos, porque sin ellos tampoco hay ni prosperidad ni libertad para muchos.

sábado, 15 de diciembre de 2012

EL MATRIMONIO IGUALITARIO ES... ¡UNA AMENAZA A LA PAZ MUNDIAL!

No es realmente una noticia demasiado relevante que el Papa Benedicto vuelva a condenar la homosexualidad, la igualdad de derechos y a los homosexuales, pero sí una llamada de atención a los que se creen que todo está ganado y que ya no hay que luchar más, manifestarse, organizarse y presionar, especialmente cuando coinciden varios sucesos significativos.

El primero son las palabras del papa infalible:

Necesitamos reconocer y promover la estructura natural del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, frente a los intentos para hacerlo jurídicamente equivalente a tipos de unión radicalmente distintos. Estos intentos dañan y desestabilizan el matrimonio en la práctica, al oscurecer su naturaleza específica y su papel indispensable en la sociedad.
Estos principios no son verdades de fe, ni tampoco un simple corolario de la libertad religiosa, sino que están inscritos en la naturaleza humana misma, accesible mediante la razón y son , por tanto, comunes a toda la humanidad. Los esfuerzos de la Iglesia para promoverlos no son, pues de carácter confesional, sino que se dirigen a toda persona independientemente de su filiación religiosa.
Los esfuerzos de esta índole son tanto más necesarios cuanto más se niegan o se malentienden estos principios, puesto que su negación constituye ofensa contra la verdad de la persona humana con grave daño a la justicia y a la paz.

Es decir, los homosexuales, su derechos y sus actos constituyen un grave insulto contra la autoridad de mi organización, que tiene un derecho indiscutible a imponer sus normas morales a todo el mundo, allí donde pueda y donde la dejen... según la "ley natural" que nosotros hemos decretado.

El segundo es que los representantes del PP en el Parlamento Europeo votaron en contra de una serie de recomendaciones dirigidas a todos los estados miembros de la UE para que terminen con las discriminaciones contra las personas LGTB, reconozcan las uniones y matrimonios celebrados en otros estados, etc. Dado que la legislación española reconoce ya todas estas cosas, es de suponer que el PP está en contra de ellas y que, si puede, intentará volver a las prohibiciones, al armario y otras indignidades.

El tercero: un grupito de jóvenes ultraderechistas se dedicó a perseguir y pegar a los que percibían como gitanos y homosexuales en las elegantes calles del Barrio de Salamanca de Madrid. Es de suponer que habían oído a Benedicto, menos de imaginar que sabían algo del Parlamento Europeo, aunque es posible que conocieran a alguno de los representantes homófobos. Algunos están detenidos, pero seguramente no lo estarían con otras leyes más basadas en la "ley natural" propuesta por un papa infalible que dio su bendición a Rebecca Kadaga, presidenta del parlamento de Uganda, que pretende "regalar" a su pueblo una ley antihomosexual que incluye hasta la pena de muerte, pero claro está que esto no es injusto y no ataca la paz.

jueves, 4 de octubre de 2012

PROTESTAS Y SOLUCIONES

En uno de mis posts anteriores escribí que nos podíamos acostumbrar a la protesta sin encontrar nunca la solución y los hechos parecen darme razón. Comprendo que mucha gente esté enfadada y se niegue a entender la complejidad de la crisis económica presente, pero rodear congresos, pedir independencias y poner nerviosos a nuestros dubidativos gobernantes no nos lleva a ningún sitio. Creo que las simplezas que se leen en redes sociales y foros agravan la situación, porque pueden hacer creer que la supresión del senado o de la monarquía, el cambio de la ley electoral o de la constitución, el federalismo o la independencia de algún nacionalismo irredento (por poner algunos de los tópicos más repetidos) son soluciones mágicas para el ahorro, la mejora de la democracia o la felicidad eterna de los que se consideran victimizados, pero ni los datos que se aportan son reales, ni son estas medidas mágicas para problemas de índole más compleja y bastante más global de lo que algunos inocentes y otros malintencionados pretenden.

La descalificación general de la política se da de bruces con la contradicción de que al mismo tiempo se exige a los políticos que se responsabilicen de las dificultades al 100% y busquen salidas que nadie en realidad parece encontrar. Es como si a un enfermo de cáncer se le dice que se le va a dar un tratamiento complicado de quimio y radioterapia, pero de resultados inciertos, y la familia exige al médico que le cure so pena de demanda por mala práctica.

Todos los problemas son opinables y también las soluciones de los mismos, pero hay que tener presentes varias cosas que apenas necesitan demostración:


  • Gritar mucho y desordenadamente no conduce a nada, solo hace ruido.
  • Las soluciones "totales", como rodear el congreso para pedir un proceso asambleario constituyente son inútiles y carecen de toda verdadera legitimidad. Mucha gente sigue sin entender que el fin no justifica los medios y que la legalidad es un pilar de la democracia sin el que no puede haber "democracia real".
  • El nacionalismo es una pseudorreligión con principios tan irracionales y maximalistas como los de cualquier religión. Todas sus soluciones son falsas, tanto si se trata de una región, como si se trata de un estado europeo, hoy día más bien regiones a su vez de una entidad mucho mayor. La idea de que se puede volver a "una verdadera soberanía nacional", en medio de la globalización rampante e imparable es propia de personajes tan arcaicos y reaccionarios como Julio Anguita o el alcalde de Marinaleda, cuyas ideas a veces son casi gemelas con las de los viejos falangistas
  • Participar en organizaciones ciudadanas y partidos serios es mucho más productivo que descalificarlos como parte del "sistema". Presionar para que se pongan de acuerdo en temas básicos también.
  • El estilo PP, de insulto y descalificación permanente del adversario sin tener plan alternativo alguno, ha demostrado ser estéril y contraproducente, porque lo que causa es una descalificación de todos los políticos, algo que se busca desde lo que podríamos llamar "fascismo sociológico", con la idea de dejar el poder permanentemente en manos de minorías muy concretas.


Recomiendo no leer la prensa ni escuchar noticias exhaustivamente todos los días, porque cronistas de periódicos y tertulianos de emisoras bien conocidas sumen a una gran mayoría en la depresión, la duda y el mal humor. Tomar una cierta distancia es muy muy sano.

viernes, 5 de junio de 2009

Europa y el miedo


Una de las razones por las que se hacen simulacros de incendio y evacuación en escuelas, hospitales y otros edificios públicos, es la de evitar el pánico, si algún día hay una catástrofe real. Las personas no avisadas pueden en caso de urgencia caminar hacia las llamas en su confusión y perecer, en vez de huir de ellas y salvarse.

Es importante votar por EuropaLa presente situación en Europa se parece algo a la de una casa llena de vecinos condenados a vivir juntos, pero que se ignoran mutuamente y carecen de un plan de urgencia en caso de accidente. Políticos y ciudadanos rivalizan en irresponsabilidad a la hora de ignorar los verdaderos problemas, acusándose mutuamente de los mismos y esperando que éstos se resuelvan de algún modo mágico… sin tener que pagar el coste de la improvisación.

La U.E. es hoy por hoy imprescindible, la causa de la prosperidad europea y no de la mayor parte de sus problemas, pero muchos parecen creer que es algo lejano, sin importancia y sin consecuencias para ellos. Peor aún, en época de incertidumbre y cambios globales se desata el reflejo de refugiarse en lo conocido, de blindar la puerta de la propia vivienda creyendo que esta es una garantía segura de que los cambios no nos afectarán. Los populismos que ahora corren por una Europa que pierde importancia día a día, son como los gritos de los alocados vecinos que sin plan corren en diferentes direcciones y acaban cayendo en las llamas que tanto temen.

Ciertos euroescepticismos pueden explicarse, pero no justificarse con visión realista y a largo plazo. Es imperdonable que se utilicen las elecciones al parlamento europeo para ajustar cuentas dentro de los estrechos límites nacionales o facilitar el triunfo de candidaturas antieuropeístas como “voto de castigo”. Los que así hacen se castigan a sí mismos, puesto que sólo una política de más unión y menos nacionalismo puede garantizar que nosotros como europeos podamos tener una voz en el mundo y mantener nuestra prosperidad.

Los que no ven que esto afecta también a sus derechos como personas es que están particularmente ciegos.

Votemos todos y hagámoslo conscientemente, sin prestar atención a los gritos de los que aumentan el miedo. Europa es importante para todos.

jueves, 7 de junio de 2007

Polonia como ejemplo


Resulta indignante y preocupante que un estado miembro de la UE esté dominado por un grupo de ultras obsesos, vengativos y de ideas igual o más reaccionarias que las de D. Aquilino Polaino. Esto demuestra lo siguiente:

  1. Aceptar en bloque a los países del Este sin haber hecho una reforma en profundidad de las instituciones europeas fue un error (bastante previsible). Hay demasiado nacionalismo y fanatismo y tendrían que haber sido obligados a aceptar legislación y reglas de juego más claras y duras
  2. Polonia es un ejemplo de lo que no debe ser aceptable en la UEDonde la Iglesia Católica puede imponer sus criterios no hay ninguna tolerancia, amor al prójimo y aceptación de la diversidad, sino odio, opresión moral y fanatismo religioso.
  3. Los partidos "populares" no van a hacer nada en el parlamento europeo para condenar los evidentes abusos antidemocráticos del gobierno polaco bajo los inefables "gemelos".
  4. Los que tan obsesionados están con la homosexualidad tienen un problema muy serio, ¿qué descubriría un psicoanálisis?