domingo, 2 de junio de 2013

EL VALOR DEL SR. WERT

¿Sabían Uds. que WERT significa "valor" en alemán?... Es interesante subrayarlo en el doble sentido que la palabra tiene en castellano: valía y valentía, porque en ambos brilla poco el actual ministro de educación español, empeñado en hacer retroceder la enseñanza a épocas pretéritas, por obediencia a sus amos eclesiásticos. El único valor del Sr. Wert es que, por fin, ha puesto en primer plano algo que por ignorancia, desidia y abandono ha sido olvidado durante demasiado tiempo: la Iglesia Católica sigue teniendo privilegios incompatibles con la constitución en lo que equivale de hecho a una confesionalidad vergonzante.

La Iglesia C. Española no se ha distinguido nunca por su brillantez intelectual. Como he dicho en algún post anterior, no le ha hecho ninguna falta, protegida siempre como parte de la administración pública. Sin grandes capacidades de análisis, su jerarquía tampoco tiene un alto sentido de la realidad, de la oportunidad y de la acción política, de modo que no es de extrañar que actúe como un elefante en una tienda de porcelana y ataque indiscriminadamente sin mirar las consecuencias, en este caso poniendo al Sr. Wert y otros miembros de este gobierno de meapilas como arietes. Tal vez con la falsa creencia de que como la gente está muy preocupada con la crisis y los recortes no se van a dar cuenta de que los quieren someter de nuevo a los dogmas de la única y verdadera fe.

Los obispos y el Sr. Wert se equivocan de medio a medio, porque una "victoria" como la que se anuncia es más bien pírrica y su único efecto auténtico ha sido el de levantar la liebre: a partir de ahora no puede haber ningún partido o tendencia del centro a la izquierda que no se ponga como objetivo no solo eliminar la religión de la escuela pública, sino denunciar los anticonstitucionales tratados entre España y el Vaticano y poner a la Iglesia C. en el lugar que le corresponde, que no es desde luego el que ahora ocupa.

Es bastante dudoso, por no decir fantástico, que una asignatura sin valor, aunque sea evaluable, permita recuperar creyentes a una creencia tan desgastada, mal dirigida y poco atractiva, mientras que no es de dudar que su imposición forzada cause disgusto y rechazo en una mayoría de la población bastante harta de oficialismos y abusos varios. PP y jerarquía se equivocan: apoyándose mutuamente no se refuerzan, se debilitan... y es aquí donde reside el valor del Sr. Wert.

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