miércoles, 5 de junio de 2013

PRECISIONES HISTÓRICAS

Una de las ideas más confusas que tienen muchos españoles y extranjeros es que los homosexuales en España fueron más perseguidos por el Franquismo que en el resto de Europa o en los Estados Unidos. Los españoles porque suponen que al otro lado de los Pirineos todo era diferente y mejor en todos los aspectos, los extranjeros porque se imaginan que una dictadura tan criminal también se aplicaba a la persecución de la "desviación", pero la verdad es que no era exactamente así.

Lo verdaderamente malo durante el Franquismo era caer en el agujero de la represión policial por cualquier causa, la homosexualidad entre ellas, pero la realidad es que, de modo bastante similar a la Italia fascista y por razones parecidas (machismo nacionalista), el régimen nunca hizo demasiado énfasis en ella: se situaba muy atrás en las prioridades represivas, se hablaba muy poco del asunto, se ignoraban casi todos los detalles y, como era habitual, se reprimía solo a los más visibles y desafortunados social y económicamente. No es de extrañar, pues, que algunos gays de clase media o alta recuerden el período como tranquilo y hasta permisivo, siempre que se fuera muy discreto y se disimulara lo más posible. Muchos franquistas estaban convencidos que en España había muy pocos homosexuales, que estos eran en su mayor parte afeminados y que no se los debía tomar muy en serio. Solo hacia el final del período, por influencia del Opus Dei y posiblemente con la creencia de que se trataba de una degeneración más del contagio democrático, las cosas se pusieron más serias.

Lo que muchos españoles ignoran es que la represión en toda Europa y Norteamérica (por no hablar de otros lugares) fue más sistémica y tuvo características bastante crueles. Todo el mundo sabe hoy día lo que le pasó a Alan Turing, a pesar de ser un genio y haber prestado grandes servicios durante la guerra, pero su caso estaba lejos de ser el único en el Reino Unido, en Alemania y en Francia. En estos países las autoridades y la policía estaban menos o nada ocupadas en la represión política y bastante más en otras. En los dos primeros la "sodomía" era un delito en el código penal, en el tercero se perseguía de acuerdo a normas de rango inferior y reglamentos policiales endurecidos durante el régimen fascista de Vichy y nunca revocados. En los Estados unidos habría hasta los años 70 verdaderas cazas de brujas, además de auténtico maltrato policial. Los homosexuales no eran considerados sujetos de derechos civiles ni una minoría con identidad, eran simplemente "enfermos", "degenerados", "perversos" y se suponía que pedófilos agresivos.

Los países nórdicos fueron siempre más tolerante y acabaron antes con las prohibiciones, pero en la mayor parte de occidente no puede hablarse de verdadera tolerancia, incluso con la despenalización de las relaciones entre adultos, hasta mediados los años 80. Al principio de la década la policía hacía aún redadas en los bares de ambiente de París, por ejemplo, y hay muchos testimonios de arbitrariedades, injusticias, chantajes y brutalidad en casi todas partes. No se olvide que la famosa Revuelta de Stonewall tuvo lugar en 1969, y que no fue más que el principio de un largo y arduo camino que aún está lejos de terminar, como puede apreciarse por la reedición constante de viejos clichés por parte de religiosos y conservadores de toda laya en cuanto se plantean pasos hacia la igualdad... Véase Francia.

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