jueves, 11 de abril de 2013

MALVADOS, CRETINOS Y CON MITRA


El obispo de Alcalá está obsesionado negativamente con la homosexualidad, igual que otros prelados católicos, pero al contrario de los que se limitan a condenar, demonizar e inventar maldades, el Sr. Reig profiere estupideces más grandes que catedrales con sus extrañas afirmaciones de niños "que se prostituyen para probar su orientación sexual" o majaderías semejantes, de las que hace culpables a oscuras instancias que pueden sospecharse afines al poderoso, secreto y maléfico "lobby homosexual", organización semejante a la "Spectra" de las películas de James Bond por su enorme maldad y su categoría puramente imaginaria.


El Sr. Reig disfrazará su innegable homofobia con palabras edulcoradas, igual que hacen los prelados de su secta en otros momentos y países, pero nunca querrá reconocer que su actitud es básicamente violenta, que equivale al racismo genocida que su iglesia practicó contra judíos y herejes y que anima o disculpa las agresiones que sufren muchas personas en España, en Francia y en muchos otros lugares. El rostro de Wilfred de Bruijn, agredido hace pocos días en París, es el espejo en el que puede mirarse este antipático personaje a modo de retrato de Dorian Grey, porque aunque él no haya sido el que propinó los golpes también es responsable del tipo de odio que los originó.

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