jueves, 17 de mayo de 2007

Jerry Falwell


El día 15 de Mayo pasó a mejor vida (según él) un anciano muy desagradable que llevaba este nombre, y que se ha distinguido por su constante y feroz homofobia. Pertenecía a un género de fundamentalismo protestante que ni abunda ni es muy influyente en Europa, pero que lleva muchos años de éxito en los Estados Unidos a través de los medios de comunicación y el fenómeno llamado de los "telepredicadores". Su estilo, exagerado e incendiario prometía el infierno a diestro y siniestro, especialmente a los homosexuales, contra los que se dirigían a menudo sus campañas.

Este es uno de esos señores tan fariseos que se consideran moralmente superiores y que repiten condenaciones de algo que les parece malo por el solo hecho de que a ellos no les gusta, repiten leyendas y originan infundios, sin hacer caso de opiniones informadas ni ver la realidad que se les presenta a la vista.

Los que ahora tengan más de 50 sin duda se han encontrado muchos parecidos, aunque no fueran ni tan influyentes ni tan famosos. Yo todavía recuerdo un crimen famoso en el Madrid de los años 50: un anticuario (profesión sospechosa) había sido asesinado a puñaladas en su tienda, supongo que para robar, aunque no me acuerdo muy bien de los detalles. Un conocido de mi familia que se comía los santos, cuando se comentó el crimen dio su opinión en unos términos:

-¡Tantas puñaladas! ¡Y en el estómago! Sin duda que es un crimen propio de maricas.

Nada demuestra mejor las claras ideas que algunos han tenido y aún tienen sobre lo que es la homosexualidad.

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