miércoles, 23 de enero de 2013

LA SUPERSTICIÓN DE LO NATURAL

¿Saben Vds. que hay necios que dan a sus gatos comida vegana? Se trata de alimentos vegetales especialmente hechos para felinos, carnívoros por evolución e incapaces de digerir bien plantas y similares. Seguramente piensan que así son muy compasivos, pero desgraciadamente no con los gatos, que enferman con frecuencia o mueren de lenta desnutrición. Es frecuente que los mismos sujetos sean partidarios de "terapias naturales", desconfíen de la vacunación y crean en poderes y energías mentales de imposible demostración.

Supersticiones ha habido siempre y supongo que siempre habrá un rincón para ellas dada la estulticia humana, pero en esta época folletinesca de transición de un mundo aún primitivo y fragmentado a otro más científico y globalizado, tenemos que sufrir la confusión a todo volumen de los que, sin verdadera educación y conocimiento científicos, se lanzan a opinar sobre cualquier cosa sin base alguna, guiados por filias y fobias, teorías conspiratorias y prejuicios viejos envueltos en ropajes nuevos. Ninguno de ellos sabe del método científico de prueba y ensayo y les basta cualquier artículo de revista popular trufado de palabras arcanas, con algún término que suene sabio, para "fundamentar" su fe absoluta en la maldad de lo que odian, tomar síntomas por causas o inventarse éstas sin ningún reparo.

La invocación a lo "natural" es frecuente, y tan vacía y falsa como la que las iglesias hacen para apoyar sus ukases morales (léase mi post anterior). Estos crédulos suelen partir de la base de que la naturaleza es "benévola" y que todos los problemas, desde el cáncer al autismo, provienen de las manipulaciones de la civilización y la perversión de la ciencia, cuando no de un siniestro plan ideado por algún oscuro suprapoder en la sombra, que puede ser el de los míticos Sabios de Sión, para los antisemitas, los USA, la UE, la mafia farmacéutica, la Spectra de James Bond o los aliénigenas que viven secretamente entre los humanos.

La naturaleza no es ni una máquina perfecta ni una institución de beneficencia, el cáncer, por ejemplo, es de lo más natural y mata con la misma falta de culpa que el tigre que se come al ciervo, pero los que desconfían o "no creen" en la medicina moderna "occidental", desean que se les cure. Lo verdaderamente natural sería dejarse morir de él, pero este razonamiento es demasiado lógico para personas que viven en la ordenada confusión de las "terapias naturales" y creen en los efectos de aguas milagrosas, píldoras homeopáticas y remedios de la abuela, utilizan el teléfono móvil, pero no quieren una antena para el mismo cerca de casa por si las ondas, buscan en internet curas y emplastos, pero consideran que la wifi puede producir lesiones irreparables... y así.

Contra toda esta ignorancia voluntaria valen de poco los estudios serios, publicados en revistas científicas serias, porque no los leen y, si los leyeran, dirían que están patrocinados por las grandes empresas, de las que siempre hay que desconfiar, o por la mafia de los intelectuales de élite, peligrosa minoría que suele despreciar la ciencia infusa de los embaucadores de bobos.

1 comentario:

Arcadio R.C. dijo...

Que alivio, amigo,encontrar un artículo tan apegado a lo racional y al sentido común sobre este asunto de lo "natural". Hace tan sólo unos días me ocupé de lo mismo en mi blog y obtuve la condena y la huida de uno de mis seguidores.
Gracias y saludos cordiales.