miércoles, 14 de noviembre de 2012

LOS NIÑOS COMO PRETEXTO

Una de las cosas que más se leen en los denuestos (no puedo llamarlos razonamientos) contra el matrimonio igualitario es que "perjudica a los niños". Esto viene envuelto en toda clase de argumentos especiosos, desde el que insinúa que de alguna manera todos los nacidos van a ser privados de padre y madre, hasta el que implica que de la simple contemplación de parejas del mismo sexo se derivan males no bien especificados pero temibles. En ningún caso se dice la verdad, en ninguno se explica tampoco de qué forma la igualación de una minoría es nociva para la infancia.

Decir que "todos los niños tienen derecho a tener padre y madre" es una afirmación de tan buena voluntad como decir que tienen derecho a ser bien educados, a no pasar hambre, a ser guapos y a no ser hostigados. Todas las cosas buenas son deseables, pero muchos niños no tienen padre conocido, otros son abandonados por su madre, los hay que pasan hambre y no pocos nacen con defectos o enfermedades congénitos. Algunos de estos niños pueden llegar a ser adoptados por una pareja del mismo sexo... ¿es eso una desgracia? Para la iglesia parece que sí; es mejor que sigan siendo desgraciados o que mueran a pasar por el horror de vivir y ser educados por dos personas altruistas del mismo género que viven en pecado.

Muchos homosexuales tienen hijos, algunos por haber hecho caso a la represión tan bien promovida por eclesiásticos y afines que los impulsó a casarse con alguien de otro sexo para "normalizar" su vida, otros por razones tan variadas como las que impulsan a los héterosexuales a tenerlos... ¿hay que privar a los hijos de sus padres porque estos son homosexuales? Supongo que para estos cristofascistas sería mejor que no los conocieran y que los despreciaran por inferiores, desviados y perversos.

Hay parejas homosexuales que deciden tener hijos, con lo difícil y complicado que resulta, porque tienen fuertes sentimientos maternales o paternales... ¿es esto peor que tener hijos no deseados por accidente como les pasa a no pocos héterosexuales? ¿Quién va a educar mejor, el que desea un hijo o el que no?

El matrimonio igualitario no cambia un ápice la situación de la  filiación, no afecta a los derechos de los niños, no altera la tasa de matrimonios, la de divorcios o la de nacimientos fuera de vínculo legal, solo extiende el derecho a casarse a personas que hasta ahora no lo tenían, muy pocas de las cuales van a animarse a ser padres si no lo son ya. Traer a colación a los niños es pura demagogia, puesto que la aplastante mayoría de estos no tendrá nunca relación alguna con una pareja homosexual. Se cita a los niños como parte del marketing de odio, porque se sabe que su sola mención causa alarma social. Se hace esto con la misma falta de vergüenza con la que se niegan los numerosos y bien probados abusos cometidos por eclesiásticos contra niños en el pasado y el presente.

Lo que de verdad les escuece es la normalización de una minoría contra la que quieren practicar el apartheid social, los niños solo son importantes en tanto en cuanto no se los pueda aleccionar para el odio y la discriminación... con untuosas y falsas palabras de amor.

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