viernes, 10 de octubre de 2014

IMPRESOS E INSULTOS

En mi post anterior hacía referencia a los progresos experimentados en cuando a derechos, pero basta una pequeña excursión por la realidad para darse cuenta de que hay que seguir luchando y esforzándose cada día para que la igualdad real sea un hecho. Véase si no el ejemplo del Registro Civil de Madrid y sus Certificados de Matrimonio.

Hoy día es posible pedir un Certificado por internet y ahorrarse las interminables colas, esperas y fealdad ambiente del Registro Civil en la Calle Pradillo. No es gratis, claro y aún es menos gratis si se quiere plurilingüe para el extranjero y con la correspondiente Apostilla de la Haya. Tengo que reconocer que el servicio no gratuito es eficiente y que apenas una semana después le llega a uno el certificado, pero ahí se acaba la complacencia porque ¿qué aparece en el papel de marras?.... pues que que si se trata de un matrimonio del mismo sexo han emitido un certificado falso. En el documento aparecen los nombres del MARIDO y de la MUJER.... ¡con independencia del sexo de los mismos! De modo que si son dos varones uno de ellos es declarado mujer y si son dos hembras una de ellas es declarada varón.

Si olvidando la comodidad se hace un viaje hasta la oficina siniestra del Registro, se asciende por la escalera hasta el 2º piso (la puerta del ascensor no se abría en el 2º) y se pregunta a la funcionaria de servicio, esta responderá que ES EL ÚNICO MODELO EXISTENTE

Dado que es improbable que se produzcan cambios de sexo por certificación administrativa, tan aberrante situación demuestra una vez más la falta de sensibilidad, cuando no el sabotaje puro y simple y las ganas de fastidiar de los de siempre.

Es bastante increíble que nadie haya tenido la idea de cambiar el modelo desde 2006, es enteramente inaceptable que se humille a los ciudadanos y se les causen posibles problemas en el reconocimiento de su matrimonio por lo que sólo se puede llamar homofobia.

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