sábado, 9 de noviembre de 2013

PUNTO DE INFLEXIÓN

El año 2013 está resultando tan importante para la igualdad de derechos de las personas LGTB, que sin duda pasará a la historia como un auténtico punto de inflexión, después del cual el camino se allanó considerablemente en gran parte de Europa y América.

En los Estados Unidos se está produciendo un derrumbe controlado del castillo de obstáculos levantado por los fundamentalismos protestantes y la Iglesia Católica, cada vez más aislada de sus propios fieles y predicando morales que nadie sigue. No hay que asustarse por traspiés momentáneos aquí y allá porque los jueces se van viendo obligados a aplicar los principios igualitarios que impregnan la constitución federal y las de los estados y a considerar como derechos civiles las reclamaciones LGTB, mientras que los votantes, cuando la cuestión se les somete, se inclinan cada vez en mayores números a no negar a sus conciudadanos opciones que deben tener como seres libres e iguales. Ya son 16 los estados que reconocen el matrimonio pleno, pero, además, la aprobación de la ENDA, o ley antidiscriminación a los LGTB a nivel federal por el senado, es un hito igual de importante en este proceso. Es posible que al final no se convierta en ley porque no sea votada en la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, pero, si es así, supondrá un nuevo punto de desgaste para estos y un simple aplazamiento de una norma que la mayoría de los ciudadanos ve justa.

Por otra parte, los tribunales europeos han sentenciado en dos instancias de forma muy positiva: por un lado se reconoce que la persecución por razón de orientación sexual es una razón esencial para conceder el derecho de asilo, un punto que muchos estados se negaban aún a aceptar. Es dudoso que estos mismos estados decidan recibir ahora a los mismos refugiados con los brazos abiertos y supongo que recurrirán a toda clase de pequeñas mezquindades legalísticas para retrasar o dificultar el asunto, pero lo importante es que se ha aceptado el principio.

Por otro lado, se insta a Grecia, perfecta representante de la homofobia de Europa oriental, a que elimine la discriminación practicada contra las parejas del mismo sexo en su ley de uniones civiles. El Tribunal Europeo de Justicia ha dejado claro que no puede obligar a ningún estado miembro de la UE a implantar una ley de matrimonio igualitario, pero que, si uno de estos estados establece una legislación de uniones civiles, es decir un nuevo contrato, éste no puede negarse a ninguna clase de pareja. Los legisladores griegos excluyeron explícitamente a las parejas del mismo sexo de las uniones civiles, entendidas como un matrimonio "light" que facilitaba la legalización de parejas sin someterse a los dictados de la ahogante reglamentación matrimonial, directamente intervenida por la iglesia ortodoxa nacional, oficial y burocrática. Ahora se encuentran con que esto abre la posibilidad de legalización de los despreciados LGTB. Difícilmente podrán echarse atrás suprimiendo toda la ley.

Irlanda ha anunciado un referendum para someter a los votantes la posibilidad del matrimonio igualitario. Yo creo que no es una buena idea que los derechos civiles básicos sean una cuestión de opinión y mayorías, pero en este caso estoy de acuerdo: el gobierno irlandés zanja así la muy previsible oposición de la jerarquía católica y la interferencia de movimientos como la "manif pour tous"francesa, bien capaz de organizarse en la isla con apoyo foráneo. Según los sondeos el resultado de la votación será ampliamente favorable.

Lo dicho, 2013 está resultando un año de avance y consolidación como ningún otro antes.

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