domingo, 8 de abril de 2012

EL OBISPO DE ALCALÁ O LA HOMOFOBIA IGNORANTE

La jerarquía católica es en su mayoría enormemente retrógrada, pero, además, hoy día está obsesionada y furiosa con unas generaciones que la ignoran en la misma medida en que ella ignora la realidad social y científica. Hay ejemplos de prelados ilustrados o simplemente caritativos, pero abundan los contrarios: obispos cazurros que difunden odio pretextando amor y para los que lo único que cuenta es la obediencia acrítica y la conservación de poder y privilegios, aunque para esto haya que acallar todo lo que molesta y hablar hasta de lo que no se sabe.
El obispo de Alcalá de Henares, en cuya web hay "recursos para la curación de la homosexualidad", se ha largado con otra perla que demuestra total ignorancia y absoluto prejuicio:
Quisiera decir una palabra a aquellas personas que hoy, llevados por tantas ideologías, acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las parejas del mismo sexo y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen. O van a clubes de hombres. Os aseguro que se encuentran en el infierno.”!!!???
Es decir que hay unas ideologías que hacen creer a los niños que son homosexuales y algunos de estos deciden comprobarlo para lo que se dedican a la prostitución (¿a partir de la infancia?), que es equivalente a ir a unos misteriosos "clubes de hombres", y, por supuesto, aparte de ir al infierno se encuentran ya en él, porque son muy infelices, se supone, infelicidad que les desaparecería mágicamente si decidieran no prostituirse más en los clubes de marras, conocer a una buena chica católica y casarse por la iglesia, puesto que la sexualidad humana es orientable a voluntad, como se comprobaría si estos corruptos sujetos decidieran curarse de su vicio con los remedios que se proponen en la web del obispado.
Tan cómicas palabras dejan escapar un gran gazapo y este es el de que existe una orientación sexual, concepto generalmente negado por fundamentalistas de diversa laya, que se emperran en que se trata de un "estilo de vida", de una opción voluntaria, pero la risa que me da es solo nerviosa, porque este género de prédicas insiste en la demonización de una minoría a la que se tacha de corrupta, viciosa y mala, con lo que de hecho se busca su invisibilidad, desprecio y discriminación, ¿cómo soltar luego lágrimas de cocodrilo cuando algún fanático o descerebrado decide atacar a alguno de estos seres tachados de malvados, degenerados y pedófilos?
Dado que soy una persona educada no digo con todas las letras lo que pienso del señor obispo de Alcalá, pero sí que no sabe ni siquiera lo que es la caridad cristiana, de la que tanto hablan los clérigos y que tan poco practican.

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