martes, 4 de septiembre de 2007

A vueltas con la hipocresía


Resulta chocante que a estas alturas haya todavía policías en los Estados unidos dedicados a "cazar" homosexuales en los aseos públicos o semi públicos. Las puritanas leyes de aquel país persiguen la "indecencia" en lugares en los que se supone que puede haber personas susceptibles de sentirse "amenazadas": se supone que heterosexuales indefensos y niños que, como bien se asusta, son las víctimas preferidas de cualquier depredador sexual. Por supuesto que esto no es más que hipocresía, ya que los que buscan ligar en algún aseo son en nuestros tiempos, con contadas excepciones, personas muy apuradas, frecuentemente en el armario, casados, respetables y con muchísimo miedo, además de que por lugar y circunstancias se deben limitar a algo rápido y, desde luego, plenamente consensuado.

Esta vez las malas leyes se aplican a quien las haceResulta también chocante y risible que uno de estos policías se haya encontrado con que uno de éstos era nada menos que todo un senador de los Estados Unidos que, además, pertenece al Partido Republicano y se ha distinguido por su posición contraria a todos los derechos de los gays.

La "amenaza" gay es por supuesto un pretexto canalla aducido por personas que quieren justificar así sus prejuicios, pero parece justicia divina que un vocal representante de los que tanto nos atacan haya sido descubierto como un perfecto hipócrita y, una vez más, como demostración de que los que más gritan son los menos de fiar.

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